Vassilios Vassiliou, Ciaran Grafton-Clarke y Ranu Baral 20 de septiembre de 2021
@vass_vassiliou, @CiaranGrafton y @ranu_baral
Dos
semanas después de la segunda dosis de la vacuna contra la covid-19, los
efectos protectores de la misma estarán en su punto más alto.
Ahí es
cuando una persona puede decir que está completamente vacunada. Si
después de eso contrae covid-19, entonces ha sufrido una llamada "breakthrough
infection" o infección en vacunados.
En
términos generales, son infecciones similares a las de personas no vacunadas,
pero existen algunas diferencias.
Esto
es lo que debe tener en cuenta si una persona ya está completamente vacunada
(una o dos dosis, según la fórmula recibida).
Los
síntomas son diferentes
Según
el Estudio de Síntomas de Covid-19, las cinco dolencias más
comunes de una infección en vacunados son dolor de cabeza, secreción
nasal, estornudos, dolor de garganta y pérdida del olfato.
Algunos
de estos son los mismos síntomas que experimentan las personas contagiadas que
no se han vacunado. Tres síntomas en particular: dolor de cabeza, dolor de
garganta y secreción nasal.
Sin
embargo, los otros dos síntomas más comunes en los no vacunados son fiebre y
tos persistente.
Estos
dos síntomas son "típicos" de la covid-19, pero se vuelven mucho
menos comunes una vez que se ha recibido la vacuna.
Un
estudio concluyó que las personas con infecciones en vacunados tienen un 58%
menos de probabilidades de tener fiebre, en comparación con las
personas no vacunadas. Para muchos, la covid-19 se siente como un
resfriado después de la vacunación.
Esas
personas también tienen menos probabilidades de ser hospitalizadas si
desarrollan la enfermedad. También es probable que tengan menos síntomas
durante las etapas iniciales del contagio y es menos probable que padezcan la
enfermedad a largo plazo.
Las
razones por las que la enfermedad es más leve en las personas vacunadas podría
deberse a que las vacunas, si bien no bloquean la infección completamente,
pueden hacer que la persona infectada tenga menos partículas de
virus en su cuerpo.
Sin
embargo, esto aún no se ha confirmado.
¿Qué
aumenta el riesgo?
En
Reino Unido, la investigación concluyó que el 0,2% de la población, o una
persona de cada 500, experimenta una infección una vez que está completamente
vacunada.
Pero
no todos corren el mismo riesgo.
Cuatro
factores parecen influir en la protección que tiene alguien tras ser vacunado:
1.
Tipo de vacuna
El
primero es el tipo específico de vacuna que alguien recibe y la reducción
relativa del riesgo que ofrece.
La reducción
del riesgo relativo es una medida de cuánto disminuye el riesgo de que
alguien desarrolle covid-19 en comparación con alguien que no se vacunó.
Los
ensayos clínicos realizados hasta el momento mostraron que la vacuna Moderna
redujo el riesgo sintomático en un 94%, mientras que la vacuna Pfizer en
un 95%.
Las
vacunas Johnson & Johnson y AstraZeneca tienen
porcentajes más bajos, reduciendo este riesgo en aproximadamente un 66% y
70%, respectivamente, (la protección ofrecida por AstraZeneca pareció aumentar
al 81% si se dejaba un intervalo más largo entre dosis).
2.
Tiempo transcurrido desde la vacunación
Las
cifras de riesgo relativo no son el único factor.
Es
cada vez más evidente que el tiempo transcurrido desde la vacunación también
es importante. Y es una de las razones por las que el debate sobre una dosis
extra, de refuerzo, está aumentando en el mundo.
Las
primeras investigaciones, que aún deben ser revisadas por otros científicos,
sugieren que la protección de la vacuna Pfizer disminuye durante los seis
meses posteriores a la vacunación.
Es
demasiado pronto para saber qué sucede con la eficacia de la vacuna más allá de
los seis meses, pero es probable que se reduzca aún más.
3.
Variantes
Otro
factor importante es la variante del virus a la que se está expuesto.
Las
reducciones de riesgo mencionadas anteriormente se calcularon en gran medida
probando vacunas contra el primer tipo del virus SARS-CoV-2.
Pero
cuando se enfrenta a la variante alfa, los datos del Instituto de Salud Pública
de Inglaterra sugieren que dos dosis de la vacuna Pfizer ven reducida su
efectividad al 93%. Y contra la delta cae al 88%.
La
vacuna AstraZeneca también se ve afectada de forma similar.
El
Estudio de Síntomas de Covid-19 respalda todo lo anterior.
Sus
datos sugieren que de dos a cuatro semanas después de que alguien reciba una
segunda dosis de Pfizer, tiene alrededor de 87% menos probabilidades de tener
síntomas de covid-19 al exponerse a la variante delta.
Después
de cuatro a cinco meses, esa cifra cae al 77%.
4. Tu
sistema inmunitario
Es
importante recordar que las cifras anteriores se refieren a la reducción
promedio del riesgo en una población.
El
riesgo individual de una persona dependerá de sus propios niveles de
inmunidad y de otros factores específicos (como su grado de
exposición al virus, lo que podría estar determinado por cosas como dónde
trabaja).
El
buen estado inmunitario generalmente se reduce con la edad.
Las
condiciones médicas a largo plazo también pueden afectar nuestra respuesta a la
vacunación. Por lo tanto, las personas mayores o las personas con sistemas
inmunitarios comprometidos pueden tener niveles más bajos de protección
inducida por la vacuna, o pueden ver que su protección disminuye más
rápidamente.
También
vale la pena recordar que los más vulnerables desde el punto de vista clínico
recibieron sus vacunas primero, posiblemente hace más de seis meses, lo que
puede aumentar su riesgo de experimentar una infección debido a la disminución
de la protección.
¿Hay
por qué preocuparse?
Aun
considerando lo anterior, las vacunas reducen enormemente las posibilidades de
contraer covid-19. También protegen en un grado mayor contra la
hospitalización y la muerte.
Sin
embargo, es preocupante ver infecciones en vacunados, y la inquietud es que
podrían aumentar si la protección de la vacuna, como se sospecha, cae con el
tiempo.
Por lo
tanto, los gobiernos están considerando ofrecer una dosis de refuerzo a los más
vulnerables y también están considerando si deberían extenderse a otros.
Francia
y Alemania ya están planeando ofrecer dosis adicionales a grupos que se
considera que tienen un mayor riesgo.
Pero
incluso si no se ofrecen, esto no debe interpretarse como que las vacunas no
funcionan.
Y,
mientras tanto, es esencial promover la vacunación entre todas las personas que
aún no han recibido sus dosis.
Tomado
de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-58591635
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