Rafael Veloz García 21 de abril de 2022
@Rafaelvelozg
El
principio de institucionalidad debemos concebirlo como un aspecto fundamental e
imprescindible para el qué hacer político. La institucionalidad corresponde al
ascenso social del hombre y como tal, es un situación en la que una sociedad
funciona efectivamente, por la creación de sus normas de autorregulación que
ella misma se impone.
Este
tema fue uno de los enfoques principales que abordé en mi condición de
Coordinador Nacional del sector Voluntad Popular Gremios, durante la Asamblea
Nacional de Activistas (ANA), que contó con una alta participación de líderes
de la tolda naranja del país y de los que se encuentran en el exterior. La ANA
mostró los deseos y la determinación de todos ellos de no detenerse ni un
segundo en su trabajo y su lucha para lograr la libertad en Venezuela.
El evento contó con la participación del Responsable Nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, así como la del colega diputado Freddy Superlano, quien encabeza la Comisión para la Revisión, Actualización y Legitimación de las autoridades de nuestro partido y la del coordinador para La Mejor Venezuela, Cipriano Heredia, entre otros.
Como
resalté en las primeras líneas del presente artículo, la institucionalidad es
un asunto que compete a todos los ciudadanos, por lo que es menester que se
conozca su valor en la democracia en lo concerniente a las instituciones,
especialmente las políticas, que es el caso que nos ocupa.
La
institucionalidad se refiere a los valores, principios, estructuras colectivas,
etc., que permiten el normal desarrollo de la sociedad, pero también
corresponde al estado de derecho y a la separación de poderes, para que el
Estado pueda funcionar en beneficio de los ciudadanos. En consecuencia, podemos
afirmar que en Venezuela no existe institucionalidad en el Estado, cuya raíz
fue la farsa electoral de mayo de 2018, que ha permitido a Nicolás Maduro
usurpar el poder y a la falta de independencia de los poderes públicos que se
genera de la propia usurpación. La historia la conocemos todos. Al no existir un
presidente de la república electo como pauta la constitución, Juan Guaidó,
quien encabezaba la legítima Asamblea Nacional, se juramentó en el cargo ante
el pueblo el 23 de enero de 2019, amparado en el artículo 333 de la carta magna
(por lo tanto, no se autoproclamó).
Los
partidos políticos forman parte de la institucionalidad. Y como tal, son las
instituciones que deben darle el valor a la futura democracia que hoy se está
construyendo desde Voluntad Popular para la sociedad venezolana. Y estamos
conscientes que en la medida en que continúe su proceso de evolución, se
constituirá en la institución que los venezolanos requieren para impulsar esa
Nueva Democracia que hoy es impostergable y necesaria.
Desde
Voluntad Popular Gremios estamos enfocados en ello. Uno de los objetivos será
diseñar una novedosa institucionalidad, donde los ciudadanos participen,
deliberen y lleguen a los acuerdos en el proceso y en su modelo de
gobernabilidad, con la finalidad de acercar al gobierno y al gobernante a los
ciudadanos. Estamos hablando de una propuesta al país que, por supuesto, en su
contenido tenga como norte cumplir con nuestra meta de la Mejor Venezuela, el
mejor estado, el mejor municipio, parroquia y comunidad. Todo con base en una
democracia que se apoye en el contexto de la institucionalidad, para que los
deberes y derechos se impongan como resultado de la calidad de democracia que
vamos a construir, lo que permitirá consolidar y hacer realidad nuestro
paradigma de “todos los derechos para todas las personas”.
En la
Asamblea Nacional de Activistas de Voluntad Popular Gremios, presentamos un
adelanto de algunas consideraciones, contenidos conceptuales y situacionales de
tácticas y estrategias de política nacional, para ir ordenando ideas que puedan
complementar el plan, los proyectos y los programas de la futura conducción
política de nuestra organización, una vez cumplido el proceso de renovación y
legitimación de sus autoridades, el cual se encuentra en pleno desarrollo y en
el que se respetará la voluntad de los activistas de Voluntad Popular y los
consensos bien entendidos.
En
este sentido, la misma ANA del sector Gremios de VP, fue propicia para exponer
en este primer enfoque la tesis que estamos preparando para el próximo Congreso
de Ideas de nuestra tolda política, para definir en colectivo lo que la
prospectiva histórica nos exige para seguir avanzando.
Para
el cambio de rumbo en el país, fundamental es el ejemplo dado por Barinas en
las elecciones regionales del 21 de noviembre de 2021 y del 9 de enero de este
año. Barinas, con el liderazgo de Freddy Superlano de Voluntad Popular, ha
emergido como las islas volcánicas en el ideario nacional. Así lo perciben los
ciudadanos. Es el cómo de lo que debe hacerse en todo el territorio nacional
llegado el momento de las elecciones presidenciales y a la Asamblea Nacional
justas, transparentes y verificables que nos deben y que promueve el Movimiento
Salvemos a Venezuela. Si se logró en Barinas, es nuestro deber repetirlo en
todo el país.
Hoy
reiteramos nuestro reconocimiento a Leopoldo López, como líder impulsor,
inductor y activista de la fundación de nuestra organización política, que está
llamada a la grandeza. A quienes nos toque la responsabilidad de continuar
sosteniendo las riendas de Voluntad Popular, conjuntamente con los mejores
profesionales, técnicos, empresarios, comerciantes, etc., tenemos el deber de
construir un liderazgo corporativo que impulse la Unión Nacional, así en
mayúsculas, porque se trata de la unión política, social o del pueblo y de
movilización y acción, para lograr estimular el diálogo nacional.
Otros
podrán hacer una pausa y dejar lo que se puede hacer hoy para mañana. En
Voluntad Popular nada ni nadie nos detendrá en nuestro camino hacia la paz, la
libertad y el progreso.
Rafael
Veloz García
@Rafaelvelozg
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