Ricardo Sucre Heredia lunes, 17 de marzo de 2014
A más de un
mes del comportamiento colectivo que se inició el 12-2-14, el conflicto luce
estancado, en una suerte de puja por ver quién resiste más, quién logra acabar
con elenemigo. No voy a decir nada nuevo: Venezuela pierde con este
conflicto que se pudo prevenir.
Esta entrada
no es para hacer un balance del comportamiento colectivo, tampoco para hacer
pronósticos o escenarios, ni para analizar las encuestas que han aparecido.
Menos para examinar por qué llegamos a este punto.
Lo único que
tengo que reclamar al liderazgo opositor -soy de la Unidad, no del PSUV- es su
tremenda falta de visión y responsabilidad política, para considerar y evitar
la situación en la que en la actualidad se halla el país, que era
pronosticable, al menos desde mediados de 2011.
Para esa
fecha, ya IVAD y Consultores 21 ofrecían
señales que ocurría una fractura dentro del público opositor. Un quiebre
importante. En 2012, Gallup mostró cómo esa ruptura tomaba
forma en el país, al preguntar si la gente prosperaba, luchaba, o sufría en
cuanto a su situación (Gallup lo llama Indice de bienestar).
Entre agosto
de 2010 y noviembre de 2011, el porcentaje que dijo prosperando pasó
de 64% a 49%, el que dijoluchando de 32 a 44%, y que expresó sufriendo de
4 a 7% ¡Y todavía el país estaba en el derroche de las importaciones baratas,
el Sitme, Cadivi, empresas de maletín, raspa cupos, y los bonos soberanos y los
papeles de PDVSA! ¿Dónde estaba la dignidad en ese
entonces?
Desde hace tiempo, había indicadores sobre la activación de la sociedad. Escribí sobre eso en este blog en marzo de 2012 con la entrada ¿Despertar social?
Ese dato
-entre tantos- era suficiente para una señal de alarma para la Unidad, pero no
fue así. Todo se limitó a la rutina, a administrar el juego político interno.
Nada de qué preocuparse. Eran los días de la ponderación y el
equilibrio.
Tampoco las
instancias internas recibieron atención: la tensión entre las posturas de
crecer y la salida fue identificada en el Informe Hospedales (28-12-12),
trabajo que terminó en 11 comisiones, y ya. Murió allí. Tampoco fue atendida
antes ni después del 14-4-13, momento en que la Unidad -a mi modo de ver-
cometió su error político más grave (donde mostró su falta de visión y
responsabilidad política), al ponerse con el cuento del ilegítimo,
que paradójicamente debilitó a sus propulsores: Capriles y la Mesa. Hoy, cuando
ambos expresan ideas razonables, les sacan lo que dijeron el 14-4-13. De haber
actuado diferente ese día -si el orgullo no permitía el reconocimiento a
Maduro, no había que hacerlo, pero irse con lo del ilegítimo abrió
un boquete en los logros de la Unidad que pesa ahora- tanto Capriles como la
Unidad serían las referencias ante un gobierno que le resulta imposible
cambiar, que no tiene lasbolas para cuestionar el legado
del Comandante Supremo, que es lo que le dará verdadera estabilidad, no la
represión o profundizar el control sobre la sociedad.
Tampoco esta
entrada será para el desahogo. En mi caso, quemé esa etapa hasta 2012. Me di
cuenta que era ineficaz y que a nadie le importaba. Aprendí que solo losnotables tienen
permiso para sentir, y son los que marcan los climas de opinión. Si un notable no
lo siente o no lo dice, no existe.
Desde ese
momento, ante un público opositor que me resultaba cada vez más irracional y
presa de sus emociones y una opinión pública que solo toma en cuenta la opinión
de los notables -en toda su extensión: intelectuales,
políticos, escritores, articulistas, artistas, encuestadores, profetas,
astrólogos, renacedores, etc; las mismas 100 caras que forman la opinión en
Venezuela- opté por no hablar de política en la calle y comenzar a bajar mi
participación en medios de comunicación social. No le ví sentido. Sentía que
perdía dos o tres horas de trabajo para hablar de cosas que a nadie le
interesaba escuchar. Mi razonamiento fue Mejor inviten a sus notables.
Hoy, por
ejemplo, todos hablan que estamos endictadura porque la GN tomó
plaza Altamira.
En 2010, cuando hablabas de dictadura -porque el Ejecutivo no tenía ni tiene control de ningún tipo- la gente te veía extraño, se alejaban del término, era la época de la famosa frase -ah, cómo gustan las frases hechas a la sociedad venezolana; una línea que baja algún notable y todos a repetirla- el "gobierno de Chávez no es una democracia pero tampoco es una dictadura".Incluso, en una entrevista en CNN con Patricia Janiot en diciembre 2010 expliqué las razones para esa caracterización, pero sentí que no era eficaz y que no era interesante para el público.
Hoy, si la caracterización del régimen es dictadura o no, para mi ya es irrelevante. En una entrada de 2010 argumenté para hablar de dictadura en un artículo delBlog titulado de De dictaduras y esbirros. Incluso, tan temprano como en agosto de 2009, algunosnotables argumentaban que no había dictadura, un error a mi modo de ver, como traté de explicar en la entrada del Blog titulada Una clandestinidad post moderna.
Ahora lo que no me deja dormir es que percibo la cercanía de un conflicto civil importante, y mi pensamiento ahora está en si la sociedad venezolana como grupo humano, es viable.
Curioso: hoy
la represión sigue siendo la misma, tal vez ahora es televisada o
más cruda, pero la valoración social es distinta ¿Qué cambió: la represión o
que no está Chávez, a quien la sociedad incluyendo la oposición, le otorgó el
derecho subjetivo a reprimir y a mandar, y tal vez por eso
pocos le reviraban a pesar de sus constantes abusos?
II
Hoy no tengo
ganas ni energías para el desahogo. Aprendí de Daw Suu que el respeto por
quienes sufren se lleva con serenidad y con el recuerdo, no con postures o
gritos para que todo el mundo sepa que siento algo y que estoy indignado, y
poder ser aceptado socialmente en un país escindido como Venezuela; para que
todos vean que soy de los de ellos. Para tener algo que contar
mañana, cuando todo esto pase, como pasará. Cumplir con mi ración diaria de malditos,
desgraciados, asesinos (si soy de la oposición) o traidor
asesino (si soy del gobierno). Marcar la tarjeta del
resentimiento.
No hablo de ellos ni
de nosotros, me importa un bledo si la gente cree que soy de
los nuestros o de los de ellos. Entiendo que
el problema de fondo de Venezuela es identitario -visible por la falta de
dólares y el fin delPacto de los dólares en su forma extractiva-
pero no me interesan esas categorías. Como sugieren los maestros en los
estudios sobre categorías (notablemente aquí Henri Tajfel o Marylin Brewer) la
solución o una posibilidad para conflictos categoriales, es hallar una
categoría superior -superordinate goal- no una mera construcción
endo/exogrupo que es en lo que andamos en Venezuela ¿Les dice algo la película Invictus,
tan citada por la sociedad venezolana, pero parece que tan poco comprendida?
Por ahí van los tiros en cuanto a categorías para superar conflictos
identitarios se refiere ¿Pasa algo parecido con la respuesta cívica de los
habitantes de Chacao y Altamira quienes toman sus espacios de forma civil, como
respuesta a la toma militar del gobierno hecha en la madrugada del 18-3-14? Si
es así, son buenas noticias.
La lección
de Daw Suu es poderosa: cuando se está endictadura indignarse o
hacer alguna posture no ayuda mucho porque no es eficaz, y en
una forma de gobierno autoritaria de lo que se trata es ser eficaz. Para eso,
hay que guardarse el orgullo, que es lo que sobra en Venezuela. Tal vez este
sea el próximo aprendizaje para quienes descubrieron que estamos en dictadura.
III
¿De qué trata la entrada, entonces,
luego de la larga perorata introductoria?
De aportar
lo que creo pueden ser propuestas para salir del pantano en donde nos
encontramos, condignidad que es ahora el mantra de
la sociedad opositora.
Hoy, en mi
caso, no tiene sentido ni lamentarse, indignarse, arrecharse, o decir vainas
arrechas para el récord histórico, sino con serenidad plantear ideas
para salir del brete en que la ambición de unos, la falta de visión de otros,
la falta de responsabilidad de otros tantos, y la soberbia de unos cuantos, nos
metieron.
Por eso las
ideas son directas, sin tanto protocolo. Están formuladas desde la óptica de
alguien de la oposición, y no considera las jugadas que puede
hacer el gobierno, aunque lo tomo en cuenta, porque no estamos en el
vacío.
IV
La lógica se
divide en tres aspectos: definiciones, marco estratégico, y propuestas.
Definiciones
Párrafos
atrás comenté que lo importante hoy es plantear ideas para salir del brete, lo
que va en este punto de Definiciones es ¿Realmente se quiere salir del
conflicto, más allá de las frases bonitas o intenciones públicas?
Honestamente,
pienso que no, por eso el diálogo o cualquier salida electoral tiene hoy más
adversarios que amigos.
Quince años
de exclusión, de construir amigos y enemigos como ha hecho y hace el gobierno,
potenció los prejuicios del mundo opositor, y lo que disparó la frustración
acumulada es la imposibilidad de la vida causada por la crisis económica. Sin
dólares -no solo sin tetas- no hay paraíso.
La
responsabilidad principal la atribuyo al gobierno, pero el golpe y el paro de
2002 promovidos por la oposición, alimentaron en el mundo opositor la idea que
no hay salida electoral ni pacífica. Comunista no negocia ni sale con
elecciones, es el otro mantra.
Esa percepción se intensificó a partir de 2007 cuando Chávez aplicó por la vía de los hechos la reforma que perdió en 2007. El gobierno no mostró ninguna señal de apertura y cuando Chávez muere, antropológicamente hablando, la sociedad opositora vio la oportunidad de salir del padre castrador al que se obedecía, pero no iba a aceptar a otro padre castrador y menos a un hijo al que consideran no tiene ningún mérito (tal vez eso explique por qué en el mundo opositor se valore más a Cabello que a Maduro, cosa que el mundo chavista no es problema, los afectos son coherentes y tienen claro quien manda: Maduro, a partir de la interpretación de los números de la encuestadora Datos de marzo de 2014).
A Chávez lo
llamaban Presidente Chávez a Maduro, en cambio, lo llaman Nicolás.
La mejor evidencia que a Chávez le respetaban y a Maduro no, que es otro factor
que complica una solución: ya entran prejuicios personales, grupales, del tipo
muy venezolano tu me caes bien o no me caes bien, o eres un guevón y no
me vas a joder, solo me jode gente superior.
Por eso la
gente no abandona la calle: perciben que si lo hacen, se cierra la puerta para
un cambio e irremediablemente se avanzará hacia un sistema comunista.
La
intensidad de esta percepción y los grievancesacumulados durante 15
años potenciados porque Venezuela se quedó limpia y endeudada, lleva a que la
lucha sea existencial, y mucha gente esté dispuesta a matar y a que la maten
para evitar lo que consideran es irreversible: una nueva Cuba.
La
definición a resolver es ¿Queremos matarnos o no? Nadie lo responde. No hay bolas para
eso. Lo que sí está claro es que jugar a que pongo una barricada y llega la GN,
me voy, y cuando se van, la vuelvo a colocar, ese juego parece que se agotó.
Así no se saca un gobierno.
Para poner la pregunta de otro modo ¿Estoy dispuesto a convivir con el chavismo en condiciones de igualdad? Otra forma de plantear la interrogante, más política ¿Se quiere tumbar al gobierno sí o no? Porque jugando a cerrar calles y avenidas, en la espera que eso va a generar una crisis en el gobierno, que a su vez se vincule con una crisis económica, que a su vez produzca un estallido social, que a su vez obligue a un pronunciamiento de las FAN cuando bajen los cerros, y que resulte en la salida de Maduro y ocurra un gobierno de transición (no se dice con quién o quiénes), no apuesto -ni deseo- que eso ocurra.
Lo que puede
suceder es el deterioro progresivo del país, en un contexto en que nadie se
impone. Un caos normalizado, desgastante para todos, sin una resolución en el
corto plazo.
La respuesta
a esta definición va a marcar los pasos siguientes.
Mi
respuestas son: no quiero que nos matemos, no tengo problemas en convivir con
el chavismo en condiciones de igualdad (no me siento superior, ni los veo como
inferiores), y no quiero tumbar al gobierno, sí cambiarlo por la vía electoral.
Una nota
aquí: estoy seguro que el pueblo venezolano si no le gusta este gobierno, lo va
a cambiar con Tibisay o sin Tibisay. Entiendo que
el voto no tiene la épica ni el sabor de Venezuela heroica, de
un documental de NatGeoo History Channel sobre
Ucrania, o de una barricada, pero sí es más eficaz para cambiar gobiernos.
Sí estoy
dispuesto a esperar a 2015 (la elección más cercana, de acuerdo a la constitución)
¿Por qué? Porque ese pueblo va a cambiar al gobierno si no le gusta, y eso es
garantía de gobernanza para un gobierno de la Unidad, que vendrá. Prefiero
esperar 12 meses sin bajas a una salida ya -que no sucede- que suma para este
momento, cerca de 30 fallecidos, entre civiles y militares, manifestantes o
agentes policiales y de la GN, todos venezolanos, todos de la misma sangre, por
más que esto moleste a muchos. Lo siento por no decir lo que se quiere leer en
este punto: tus muertos y mis muertos.
Marco estratégico
El problema
no es si se va a dialogar o no, a negociar o no. Antes de eso hay preguntas
fundamentales ¿Dialogar para qué? ¿Qué se tiene para ir a dialogar? (lo que se
necesita no es precisamente orgullo o dignidad).
¿Dialogar
para qué? En mi opinión, desde el punto de vista de la Unidad, lo fundamental a
plantear es ¿Está el gobierno dispuesto a renunciar a su vocación hegemónica a
cambio que la Unidad renuncie a su deseo de salir del gobierno ya, y el cambio
de gobierno sea dirimido por el pueblo en elecciones?
Si la
respuesta es no, la violencia política puede ser una opción (en el caso de
Mandela, por ejemplo, fue la última decisión, fue una medida muy debatida
dentro del ANC, y no fue tomada solo porque el gobierno Apartheid lanzó
lacrimógenas o se llevaron gente detenida como al mismo Mandela, por lo duro e
insensible que esto se pueda leer a la luz de lo que pasa en la Venezuela de
hoy).
Si la
respuesta es sí, eso supone construir confianza entre las partes. Hoy no hay ni
una pizca, y lo revela elping pong de insultos entre Capriles y
Maduro, porque ninguno tiene confianza en el otro, hacen su bluff para
su público, porque no saben realmente las intenciones del otro, y piensan que
si hablan, al final, la cabra tirará pa'l monte. De aquí los
insultos en el sentido quiero hablar pero no quiero porque no me dejas.
En este
punto, mi sugerencia a Capriles: no se enganche en twitter en
ese ping pong y no adelante cosas que no se han concretado. No
parece prudente en un diálogo o negociación.
¿Qué se
tiene para ir a dialogar? Aquí la Unidad, en su contabilidad política tenía
activos para diciembre de 2013, pero ahora tiene pasivos. Activos que había
logrado con mucho trabajo. Los tiró por la borda solo para complacer al público
radical que pedía y pide bolassolo para hacer desplantes.
Veamos. El
14 de abril la Unidad logró cerrar la diferencia con el PSUV de 37% (2006) a 49
por ciento. Esto se obvió y se tomó la ruta del ilegítimo.
Significó volver a comenzar desde casi cero, si se toma en cuenta la pendiente
positiva a partir de diciembre de 2006.
Sin embargo,
el pueblo venezolano que es tan generoso con su liderazgo político -que se
equivoca en cosas fundamentales y todavía le da nuevas oportunidades- dio a la
Unidad una posición respetable el 8-12-13. No era la esperada, pero no fue una
mala posición. Ese resultado le daba un punto para agarrarse en su relación con
el gobierno pero, de nuevo, la Unidad tiró por la borda ese logro ¿Cómo? De
nuevo, se impusieron los lugares comunes y las frases, no la visión. Fueron
tres cosas:
a.-El
plebiscito: desde los grandes políticos de la Unidad hasta los notables y pundits de
la sociedad venezolana, señalaron que lo central de la campaña de la Unidad fue
el plebiscito ¿Realmente fue así? Ni siquiera la campaña paraguas que la Mesa
había diseñado para eso salió. Hubo tantas campañas como candidatos, y todas
diferentes ¿Fue igual la campaña de Alfredo Ramos a la de Eveling Rosales, por
ejemplo?
Que
Capriles haya hecho campaña nacional no significa automáticamente un
plebiscito. Es lo que ocurre en una elección. Francia va a elecciones
municipales en marzo de 2014 y se dice que allí se va a evaluar a Hollande.
Igual, las midterms elections en EUA se analizan en función de
la gestión del presidente del momento. Nada del otro mundo.
En
cambio, en Venezuela, se planteó como un juego suma cero. Lo curioso es que la
Mesa y Capriles cedieron a la interpretación suma cero, con lo que invalidaron
lo logrado el 8-12-13. Si creían en ella, pelaron en la percepción, entonces.
Ninguna encuesta para laEncerrona del 29-10-13 pronosticaba un
resultado tipo plebiscito.
b.-La
diferencia de 11 puntos: como ya es costumbre, el gobierno mintió con
los resultados. Asumió un escenario de laboratorio en donde solo votaron la
Unidad y el PSUV y así, claro, salió el famoso 55-44 por ciento. La mala
noticia es que la elección fue en la realidad no en un laboratorio de
escenarios electorales, como quiere hacernos creer el gobierno.
A
partir de los números ofrecidos por la Rectora Sandra Oblitas el 13-12-13, la
cuenta es distinta, porque incluye todo lo que pasó. Así: 5,41% votos nulos,
8,66% otras organizaciones, 39,3% Unidad, y 46,5% PSUV. Es decir, la diferencia
no es de 11 puntos sino de 7,2 puntos.
Al
igual que en lo del plebiscito, todo el mundo se creyó la coba y hoy casi todos
hablan del 55-44 por ciento. Otro elemento que invalidó lo logrado por la
Unidad el 8-12-13.
c.-El
diálogo administrativo: si recordarán, al principio el diálogo con el
gobierno fue bien visto -todavía sigue bien visto, a la luz de las cifras de
Datos en marzo de 2014, que cubren el 30% del territorio nacional- pero luego
la propia gente de la oposición comenzó a hablar que lo que había era un diálogo
administrativo pero no político. Con esta afirmación, también se
deslegitimó el diálogo.
Claro que
fue un diálogo administrativo ¿Por dónde se iba a comenzar? Dos grupos que se
juraron la guerra a muerte y son llevados al diálogo por la
situación ¿Van a arrancar por lo sustantivo o por cosas que no los alejen, como
la inseguridad? No soy experto en negociación, pero me luce razonable comenzar
por lo segundo para llegar a lo primero. Muchos querían hablar ya de lo
sustantivo, y eso no fue ni es posible. No se arranca por allí, salvo que se
quiera tener una excusa para no hablar. En ese caso, es mejor tener las bolas y
decir: no quiero dialogar, y luego se pasa a considerar las otras opciones,
pero ya el juego si quiero, pero tu no quieres, ya está agotado.
Van cerca de 30 muertos ¿Faltan más para dejar de jugar? Ah, perdón, el
orgullo y la dignidad, Petain, Chamberlain, claro, claro, lo
olvidaba....
Conclusión,
que todo el mundo se olvidó del 8-12-13. Lo logrado por la Unidad se quedó en
el vacío, y ahora, de nuevo, hay que buscar piso firme en el terreno político
para tener con qué frente al gobierno.
Propuestas (muchas ya han sido
planteadas, por lo que las refuerzo, si es el caso)
1.-Se
necesita un interlocutor aceptado por las partes, cuya única función es
construir un piso aceptado para el encuentro, nada más. Su tarea se acerca más
a la de un mediador que a la de un árbitro o negociador.
El
objetivo es lograr que el encuentro entre las partes se de, con un nivel de
confianza aceptable, y definir reglas de juego para las trompadas
estatutarias que deben ocurrir, porque es mucho lo acumulado en
desagravios.
El
encuentro debe sar paritario entre el gobierno y la Unidad, y no en una Conferencia
de paz de la que no cuestiono la iniciativa, pero no tienen la misma
entidad política que asista Aveledo, Capriles o Ledezma que lo haga Layla
Succar, Vladimir Villegas, o Elvis Amoroso. No lo digo por desmeritar a los
tres últimos, pero son entidades políticas distintas, y la paridad es entre
entidades políticas similares (Unidad y PSUV, en este caso: Maduro-Capriles,
Aveledo-Cabello, por ejemplo).
Antes
de una cadena, pensaría en un primer encuentro y que se desahoguen allí, sin
presencia de cámaras oselfies, que se digan todo lo que se tengan que
decir, y luego pasar al debate o cadena, que se ha mencionado estos días.
Luego, explorar ¿Se quiere seguir con más? (es lo deseable), y avanzar en la
agenda o guía de temas.
En
conclusión, un mediador que facilite un piso mínimo para hablar que pueda ser
el paso para profundizar más o para decir, simplemente, no hay diálogo
posible.
¿Quién
puede ser? En Venezuela, todas las instituciones están quemadas y
no producen confianza a las partes. El Papa es aceptado por las dos partes, y
también pudiera ser el Secretario General de la ONU. Son los que veo que
todavía no se han quemado en el trapiche polarizador que es
Venezuela.
2.-William
Ury en su Tercer lado habla que el papel de la sociedad -el tercer
lado- es llevar a las partes a conversar al mostrar lo que está en juego si
fracasan las conversaciones o, sencillamente, no hay.
El tercer lado venezolano también está escindido pero ¿Se
atreve la sociedad venezolana a jugar el tercer lado o ya perdió toda esperanza
y en en el fondo quiere que nos matemos para ver si se resuelve el conflicto?
El clásico dilema de los bystanders que analiza la psicología
social en la violencia colectiva: no quieren el conflicto, pero no hacen nada para
evitarlo. Como en una serie de acción, son espectadores, que quieren
acción y sangre para desplazar lustros de frustración. Una víctima sin
reparación o justicia, puede tornarse en una persona vengativa.
Así
como se plantean marchas contra la escasez ¿Qué tal una marcha o concentración
de la sociedad para exigir que las partes conversen, para mostrar lo que está
en juego, y que la paz es un deseo y no una expresión yaputeada por ambos
bandos? (la paz para aplastarte).
3.-Un
asunto que puede ser aceptado por las dos partes son los poderes que ya tienen
su período vencido (CNE, TSJ, próximamente la Fiscalía, Defensoría, por
ejemplo). Digo aceptar, porque no suponen sacrificios en elbluffing (aunque
sí en la hegemonía), ya que algunos poderes tienen sus períodos vencidos y
constitucionalmente se establece el reemplazo. Un buen motivo para hablar.
El
punto puede ser cumplir con lo que la constitución dice son los pasos para
producir los sustitutos. Por supuesto, habrá ruido con quiénes serán los nuevos
titulares, y pesa la experiencia pasada (CSJ con CAP en mayo de 1993), pero
apuesto que cuando se llegue a ese tema, habrá un nivel razonable de confianza
entre las partes que pueda disipar la desconfianza en esta duda.
4.-Aunque Unasur se
percibe alineada al gobierno, un grupo de cancilleres debe venir al país antes
del 1-4-14 como dice el comunicado, y eso no debe ser desaprovechado por la
Unidad. Tiene que ser aprovechado para comunicar puntos esenciales al gobierno,
y mostrar a los cancilleres los elementos que soporten el punto de la Unidad,
sin tantos adjetivos opostures. No sé si indignarse ayude en una gestión
diplomática. Creo que los facts ayudarían más.
¿La
Unidad ya tiene listo lo que va a plantear a los cancilleres, o no habrá un
encuentro entre este grupo y la Unidad?
5.-El
día 10-3-14 la Unidad dio un paso positivo al anunciar la creación de una
Asociación de Alcaldes de la Unidad.
Es positivo
porque abre la puerta para retomar lo que fue el discurso de la Unidad para las
municipales: la gestión municipal para todos, sin exclusiones. Con el brollo
político, esto se olvidó.
Los
propósitos de la asociación son plausibles, especialmente porque el programa
que presentó la Unidad para las elecciones municipales, tituladoCompromiso
Gestión Municipal para el pueblo y el progreso es uno de los mejores
documentos de la Unidad, junto a la Invitación para un gobierno de
unidad nacional, de fecha 26-9-11.
Es
lamentable que el público opositor hable más del Plan de la patria -que
está bien, hay que conocerlo- pero que no pueda hablar de ningún documento
propio de la Unidad ni le interese, ni pueda recordar una propuesta unitaria,
que no sea la tarjeta Mi Negra, a la que también le caen encima, y
no fue una mala propuesta.
6.-Last
but not the least la Unidad tiene que abordar la tensión interna entre
crecer y la salida, que para mi se hizo evidente a partir del 7-10-12, aunque
estaba allí. Siempre estuvo allí, pero con la etapa de crecimiento de la
Unidad, no fue visible.
Abordar la
tirantez porque las posiciones a mi modo de ver ya son irreconciliables. No hay
posibilidad de combinarlas, no hay espacio para caminar y mascar chicle
al mismo tiempo en este punto particular pero esencial.
En mi
experiencia de la Mesa, siento que he perdido tiempo y me he desgastado desde
octubre de 2012 hasta la fecha en una discusión que no tendrá solución, y que
también está estancada: cada quien hace su postura, en una suerte de guerra
de trincheras, pero no hay avances. El liderazgo unitario tampoco aborda el
tema de forma clara, tal vez a la espera que se solucione solo o que cada parte
se desgaste, en función de los gustos de cada grupo.
Así, a la
Unidad también le hace falta su mediador para que cumpla una función similar a
la que hay con el gobierno: comunicar a las partes y lograr un piso para una
hoja de ruta que aborde la diferencia, sea el deslinde, una aceptación de algo
que puedan llamarsetendencias y se oficialicen, una constituyente
en la oposición, una consulta electoral sobre políticas a seguir, o cualquier
otra alternativa que se visualice.
Los actores
internos no parecen tener la capacidad para resolver por sí mismos esta
diferencia. Un mediador externo para un trabajo interno puede ser lo adecuado.
Igual que con el gobierno: no va a solucionar el problema -no puede- pero sí
explorar un camino para abordar el problema, que puede significar que se acepte
la ruptura o alguna forma para marchar unidos.
Una nota
aquí: creo que el 12-2-14 fracturó la sociedad venezolana de tal modo que los
clivajes políticos se movieron. Una posible consecuencia es que aparecerán
nuevos actores al margen de la Unidad y que compitan con ella, y pueden hacerlo
con éxito. En otras palabras, los incentivos para no jugar bajo el paraguas de
la MUD hoy son mayores. Por ejemplo, pueden aparecer actores que digan, "La
Mesa es la oposición que el gobierno quiere, nosotros somos la verdadera
unidad, la que tiene dignidad", y algo así tenga apoyo en un público
opositor que quiere escuchar eso.
De manera
que el mediador debe abordar el cómo en el largo plazo, pero para la Unidad
queda la tarea de abordar el cómo en el largo plazo, para su planeación a
futuro. Ya no hay monopolio de la palabra unidad.
V
¿Hay salida?
Sí, la hay. Lo importante no es si hay salida, siempre hay salida, la pregunta
es ¿Realmente se quiere una salida y explorar alguna vía para llegar a ella? Si
soy honesto, hoy pienso que no se quiere una salida, pero no hay bolas para
decirlo. Pienso que mucha gente quiere matarse. Si no son mayoría, hacen ruido,
y los moderados no dicen nada o dicen poco, porque tienen miedo que los llamen colaboracionistas y
los amenacen conque les van a cortar el pelo y ponerlos a desfilar por la plaza
Altamira, como se hizo con loscolaboracionistas en Francia u
Holanda, luego de la Segunda Guerra Mundial. Así, casi todos sonbystanders y se
juega a una especie de dejar hacer, dejar pasar para ver si
ocurre algo que resuelva la situación. Eso no va a ocurrir, lo que va a pasar
es más deterioro, más represión, o las dos.
Venezuela se
rifa un conflicto civil. Todos los boletos están vendidos. Llega un punto en
que la guerra es inevitable, incluso para los comeflor como es
mi caso. Hacer todo para evitarla y llegar a las partes para decirles lo que
está en juego, bien vale la pena. Si ocurre un conflicto civil, esto no será
Ucrania o Siria -ya demencial- sino una versión de nuestra Guerra a muerte del
Siglo XXI. Es decir, peor que Ucrania o Siria.
Ojalá los arrechos de ambos
bandos tengan las bolas de asumirlo así y dejar de
hablar de forma metafórica o por las ramas, para que después que arranque el
conflicto -que espero podamos evitar- no se laven las manos, como es
tradicional en Venezuela, donde no tener responsabilidad política se premia.
Solo que el premio, ahora, será su propia destrucción.
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