Por Maximiliano Donat, 06/04/2016
Cuando hablamos de Poder Ciudadano, nos referimos a el
espíritu de nuestra propuesta de la Doctrina Ciudadana, cuya fortaleza esta en
los derechos Ciudadanos y su fuerza moral en los Deberes Ciudadanos.
La naturaleza nos ha mostrado siempre que todo crece
desde abajo hacia arriba, de tal manera que un árbol frondoso y fuerte nació de
una semilla que germinó desde el seno de la Madre Tierra, los “políticos” de
las antiguas escuelas marxista-leninistas (como lo son todos los partidos en
Venezuela) parten de la premisa de que el árbol se sostiene por sí mismo
gracias a sus ramas y hojas y que ellos son los que dan frutos, pero olvidan que solo gracias a una semilla que
germinó y echo raíces en ese suelo son justamente la fortaleza de esas raíces las
que nutren y sostiene ese árbol.
La Doctrina Ciudadana recorre el sendero que nos
enseña la naturaleza y asume como base de todo cambio social y político de un
País sus raíces, que no son otra cosa que Los Ciudadanos, mientras más
profundas y fuertes sean esas raíces, en esa misma medida el árbol de la
sociedad será fuerte, frondoso y dará frutos de calidad.
Nuestro País cuenta en su Constitución con el Poder
Ciudadano, que contradictoriamente no es electo por los Ciudadanos, sin embargo
usurpa las funciones del ciudadano. No obstante, no es momento de pensar en las
ramas y hojas del árbol País, es el momento de pensar en cómo fortalecer las
raíces que sostienen la Nación, es el momento de pensar en cómo los ciudadanos
podemos acceder a la soberanía que por derecho nos consagra la Constitución.
Las circunstancias actuales nos obligan a crear un
movimiento de movimientos que permita al ciudadano tener una forma organizativa
donde la razón sea la base de la autoridad y la evidencia científica sobrepase
la emocionalidad.
Nuestras raíces ciudadanas están ancladas en los
fértiles suelos de las comunidades, así que fortaleciendo el Poder Ciudadano en
las parroquias ( recuperando la
representación ciudadana en las Juntas Parroquiales), los Consejos Municipales
y las Alcaldías, este movimiento de movimientos
debe profundizar sus raíces en estos espacios de participación para que
las hojas y frutos del Árbol País nutridos desde allí sean los nuevos
liderazgos con una conciencia de Ciudadanía a sabiendas que su verdadero poder
reside en sus raíces y no en las ramas más altas.
Maximiliano Donat
Coordinador nacional OngDeCiDo (Democracia y Ciudadano
Domine)
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