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domingo, 6 de abril de 2014

Embusteros, cobardes y perversos, Eddie Ramírez


Por Eddie Ramírez, 05/04/2014

Estos revolucionarios sacaron a relucir lo más bajo del ser humano. En el pasado hemos tenido violentos, asesinos, torturadores y ladrones. Hoy tenemos revolucionarios rojos que tienen todas esas características y algo más. Son embusteros, cobardes y perversos.

Embusteros son desde el inquilino de Miraflores hasta los integrantes de los grupos paramilitares, pasando por muchos ministros y otros altos funcionarios. Maduro es un embustero compulsivo. Miente sobre su nacionalidad, sobre las causas del desabastecimiento y de la inflación. Encubre a sus grupos paramilitares y a los corruptos. Sus mentiras son tan elementales que en otras circunstancias causarían risa, como por ejemplo la supuesta tala de cinco mil árboles para formar trincheras de la libertad, sin tener idea del gran número de hectáreas que tendrían que haber destruido. Embusteros son los paramilitares que se presentan como colectivos que realizan labor social, comprometiendo el nombre de otros colectivos que sí tienen razón de ser.

Cobardes son los paramilitares y otros grupos violentos del régimen que actúan en gavilla, abusando de su número y de su armamento para asesinar y agredir a quienes no comulguen con este régimen opresivo. Cobardes son los funcionarios, diputados, jueces, fiscales, militares y adeptos al oficialismo que callan las violaciones del régimen a los derechos humanos, que los encubren o que los facilitan.

Perversos son los guardias nacionales y policías que torturan. ¿Qué decir de los depravados paramilitares rojos que, dentro del recinto de la UCV, golpearon a un estudiante y lo desnudaron? ¿Cómo puede un ser humano llegar a ese grado de aberración? Seguramente después celebraron su fechoría con unos tragos de anís, convencidos que habían humillado al estudiante. En medio de su conducta abyecta quizá no se percatan que fueron ellos mismos quienes se humillaron. ¡ Canallas!

¿Hasta dónde puede llegar esta situación? La historia juzgará severamente a jueces y fiscales del horror, así como a Maduro, a su tren ejecutivo, a los militares y a los diputados rojos. No podrán eludir las evidencias de montañas de videos, fotos y testigos de los atropellos. La situación política llegó a un punto de inflexión. Maduro debe renunciar. La oposición debe acordar unos puntos mínimos que permitan una transición pacífica. Para ello hay que contar con algunos oficialistas que no estén dispuestos a seguir avalando las violaciones a los derechos humanos. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! María Corina sigue siendo diputada y Scarano y Ceballos siguen siendo alcaldes.

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