Miguel Méndez Rodulfo Caracas
5 de abril de 2013
Nicolás,
en otro arranque demagógico tan propio, suyo en esta corta carrera electoral,
promete construir en el año 2013 la cantidad de 380.000 viviendas. Al meditar
sobre esta cifra descomunal para la capacidad de respuesta del aparato
constructivo del país, no puede uno menos que sentir vergüenza por el tamaño de
la mentira y pena por las miles de familias damnificadas, o que sus viviendas
carecen de condiciones de habitabilidad mínimas, que se enganchan a esta falsa
promesa. Es imposible hacer hoy en Venezuela esa cantidad de viviendas, como es
completamente falso que el gobierno construyó 150.000 viviendas en 2011 y
200.000 en dos mil doce. Sin embargo, como todos sabemos, al gobierno le
importan poco las realizaciones y sí le interesa mucho crear percepciones. Por
ello el gran interés de levantar las edificaciones antes de septiembre de 2012,
para que se expusieran a la vista de la gente y crear un impacto en la opinión,
sobre todo en la de los humildes.
Las
cifras de vivienda que el gobierno dice que hizo en los dos años precedentes,
como la promesa para este año, deben ser manejadas con cuidado por la
oposición, ya que hay que tratar de desmontar el inmenso engaño de la Gran
Misión Vivienda Venezuela. En este propósito hay que insistir, no importa lo
reiterativo que podamos ser, porque la GMVV es la misión insignia del régimen y
la que le procura el mayor caudal de votos. Ya basta de formalidades, de tomar
las cifras del gobierno de buena fe, un error que no solamente cometemos en la
MUD, sino que desde el sector privado también se incurre en ello. El 20 de
marzo en entrevista por El Nacional, el Presidente de la Cámara Venezolana de
la Construcción, afirmaba que durante 2011 el sector privado había construido
80.000 viviendas, cuando en un párrafo anterior aseguraba que “la construcción
ha venido cayendo durante 12 trimestres consecutivos”. Si consideramos, según
cifras aceptadas por todos, que en 2009 el sector privado construyó 75.000
viviendas y según la afirmación del presidente de la CVC en los últimos tres
años cayó la construcción privada, ¿cómo es que entonces se pudieron hacer esas
ochenta mil viviendas en 2011? Son las contradicciones que debemos cuidar para
no hacerle el juego al gobierno y darle algún tipo de credibilidad a las cifras
engañosas que presenta.
Por
otra parte es obvio que el ritmo de trabajo ha disminuido considerablemente en
la GMVV, ya no se trabajan tres turnos, ni hay la misma cantidad de obreros. La
crisis financiera originada por haber gastado en forma desmedida los dineros
públicos en favor de la candidatura del gobierno, agotó las arcas del tesoro y
no hay dinero para continuar las obras como se venían ejecutando. La producción
nacional de cabillas y cemento ha disminuido considerablemente y la corrupción
ha afectado aún más los insumos disponibles. Tampoco se puede importar. Por
otra parte la inflación también le pasa factura al propio gobierno, de manera
que el ritmo constructivo se ha detenido a niveles mínimos.
No
existe evidencia de que estén regalando electrodomésticos como el año pasado,
cosa que no le asegura a Nicolás la fidelidad de la que gozó el Presidente
difunto. A estas alturas del partido al gobierno lo que realmente le preocupa
es el problema del desabastecimiento, junto con la escasez. Como pudimos
comprobar en la primera y segunda devaluación, este no es el coco del gobierno,
el temor más grande del régimen es que la gente no encuentre en los anaqueles
los alimentos que requiere. La devaluación es un intento macabro del gobierno
por reducir la demanda, vía la pérdida del poder adquisitivo de la gente, de
manera que no se agudice el desabastecimiento y la escasez.
Caracas
5 de abril de 2013
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