Luis Ugalde S.J. 06 de enero de 2022
Siempre
he sido contrario a las sanciones que se imponen como un castigo a una falta no
existente. Millones de venezolanos sufrimos hoy víctimas de las sanciones. Hay
sanciones legítimas e ilegítimas. Las que fueron injustamente impuestas deben
desaparecer cuanto antes; de ello depende la vida de los venezolanos y el
futuro de nuestra nación.
Sería
lamentable que empezáramos el año resignados y con ganas de olvidarnos de las
sanciones. No, por lo contrario, este año 2022 debe estar centrado en la
rebeldía contra las sanciones, reafirmando la vida digna de todos los
venezolanos y el acuerdo nacional para su recuperación.
Los sancionados de la dictadura
Primero
fueron y siguen siendo los sancionados de la dictadura y sus disparatadas
políticas económico-sociales. El que pone las causas es culpable de los
efectos:
Sancionados
los 6 millones de venezolanos expulsados del país y el millón adicional de
2022.
Sancionados
los millones de empleados públicos castigados a sobrevivir con salarios de
menos de 10 o 20 dólares mensuales.
Sancionados
los millones de trabajadores sin trabajo, o con trabajo sin ingresos.
Sancionadas
las víctimas de miles de empresas cerradas.
Sancionadas
las universidades de financiamiento oficial condenadas a recibir menos del 10%
del presupuesto necesario.
Sancionado
todo el sistema educativo que viene en ruina desde antes de la pandemia con
cientos de miles de educadores despojados de su sueldo vital.
Sancionados
los médicos, las enfermeras y todos los venezolanos necesitados del sistema
público de salud que tenían y hoy en la ruina.
Sancionados
los millones de venezolanos que cotizaron al Seguro Social, ahora obligados a
vivir de la limosna.
Sancionados
somos todos los que teníamos servicios públicos de luz, agua, seguridad,
transporte… y se nos han arrebatado.
Sancionados
los agricultores condenados a no poder producir ni 30% de lo que producían.
Sancionados
los presos políticos maltratados y los políticos perseguidos, exiliados,
escondidos y silenciados por graves amenazas.
Sancionada
la población entera despojada de medios de comunicación social expropiados,
cerrados y censurados.
Sancionados
los militantes y dirigentes de los partidos políticos despojados para
entregarlos a los amigos de la dictadura.
Sancionados
todos los venezolanos despojados de su Constitución y de los derecho humanos
consagrados en ella.
Como
la lista es mucho más larga y no nos cabe en el artículo, recomendamos al
lector que la vaya completando por su cuenta en sus ratos libres.
Las
sanciones a los sancionadores
Esas
violaciones sistémicas y sistemáticas han llevado a los gobiernos de EE.UU. y
otros, a imponer al régimen venezolano duras sanciones contra los violadores,
con la intención de obligarlos a devolver la vida a decenas de millones hoy
secuestrados.
Necesitamos
también liberarnos de las sanciones internacionales que afectan toda la nación
y su recuperación. Más aún, necesitamos urgentemente de una decidida política
de cooperación internacional con flujo de inversiones e intercambio económico
libre y con garantías. Por duro que suene, hay que reconocer que con las
sanciones de uno y otro lado no tenemos futuro con este régimen ni con otro.
Acuerdo,
abrazo y reconstrucción
Venezuela
ha sufrido momentos trágicos en su vida con guerras muy destructivas que se
terminaron con el abrazo de quienes se estaban matando. Cito solo nuestra
Guerra de la Independencia, la más fratricida de Las Américas; el increíble
abrazo del general español Morillo y del Libertador Bolívar en Santa Ana, con
su correspondiente armisticio fue el paso para la retirada definitiva del
dominio español.
La
Guerra Federal fue también de muerte y de episodios salvajes; pero agotadas las
arcas y las fuerzas, ambos bandos entendieron que las lanzas, los fusiles, los
machetes y el odio entre venezolanos prolongaban sin fin la cadena de muertes.
Por eso concluyeron en el Tratado de Coche firmado por los representantes de
Páez y de Falcón (24-4-1863). Acuerdo con puntos concretos para cambio de
gobierno y de régimen. El Acuerdo de Coche incluyó tres puntos fundamentales:
1) Asamblea Nacional de 80 miembros, la mitad escogidos por el Presidente
Provisional de la Federación (Falcón) y la otra mitad por el Jefe Supremo del
Gobierno (Páez); 2) Renuncia del Presidente Páez ante esa Asamblea; y 3) un
Ejecutivo Transitorio. Con ello llegaron los liberales al poder.
Hoy el
Acuerdo necesario es para el regreso en serio de la Constitución que el mismo
régimen elaboró hace 20 años y luego decidió violarla sistemáticamente, cuando
el voto popular le impidió cambiarla.
Venezuela
hoy no tiene más salida que el Acuerdo de México (internacionalmente asistido) donde
las partes asumen la disolución de este sistema funesto restableciendo la
Constitución con algunas reformas básicas acordadas, como volver al parlamento
bicameral, eliminar la reelección, reducir el período presidencial de seis
años. Esto significa eliminar las sanciones y las antisanciones, realizar
elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y emprender la reconstrucción
económico-social, hoy disminuida a menos del 25% de su capacidad; reducida a la
miseria.
Estoy
seguro de que más del 90% de los venezolanos quiere esto en 2022, sabe que es
imprescindible para recrear con esfuerzo renovado una Venezuela productiva,
plural e inclusiva; es el necesario y esperanzado renacer de la República. Es
la Venezuela que nace de nuevo sin sanciones.
Luis
Ugalde S.J.
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