Alonso Moleiro 02 de mayo de 2016
El
escritor e intelectual chileno, profundo conocedor de la realidad nacional,
considera que están dadas "las condiciones objetivas y las
subjetivas" para llevar adelante un proceso político consultivo exitoso,
que produzca un cambio definitivo en el actual estado de cosas en el país.
Mires coincide en que el riesgo del fracaso existe: "si la gente no actúa
claro que no sucederá nada". Pide, por último, no tomarse a la ligera la
importancia de los segundos que corren: "se los dice uno que ha sido
radicalmente moderado"
Uno de
los aspectos más notorios de la situación en Venezuela es la renuencia a salir
a la calle manifestarse. Luego de 17 años pesa el agotamiento.
- Sí.
Hay que hacer el esfuerzo. Lo que pasa es que es el momento. Si los políticos
no salen a la calle, no se defienden, los van a acusar de no haber hecho nada.
A la gente le están quitando todo. Es un robo masivo. Yo no conozco una
situación igual en ninguna parte del mundo. Estoy convencido de que hay que
extremar las reservas que los partidos políticos de la MUD, cada uno de ellos,
pueda tener en este instante. No es por razones belicistas que expreso esto: es
que de verdad no veo otra alternativa.
-
¿Puede suceder eso que ciertos escépticos ontológicos tanto predican? ¿Que las
cosas se seguirán deteriorando a una alta velocidad, y no que finalmente, no
sucederá nada?
- Si
no se hace nada, si los partidos políticos no hacen nada, naturalmente que no sucederá
nada. Se puede extender. Todo depende de cómo se hagan las cosas. No creo
que se trata de decir nada más "a la calle". Hay que salir a
defender, entre otras cosas, el fuero de la Asamblea Nacional. Debe ser
"nuestra" Asamblea, la de la ciudadanía, no algo que le pertenezca a
la MUD. Todos los venezolanos pierden con esta situación. Los chavistas
también. La defensa de la Asamblea Nacional debe ir enmarcada en la
convocatoria a la Elección Revocatoria. A Maduro le gusta presentar toda
la gestión del Revocatorio como un intento de golpe. Es necesario insistir
en la idea de la Elección
- ¿Qué
piensa usted que pueda pasar en Venezuela si esas elecciones no son este año?
- No
me atrevo a decirlo. Hay un abanico de suposiciones, ninguna se materializa. Estoy
creyendo mucho en el poder de la contingencia. Siempre suceden cosas, la
realidad nunca se queda quieta. Pueden suceder imponderables que desencadenen
cosas, nuevos escándalos, revelaciones, hechos.
-
Alguna movida brusca de poder.
-
Exactamente. Hasta eso.
-
¿Cómo explicarse la conducta del chavismo en este momento? Parecen decididos a
provocar una crisis aún más grave de la que existe.
- Me
pongo en el lugar de ellos. Es difícil, pero lo hago. Pienso que, después
de todo, lo que han hecho lo han hecho bien. Comprendieron que la Asamblea
tiene un mandato poderoso, derivado del hecho electoral, tan importante como el
que puede tener el Ejecutivo, y decidieron mover todas las piezas que tienen
para neutralizarla. El CNE, el Ejército, el TSJ. Un búnker hecho para
proteger al Gobierno. Han estado tan ocupados en blindarse a sí mismos, en
mantenerse en el poder y en pelear con la Oposición, que ya no gobiernan. Puede
ser un boomerang en contra de ellos.
- El
estado vigente en Venezuela es el de la anomia. El hombre como lobo del
hombre.
- Hay
un desmantelamiento institucional notorio. No hay instituciones en Venezuela;
hay masas. Pero en esas masas hay un sentimiento. No debemos minimizar eso,
sería un grave error. He podido palparlo personalmente. La gente tiene un
diagnóstico, sabe por qué suceden las cosas, sabe que la están robando, que
otros se benefician. Hay conciencia.
-¿Cual
será el papel de Capriles Radonski en este trance?
- Se
la ha jugado por el Revocatorio desde el comienzo, como la medida más radical,
porque implica participación popular. Está lanzado adelante. Vamos a ver si
puede movilizar.
- Las
posibilidades de fracaso en todo este intento son objetivas.
- Es
una apuesta. Pero toda alternativa política lo es. En todo se puede perder.
Esto no sería una "segunda salida". Es otra cosa. Se parte
del principio de que somos mayoría clara. Hubo un momento para acumular fuerzas
en la Oposición; ya no, yo pienso que las fuerzas ya están acumuladas. Hay que
apostar por la movilización.
- ¿No
descarta usted que se produzcan, entonces, movilizaciones nacionales en el
corto plazo?
-
Pienso que se van a producir muchas en el cortísimo plazo. De acuerdo a lo
que palpo, a lo que he conversado, es una realidad a punto de desarrollarse. No
soy de los que piensa que no va a pasar nada. Al contrario. Pasarán muchas
cosas, y serán las más duras en toda la historia que comprende el chavismo.
- ¿Por
qué habrá perdido el chavismo, Maduro en particular, tantas ocasiones para
rectificar?
- Aquí
hay un conflicto asimétrico. El Gobierno no piensa políticamente, piensa
militarmente. Está obligado a hacerlo ya. Agotaron sus reservas políticas. Se
están aislando, incluso, internacionalmente. Como dirían los
marxistas-leninistas, las condiciones objetivas para un cambio democrático
están dadas. Y, de acuerdo a lo que escucho en las calles en esta visita, las
subjetivas también. Me cuentan que el interior esté peor.
- ¿Qué
hay de una respuesta militar? ¿De una situación de facto, de la violencia?
- Esas
son posibilidades. La otra es un golpe bonapartista: que un gobierno militar
ejerza el control del país y el arbitraje a una eventual transición. Es una
entre 100 posibilidades. Pero me llama la atención que haya sido descartada
cuando es una de las que puede materializarse. El ejército purga sus tensiones
y se erige como factor de orden, como árbitro. Con ello las Fuerzas Armadas
obtendrían un respaldo popular muy superior al que tiene Maduro, que incluya incluso
a sectores de la Oposición.
- Es
probable que en las instancias administrativas de los poderes públicos que
domina el chavismo TSJ, CNE, Fiscalía, Defensoría haya mucha gente haciéndose
preguntas, pensando en silencio en el fin de esta pesadilla.
- Ayer
me decían que el poder en este momento, las decisiones, descansan en cinco
personas: Maduro y su esposa Cilia; Diosdado Cabello; Jaua; Jorge Rodríguez y
la hermana. Rodilla en tierra, defienden los últimos restos, se instalan en las
últimas barricadas y lo hacen, de acuerdo a la visión que tienen de sí mismos,
con honor y gloria. Si eso significa que es necesario asesinar a todo un
pueblo, pues pueden tenerlo computado.
-
¿Puede aguardar la población la esperanza de que el desenlace de esta crisis sea
incruento? ¿O no del todo cruento?
- Eso
dependerá de cómo se desenvuelvan algunas cosas. Hay algunos factores
imprevisibles. Uno de ellos es cómo se va a comportar el Ejército, si está
dispuesto a jugar ese papel de cordón sanitario. Que se organice una ronda
ancha en torno al equipo de gobierno, pero no angosta, como es ahora, sino
amplia, y se le obligue a Maduro a corregir el rumbo económico, a tomar
decisiones sensatas, que se gobierne para todo el país y que se le conceda a la
Asamblea Nacional algo de autonomía.
- ¿Qué
piensa que puede suceder si la consulta termina ejecutándose en 2017? ¿El
Gobierno colocará a su Vicepresidente, como si nada hubiera pasado, sea
Aristóbulo Istúriz o cualquier otro, o el resultado electoral genera una nueva
realidad, no tan literal, y termina forzada una negociación con la transición?
- Ahí yo creo que se abriría un abanico de posibilidades. Ellos se echarían la culpa unos a otros de la derrota, entre otras. No olvidemos algo: los chavistas conservan todavía cierto apoyo popular. Cuidado con eso. No sería una guerra civil, pero sí un choque de trenes no deseable.
- Ahí yo creo que se abriría un abanico de posibilidades. Ellos se echarían la culpa unos a otros de la derrota, entre otras. No olvidemos algo: los chavistas conservan todavía cierto apoyo popular. Cuidado con eso. No sería una guerra civil, pero sí un choque de trenes no deseable.
- Lo
que sucede en Argentina y Brasil puede inclinar las cosas a favor de la
Oposición muy pronto. Y con fuerza. El rostro de espacios como Mercosur, e
incluso Unasur, podrían cambiar con Maduro.
-
Definitivamente. Podría incluir a los uruguayos también.
-
¿Considera usted decisivo, y además viable, que se pueda invocar la Carta
Democrática de la OEA?
- Es
bueno que exista, pero no es determinante. Estamos en el momento de la
"guerra" de movimientos, no de posiciones. Imagino un escenario en el
cual haya manifestaciones en todo el país, que pueda canalizarse,
pacíficamente. He conversado largo, largo, con la dirigencia venezolana. Hay
claridad en los objetivos. Claro, hay mucha indignación, como la que tiene la
gente en las calles, a veces hay que pararlos, conversarles. Es normal. Lo
importante acá es no abandonar ni un segundo la ruta electoral.
-
¿Siente usted que vale la pena enarbolarle responsablemente a los venezolanos
la bandera de la esperanza? Mucha gente piensa que acá no queda nada que hacer
ya.
-
Bueno, claro, si no pasa nada la esperanza se va a perder. La anomia, no ya
social, sino política: eso sí que es grave. El "que se vayan todos",
los escenarios de Grecia o Argentina. Lo importante es que hay que saber
reconocer el momento. El juego sigue abierto. "La Salida" no estaba
en su momento; las condiciones no estaban dadas. Ahora sí, sin ninguna duda.
Llego el momento . Las condiciones para el cambio han madurado. Se lo
estoy diciendo yo, que he sido radicalmente moderado. Si no es ahora, no
es nunca.
- Por
último. ¿Qué le hace estar tan pendiente de Venezuela? Un intelectual tan
fecundo podría tener, también, otros frentes, otros intereses. Usted se ha
aproximado a lo que nos pasa, cosa que acá todos le agradecen, con la pasión de
un venezolano.
- He
venido mucho; tengo una enorme cantidad de amistades y relaciones en
Venezuela. Son ligamentos que se tejen; correspondencias, cartas. Se lo
atribuiría a la poderosa importancia de las relaciones privadas en lo político.
Por eso no las quiero aludir por completo. Son privadas. Hay un segundo
motivo: siento que estoy cumpliendo con Venezuela aquello que dejé abierto en
Chile, en mi juventud. De joven era de extrema izquierda, estaba metido en una
lucha feroz en la Unidad Popular, y el golpe de Pinochet se lo llevó todo.
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