Luis Ernesto Aparicio M. 16 de febrero de 2023
Curioso
título, dirán muchos. ¡¡¡Y con razón!!! Pero ha sido más inspirado por una
consulta que me hiciera una muy apreciada amiga y colega. La hizo por aquello
de que hay ejemplos a los que vale la pena estudiar hasta encontrar la
posibilidad de obtener los mismos resultados que se obtiene desde la figura u organización
ejemplarizante. Y aunque me he resistido a la tentación de opinar sobre algunos
asuntos dejados atrás, cerrados, su consulta ha abierto esa puerta nuevamente.
La pregunta concreta se refería al proceso de selección al Salón de la Fama del Béisbol Americano o National Baseball Hall Of Fame, como se conoce en inglés. Obviamente, la curiosidad me invadió y pensé que mi amiga estaba interesada en convertirse en una reportera de ese maravillo deporte o, simplemente estaba pensando en algunos peloteros venezolanos que mantienen sus aspiraciones de entrar al museo ubicado en el estado de Tennessee, en un pueblo llamado Cooperstown, por supuesto en los Estados Unidos.
Y para
mi mayor sorpresa, ella me comentaba que había alguien que le trataba de
explicar de cómo, para las elecciones primarias de la oposición venezolana, se
deberían crear unas normas más allá del voto jerarquizado y preferente.
Todos
sabemos que el Salón de la Fama, es donde ingresan aquellos jugadores
–peloteros– que se hayan destacado en el béisbol que se juega en los Estados
Unidos. Ahora bien, ese ingreso no está definido por un capricho, ni mucho
menos por una preferencia de una persona en particular. Para resolver una
situación de esa naturaleza la liga de béisbol norteamericano buscó la mejor
fórmula para evitar los efectos de una decisión aprovechada, aunque sí
individual. Para lograrlo, necesitaban contar con unas personas que se
encargaran de la selección, pero también con un proceso muy bien reglamentado.
Así
fue como se apoyaron en los expertos: los cronistas o periodistas que siguen,
día a día, todas las jugadas los peloteros. Que conocieran, incluso, desde sus
virtudes como jugador, hasta su personalidad más allá de la línea de cal. De
allí que decidieran entregar el proceso de selección a quienes se habían
constituido como la Asociación de Escritores de Béisbol de América. En esta
organización se agrupan todos los profesionales del periodismo que escriben
para periódicos, revistas y sitios digitales calificados.
Ahora
bien, ¿todos los integrantes de la Asociación participan en el proceso de
selección para el ingreso al Salón de la Fama? Pues no. Solo aquellos que
tengan 10 años, o más, continuos en la referida organización, se encuentran en
capacidad de votar para la selección de los próximos integrantes al templo del
béisbol de los Estados Unidos.
Dicho
esto, entramos al proceso de selección, donde se imponen las reglas para ello.
Los jugadores –entre 25 a 40– son anotados en una boleta, que es distribuida a
los integrantes de la Asociación. Con esto se inicia el proceso de selección
–cada escritor puede elegir hasta 10 jugadores– y quien obtenga el 75% de los
votos, es exaltado.
Como
vemos, es un proceso sencillo, solo que es manejado por una especie de consejo
electoral, que en todo caso son las Grandes Ligas y hay unos, muy selectos,
electores. Cada uno de estos, posee cualidades que les destacan como escritor y
conocedor del béisbol. Tienen su preferencia, pero también tienen el peso de
los datos que deben recopilar para entender que su voto vaya más allá de sus
sentimientos, aunque cueste un poco evitarlo.
En el
proceso electoral de las primarias de la oposición, pueden existir muchos
detalles que le hacen diferente a un proceso tipo Salón de la Fama. Hay
unos presupuestos políticos que deben ser cubiertos. No existe la
firmeza de las estadísticas para una selección y lo que es más importante,
muchos no están dispuestos para aparecer en una boleta, por lo que es probable
que busquen entrar por otra vía: ventanas, puertas traseras, laterales o
cualquier grieta que encuentren.
Entonces
es oportuno hacer algunas consideraciones. El método de elección de un
integrante al Salón de la Fama está definido por un sólido acuerdo surgido en
el seno de una organización de respetada trayectoria que lleva muchos años en
eso. Por otra parte, se puede criticar la elección de algún pelotero, pero
nadie se ocupa de desprestigiar y dudar de quienes integran la Asociación de
Escritores, ni antes, durante, ni después del proceso.
En
contra sentido, los integrantes de la junta electoral de las primarias, aunque
tengan sobradas las razones para ser parte de ella, la mayoría de sus
integrantes apenas debutan en un proceso similar y las normas o reglas son
adaptadas a las circunstancias del momento. Por otra parte, esas reglas o el
proceso en sí, tendrá que atravesar el camino de la molienda de los opuestos a
todo y de aquellos que están, pero no tanto, para luego llegar al final de la
condena o el reconocimiento por el cumplimiento de su deber.
Luis
Ernesto Aparicio M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico