Por Froilán Barrios
No le importa anunciar los motores del
desarrollo que luego se han fundido en el camino, al ser solo eso, propaganda y
mentiras repetidas mil veces anualmente, que al poco tiempo han mordido el
polvo de la realidad al caerse por su propio peso, una parte es por la
ignorancia revestida de presidente y por la otra, brutales políticas públicas
orientadas al saqueo de la riqueza nacional, y al mantenimiento del poder bajo
la égida de la agenda impuesta desde La Habana por el castrismo.
¿Como se explica un “crecimiento económico”
para 2022 luego de haber caído en barrena la economía desde 2013 hasta el 2021
alrededor de 80% de la riqueza nacional, es decir del PIB? En resumen, más de
tres cuartas partes de nuestra economía literalmente ha desaparecido, por la
gestión de un régimen criminal que pretende presentar una recuperación a partir
de la venta como chatarra de los bienes nacionales.
La gran excusa enarbolada por la dictadura ha sido las sanciones emitidas por Donald Trump desde 2017 y la Unión Europea, aun cuando el desastre se había iniciado 4 años antes. Lo cierto del caso es que presentar como recuperación para 2022 el aumento de la producción petrolera a un millón de B/D, parte de falsas cifras contrarrestadas en la OPEP y por expertos petroleros como Francisco Monaldi y José Toro Hardy, quienes indican la producción real no sobrepasa los 800.000 B/D, evidenciando a una Pdvsa en la ruina incapaz de reiniciar las operaciones de nuevos taladros.
¿Cuál es entonces la recuperación económica?
La burbuja de falsos Starbucks, Wal-Mart, Amazon, o el surgimiento de casinos y
bodegones, a los que tienen acceso tan solo de 5% a 10% de la población, ya que
90% restante sobrevive en condiciones de pobreza generalizada batallando
obtener un ingreso solo para la comida.
Incluso algunos economistas se detienen en
los fríos números de la inflación como señal positiva, nada más artificial en
el caso venezolano, aun cuando le han inyectado desde octubre alrededor de 180
millones de dólares para sostener la paridad del bolívar digital ante el dólar
a 4,50 y 4,75 bolívares, la inflación continúa encareciendo al dólar en el
comercio diario, hasta que se reviente el dique y se repita lo sucedido con el
bolívar fuerte (2008) y el bolívar soberano (2018).
En realidad, la economía también incluye indicadores sociales cuyo deterioro determinan que no puede haber recuperación económica, con salarios, pensiones y jubilaciones que ocupan el último lugar a escala continental y planetaria, con servicios públicos precarios que impactan a más de 90% de la población, con el ahogo paulatino al sector privado que ha derivado en el cierre de 80% del parque industrial y la pérdida de millones de puestos de trabajo, con la suspensión indefinida de los contratos colectivos y la libertad sindical.
La propaganda gubernamental sobre un país
idílico no hará que regresen los millones de venezolanos esparcidos por el
mundo, quienes prefieren morir en el intento que regresar al infierno y la
desolación que sufre a diario cada habitante en el territorio nacional,
víctimas del gobierno de una minoría criminal que disfruta del poder bajo
dictadura.
05-01-22
https://www.elnacional.com/opinion/2022-cual-crecimiento-economico/
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