martes, 9 de abril de 2013
Se le cayó la hoja de parra al CNE: ¡la MUD no puede pasarle ahora un guayuco!
Por Adriana Vigilanza, 06/04/2013
Que la MUD haya “cachado”, como decimos en criollo a la captura del delincuente in fragantti, cometiendo el delito, a un miembro del PSUV, manipulando las máquinas electorales y acto seguido diga que “eso está mal, es grave, pero de ninguna forma afecta el resultado de la votación”, es una incoherencia. Lo que importa de la constatación del hecho es que el sistema es vulnerable. Y que así como el CNE le proveyó las claves al del PSUV (cosa que a todos los que estamos denunciando fraude electoral en Venezuela, no nos asombra en lo absoluto), ¿quién garantiza que ese CNE criminal no altere resultados, en mesas cuya auditoría ciudadana no se cumpla o se cumpla “de mentirita”, con Plan República presenciando y controlando ese acto?
Seguro que la MUD a lo que le teme, si dice que hay posibilidad de que se alteren los resultados, es a que eso genere abstención. Pero, a nuestro juicio, una vez hecha tan grave denuncia, ya es tarde para pararse a pensar en eso. O la mujer está preñada, o no lo está. La gente no es gafa y ata cabos... La MUD pudiera rectificar y decir lo que todos pensamos: no se trata de que sea el código binario, en sí, el causante del fraude, pero la manipulación no autorizada de las máquinas, sí podría serlo. Es decir, ya eso crea una duda más que razonable sobre la posibilidad de que, también, puedan ser alterados los resultados.
La hoja de parra que cubría al CNE ha caído. ¿Qué hacer? Pues exigir que unas máquinas que son vulnerables, no sean utilizadas el 14 A. Del candidato para abajo, todos, debemos exigirlo. Es NUESTRO DERECHO. No hay transparencia en el uso que hace el CNE de esas máquinas. La supuesta custodia de las mismas por una FAN (“Plan República”), cuya cabeza se declaró oficialista, no puede ofrecernos ninguna tranquilidad ¡Muchísimo menos cuando ese oficialismo, abiertamente apoyado por la cabeza de la FAN, nos ha dicho ya, “claro y raspao”, que mejor nos acostumbremos a cantar el himno nacional de Cuba!. Eso nos lo recomendó Earle Herrera, ayer. ¿No sería el canto del pajarito, en el supuesto de que el espíritu del difunto lo pudiese poseer, más bien una llamada de atención a que tampoco es para que entreguen, de esa forma tan grosera, la patria?
Si llegado el 14 A no nos han retirado las máquinas, ya veremos qué hacemos.
Tampoco tenemos por qué anticiparlo. Pero la exigencia ahora debe hacerse con una actividad de calle, tan apoteósica como la que se hizo para reclamar el derecho a circular tranquilamente en la ciudad, de noche. ¿O es que acaso ese derecho es más importante que el derecho a darnos un gobierno que sí se preocupe por darnos esa seguridad?
Henrique Capriles debe hablar claro. Debe decirnos a nosotros, su gente, que él ya nos indicará qué hacer el 14-A, si no nos quitan las máquinas, es decir, si votamos, igual, o nos abstenemos. La abstención deja de ser un problema para nosotros si Capriles la asume como suya. Y si, en cambio, pide expresamente que aun con máquinas manipulables, votemos y sigamos en los centros hasta que se concluya la última auditoría ciudadana y dependiendo de lo que eso arroje, se reconoce o no resultados, también deja de ser un problema. Lo que no debe hacer es proveerle al régimen Castro-comunista un guayuco, cuando ya le quitó la hoja de parra.
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