Rafael Veloz 12 de enero de 2022
@Rafaelvelozg
La
victoria alcanzada por el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
en Barinas, Sergio Garrido, el pasado domingo 9 de enero de 2022, representa
sin duda un triunfo simbólico de grandes dimensiones en la lucha contra el
régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Pero además, los ejemplos de dignidad y
democracia que dieron el pueblo barinés y la dirigencia política opositora son
dignos de resaltar en lo que a la postre se tradujo en una fiesta en cada
rincón de Venezuela.
Vale recordar cómo se llegó a esto. En el evento electoral del 21 de noviembre de 2021 el pueblo de Barinas eligió a Freddy Superlano como gobernador, para poner el punto final a 22 años de dominio en el cargo de la familia de Hugo Chávez. Sin embargo, las actas con la voluntad del pueblo fueron secuestradas por los militares y ocho días después el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), convertido en el bufete de Maduro, tras un recurso de amparo interpuesto por un diputado alacrán, que más temprano que tarde será juzgado por sus delitos, anuló el resultado y ordenó que se repitiera la elección el 9 de enero 2022, bajo el alegato de que sobre Superlano pesaba una inhabilitación dictada por la espuria Contraloría General de la República, órgano que no está facultado para cercenar los derechos políticos de nadie. Todo sucedió ante las narices del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuyo presidente hizo silencio ante tal aberración. La verdad es que esa inhabilitación no existía, fue forjada tras la victoria de Freddy Superlano. No puede haber otra explicación, porque si fuera lo contrario ¿por qué el CNE lo dejó participar en el evento electoral del 21N-2021?
Posteriormente,
también fue inhabilitada de manera inconstitucional Aurora Silva, esposa del
diputado y dirigente de Voluntad Popular, Freddy Superlano, quien legítimamente
como su marido aspiró al cargo. Al final le correspondió a Sergio Garrido,
exconcejal del municipio Barinas y quien resultó electo diputado al Consejo
Legislativo el 21 de noviembre, llevar las banderas de la MUD para el proceso
del 9E.
En
torno a Garrido se aglutinaron en ejemplarizante unión los partidos de la
Unidad. Incluso Freddy Superlano, el despojado ganador del 21N, hizo como suya
la campaña electoral para sumar aún más votos para la causa opositora. El
pueblo entendió bien lo que debía hacer y salió a votar en mayor número en esta
ocasión para complicarle las cosas al régimen, quien presentó como candidatos
al excanciller e insípido político Jorge Arreaza y a Claudio Fermín, que una vez
más se convirtió en marioneta de Maduro.
Casi
al final de la noche la junta regional electoral de la entidad llanera anunció
que Garrido era el próximo gobernador de Barinas al alcanzar el 55,37% de los
votos, frente al 41,26% del abanderado del régimen, mientras que Fermín logró
un pírrico 1,77% de los sufragios del electorado.
De
esta manera, el ventajismo del régimen también quedó derrotado. No solo
impusieron de candidato a un elemento ajeno a Barinas, el cual hizo campaña
electoral regalando electrodomésticos y que contó con personas llevadas desde
el estado Carabobo para vigilar el proceso y del inconstitucional cuerpo de
Milicianos para otros fines. Además, impidieron a Garrido el empleo de los
medios de comunicación, en especial los audiovisuales, para llevar su mensaje a
los ciudadanos. Nada de eso les valió, salieron con las tablas en la cabeza.
En
nuestro artículo de opinión que salió publicado el 1º de diciembre de 2021,
advertimos que sería muy alto el costo político que tendría que pagar Maduro,
por las acciones que llevaron al robo de las elecciones regionales en Barinas
el 21N. En principio quedó claro que era cierto lo dicho por los observadores
de la Unión Europea en sus conclusiones, al destacar la “falta de independencia
judicial y el irrespeto al estado de derecho”, que “afectaron desfavorablemente
a la igualdad de condiciones” el 21N. Ese costo político es más elevado ahora,
porque al perder esos comicios de nuevo y de manera más contundente, quedó
claro que el grito de cambio no solo proviene de Barinas, sino de todo el país,
pues por los cuatro costados de la nación los ciudadanos se identificaron con
los barineses y su lucha, expresando todo su apoyó, como quedó reflejado en las
redes sociales. En otras palabras, Barinas fue el espejo de todo el pueblo de
Venezuela que alimentó más su esperanza con los resultados alcanzados.
Dormirse
en los laureles, jamás
En la
vida, pero en especial en la política, resulta un grave error dormirse en los
laureles, una frase que tiene su origen en el Imperio romano y que quiere decir
que después de alcanzado el triunfo no podemos descuidarnos y entrar en modo de
desgano.
Hay
que entender que en Barinas se ganó una batalla, pero no la guerra. Y puede
incluso que ni en Barinas todo haya concluido. A quién puede sorprender por
ejemplo que Maduro recurra al inconstitucional expediente de designar un
Protector en la entidad llanera y/o proceda a arrebatarle competencias al
gobernador electo y los recursos económicos que del Situado Constitucional le corresponden,
todo en aras de hacer de la gestión de Garrido un fracaso. Hay que tener claro
que al régimen, que es en extremo maluco y criminal, no le interesa la gente
por lo que cualquier barbaridad puede hacer. En este caso, el pueblo de Barinas
deberá luchar a brazo partido junto a su gobernador y los líderes opositores
para hacer frente a estas situaciones.
Cuando
uno analiza a fondo lo sucedido en Barinas nos damos cuenta del real peso y valor de la unidad.
Con unidad de propósitos y objetivos, como dijo el Presidente (E) de Venezuela,
Juan Guaidó, pueden venir sin duda nuevas victorias, incluso mayores. Ese es el
mensaje que nos dejó Barinas este 9 de enero y que nosotros como dirigentes
políticos debemos hacer propio, dejando de lado los egos y los intereses
partidistas y personales.
El
mensaje que nos dejó Barinas nos impone la construcción de más fuerza en torno
al Acuerdo de Salvación Nacional, cuya base central y más sólida es la
negociación de Ciudad de México entre el régimen y la verdadera oposición del
país, que debe reiniciarse para lograr la salida de la grave crisis política
del país mediante unas elecciones con mejores condiciones presidenciales y a la
Asamblea Nacional. libres, justas y verificables, que es lo que esperan los
venezolanos y el mundo libre, lo que no cierra las puertas para explorar otras
vías que persiguen igual objetivo.
Barinas
habló y fuerte. Nos dijo que sí se puede y en eso debemos trabajar todos bien
unidos con más ahínco que siempre…
Rafael
Veloz
@Rafaelvelozg
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