Por Ismael García
Hemos entrado en una etapa
crucial y determinante en el futuro democrático del país, porque debido al
gobierno más nefasto que jamás hemos tenido los venezolanos, producto de la
improvisación, de la corrupción, de la ineptitud y del analfabetismo político,
hoy estamos inmersos en la peor crisis jamás vivida, y ya desde hace algunos
meses, producto del desespero y del hambre del pueblo, hemos visto con estupor
y tristeza, la ola de saqueos a comercios y mercados, de asaltos a gandolas
contentivas de alimentos y un clima de tensión en las calles del país, porque
la gente ya no consigue qué comer, mientras en la oligarquía roja, están
“jartos” de buenos manjares y tienen a su disposición todos los productos de la
cesta básica, negados al pueblo venezolano.
De seguir así, y no es que
queramos ser pesimistas ni jugar al fracaso, estaríamos a las puertas de un
estallido social de consecuencias incalculables, y donde ninguna fuerza podrá
contener esta demostración de descontento hacía un gobierno que ha sido indiferente
ante el hambre y la salud del pueblo, y que con medidas populistas y pases de
factura, pretende mantenerse en el poder a costillas de las necesidades de
millones de venezolanos que claman justicia.
Aquí nos estamos matando
literalmente por un kilo de arroz, por un kilo de pasta o de harina pan, la
gente no tiene qué comer porque alimentos que hasta hace poco eran infaltables
en los hogares venezolanos como el queso blanco, huevos, mortadela, carne y
pollo, hoy no se pueden comer porque los precios no son accesibles para la
inmensa mayoría que en busca de proteínas, ha apelado a la compra de sardinas
frescas, huesos de res y pellejos para sobrevivir a esta condenada crisis.
Entonces frente a todo este
desastre político, económico y social en el que el gobierno inepto e incapaz de
Nicolás Maduro nos ha sumergido, hemos planteado como única salida
constitucional a este atolladero, el referéndum revocatorio con el objetivo de
que sea el propio pueblo quien revoque el mandato de este presidente impuesto y
producto de la suerte del mal, y con ello, el hambre, la miseria, la escasez,
las muertes de pacientes por falta de medicamentos y todas las amenazan que
significan para los venezolanos, el que este inquilino del poder continúe en su
cargo.
Estamos en la dirección
correcta, y venimos actuando en el marco legal y constitucional. No obstante,
el referéndum revocatorio es la salida real y más expedita para salir de este
presidente inepto y de su camarilla de corruptos que conforman la cúpula del
PSUV. Maduro utilizando las técnicas más ilegales y valiéndose del poder, ha
utilizado al Consejo Nacional Electoral como piedra de tranca para que un
proceso que debería desarrollarse en condiciones normales, se haga de una
manera traumática y con muchos niveles de estrés, y así darle largas para que
no se pueda llevar a cabo este año, aun cuando en el calendario electoral, los
tiempos favorecen no sólo a la unidad democrática, sino a la gran mayoría que
exige un cambio en la conducción política del país, porque ya no es una
cuestión de animadversión ni de diferencias ideológicas, sino de sobrevivencia
de un conglomerado llamado Venezuela.
Es por ello que con fuerza,
sin miedo y valentía desde todas las ciudades del país, marchamos para exigir a
Tibisay Lucena y al Consejo Nacional Electoral que se active el referéndum
revocatorio, porque cumplimos con la cuota exigida de firmas y no nos vamos a
calar que Jorge Rodríguez con las trampas y triquiñuelas a las que está
acostumbrado actuar, y cuatro señoras que hoy lamentablemente cumplen las
funciones de rectoras del ente comicial, torpedeen lo que es un derecho
constitucional y una exigencia de la mayoría del pueblo venezolano que quiere a
Nicolás Maduro fuera de la presidencia de la República.
Esto no lo para nadie, y por
eso el gobierno cobarde de Nicolás Maduro cada día recrudece más las medidas
represivas no sólo contra los dirigentes de la unidad democrática que hoy
estamos más fortalecidos que nunca y trabajando en bloque con un solo
propósito, sino contra un país que está pidiendo a gritos socorro. No tenemos
miedo, ni a listas intimidatorias con las que chantajea el gobierno a
funcionarios públicos que están hartos de esta autocracia; ni a los actos
violentos que propician desde el laboratorio del mal del PSUV, ni contra cualquier
expediente nefasto que pretendan sembrarnos desde el Tribunal inquisidor que
hoy es el TSJ. Vamos pa lante, sin mirar atrás. Nos quitaron tanto, que hasta
el miedo lo perdimos, así que no descansaremos ni daremos reposo a nuestros
bríos hasta haber sacado a Maduro de la Presidencia por la vía del revocatorio.
Ha llegado la hora de
decidir entre el Referéndum revocatorio o un estallido social. No obstante,
estoy convencido que el pueblo venezolano quiere una salida pacífica, en
democracia y constitucional de esta tragedia histórica llamada socialismo, para
dar paso, al cambio, al progreso, al diálogo y al entendimiento válido solo en
democracia.
11-05-16

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico