MUD 19 de mayo de 2016
La
Mesa de la Unidad Democrática se pronunció este jueves ante la oferta de
“promoción de diálogo” por parte del ex jefe de Gobierno Español, José Luis
Rodríguez Zapatero.
De
seguido, el texto del remitido:
“Informamos
al país que en horas de la mañana de este jueves 19 de mayo una representación de la Mesa de la
Unidad Democrática, encabezada por el Secretario Ejecutivo de la alianza, Jesús
Chuo Torrealba, e integrada, además, por Henry Ramos Allup, Julio Borges, Freddy
Guevara, Enrique Márquez, Simón Calzadilla y Timoteo Zambrano, sostuvo una reunión con el ex jefe de
Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En este encuentro, el ex mandatario ibérico expuso su disposición a
promover, junto con la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), lo que
calificó como un “diálogo nacional” que procure una solución pacífica y
democrática a la grave crisis económica, social y política que vive Venezuela.
Tras
haber escuchado los términos en que esa iniciativa fue después expuesta por el
ex Jefe de Gobierno Rodríguez Zapatero en rueda de prensa, la Mesa de la Unidad
Democrática fija posición en los siguientes términos:
1)
Agradecemos la disposición del ex mandatario español de ayudar al pueblo
venezolano a construir una solución pacífica, electoral, democrática y
constitucional a la profunda crisis que vive nuestro país. Así como hemos
agradecido antes las posiciones de relevantes personalidades internacionales
como el Papa Francisco; el secretario general de la OEA, Luis Almagro; el ex
presidente colombiano, Andrés Pastrana; o el Premio Nobel de la Paz, Oscar
Arias, entre muchas otras personalidades e instituciones, hoy saludamos como
positivo el gesto del ex mandatario Rodríguez Zapatero.
2)
Como fuerza que hoy representa a una amplia mayoría electoral, la Mesa de la Unidad Democrática ratifica su
disposición a participar en toda iniciativa de diálogo que sea útil al país y
que no sea simplemente una “operación de distracción” del gobierno dirigida a
“ganar tiempo”, porque tiempo que “gane” el gobierno es tiempo que pierde el
pueblo venezolano, hoy urgido de soluciones frente al flagelo del hambre, la
escasez de medicinas, la inflación galopante y la terrible inseguridad.
3)
Coincidimos con la Conferencia Episcopal Venezolana en que para que el diálogo
sea útil al país debe tener agenda precisa, objetivos claros, reglas
transparentes y sobre todo respeto por el sentido de urgencia que hoy tiene el
pueblo venezolano ante la gravedad de la crisis. En esa dirección afirmamos con
claridad que para nosotros toda intención de apoyo a la democracia venezolana
pasa por viabilizar que el pueblo venezolano se exprese libremente, que sea la
voz del soberano la que construya la solución democrática y pacífica. Si lo que
se quiere promover es un auténtico DIÁLOGO NACIONAL, no solo un debate
partidista o institucional, entonces la NACIÓN debe hablar y ser escuchada. Y
el mecanismo que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela prevé
para tal fin es el REFERENDO REVOCATORIO. En consecuencia, el primer punto de
la agenda de todo proceso de diálogo serio en la Venezuela actual debe ser,
precisamente, como quitar los obstáculos y triquiñuelas que intentan
interferir, sabotear o postergar el ejercicio de ese derecho constitucional.
4)
Reiteramos igualmente la importancia fundamental que para brindar un marco
adecuado a un proceso de diálogo serio y útil tiene la liberación de los presos políticos, el retorno de los
exiliados y el cese de las causas judiciales originadas en la persecución
gubernamental contra la disidencia.
5)
Expresamos públicamente nuestra extrañeza por lo planteado en la rueda de
prensa por el ex presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, sobre el tema económico.
Nada de lo afirmado por Fernández formó parte de lo conversado con el ex
mandatario español Rodríguez Zapatero. De hecho, nuestra visión de la tragedia
económica que vive nuestro país difiere radicalmente de lo dicho por Fernández.
La destrucción de la economía venezolana, a la que ingresaron un millón de
millones de dólares en los últimos 12 años, no se puede explicar sin denunciar
el morbo de la corrupción oficial y la existencia de un “modelo económico” que
en vez de generar riqueza se especializa en multiplicar y distribuir
pobreza. Dicho de otra manera, en
Venezuela no hay solución económica si no hay cambio político, y al logro
pacífico de este último objetivo debe orientarse un verdadero proceso de
diálogo nacional.
La
Mesa de la Unidad Democrática reitera, pues, su seria disposición a un
verdadero proceso de diálogo, tal como lo hemos venido planteando en muchas
ocasiones. Un diálogo acompañado por
hechos, hechos que generen resultados. Un diálogo en el que sus actores tengan
la humildad necesaria para comprender y aceptar que quien debe tener la última
palabra es el pueblo venezolano, y que esa voz del pueblo, expresada a través
del ejercicio de un derecho constitucional como lo es el Referendo Revocatorio,
es lo democráticamente inapelable.
Por la
Mesa de la Unidad Democrática,
LA SECRETARÍA EJECUTIVA”
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