Mariano Martínez 03 de marzo de 2024
Pese a
que la Constitución de 1999, promovida y aprobada por el propio chavismo,
garantiza el sufragio, el régimen se ha encargado de diseñar una estrategia
para impedirlo
Una
vez más el régimen de Venezuela se lavó las manos en su
responsabilidad de garantizar los derechos de los ciudadanos.
En la voz del jefe del Parlamento controlado por el
chavismo, Jorge Rodríguez, la dictadura de Caracas atribuyó
nuevamente a factores externos la dificultades que enfrentan los exiliados del
país caribeño para ejercer su derecho al sufragio.
“¿Cómo votarán las personas en los Estados Unidos? No pueden. ¿Cómo? si no hay representación consular. Si no se nos permite que tener representación consular en los Estados Unidos de América”, dijo Rodríguez esta semana tras concluir los encuentros con factores que se autodenominan opositores al chavismo y que no se encuentran agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática.
El
líder chavista también citó el ejemplo del caso argentino, en
el que atribuyó al gobierno de Javier Milei la posibilidad de
“robar” el material electoral utilizado para los comicios.
“¿Cómo
hacemos? ¿Cómo podemos esgrimir una posición donde se respete la autonomía, la
independencia y la soberanía de Venezuela en ultramar?”, acotó
el ex alcalde de Caracas adelantándose a la posibilidad de que
los electores venezolanos en estos países no sean convocados a participar en la
elección presidencial prevista para este año.
“Nosotros
jamás, jamás, hemos negado el derecho que las venezolanas y venezolanos tienen
al voto. Quien lo niega son los los agresores. Quien lo niega son los que
cercaron a Venezuela, la bloquearon. Asaltaron nuestras sedes
diplomáticas, asaltaron a nuestros diplomáticos en Brasil,
en Perú, en Ecuador, en Argentina, en los
gobiernos de los seres que estuvieron allí en el pasado y en Estados
Unidos de América”, explicó Rodríguez, en un intento por justificar la
inacción del Estado venezolano en desarrollar mecanismo que garanticen el
ejercicio del derecho al sufragio de quienes se fueron del país.
Según
las cifras de la Organización de Naciones Unidas, la cifra total de
desplazados venezolanos es superior a los 7.5 millones de personas, de los
cuales, conforme a las estimaciones opositoras, cuatro millones están
habilitadas para votar. Aunque no hay datos recientes publicados por el Consejo
Nacional Electoral, la cifra de venezolanos migrantes que se encuentran
inscritos en el padrón de votantes es menor a los 107.000 electores.
De
acuerdo con el artículo 24 de la Ley Orgánica de Procesos
Electorales venezolana “sólo podrán sufragar en el exterior los
electores y las electoras que posean residencia o cualquier otro régimen que
denote legalidad de permanencia fuera de Venezuela”.
Desde
la oposición al régimen han denunciado que, pese al mandato claro y contunde de
la Ley, las oficinas diplomáticas han interpretado esta condición
para convertirla en un trámite complejo.
Por
ejemplo, algunas embajadas han impuesto requisitos adicionales para
formalizar el Registro Consular, el paso previo a la actualización de los
datos en el Registro Electoral. De igual forma, el CNE no ha
dispuesto de un operativo que permita a los residentes en el extranjero
modificar sus datos.
Si hay
algo que un venezolano sabe cuando decide irse de su país, empujado por la grave
crisis económica, social y política, es que ya no cuenta con su derecho al
voto. Quizá dentro de su territorio tampoco podía contar con ello, considerando
las denuncias de irregularidades registradas durante los últimos comicios
celebrados y que han perpetuado al chavismo en el poder, pero la esperanza de
poder “salir de esto” a través de una vía pacífica y democrática siempre
prevalece.
“Nosotros
jamás, jamás, hemos negado el derecho que las venezolanas y venezolanos tienen
al voto”, argumentó Rodríguez durante su intervención, aunque en la práctica
los hechos dejan en evidencia al régimen.
“Nada
nos gustaría más que poder, como se ha hecho de manera tradicional y siempre
abrir los centros de votación en el exterior en los Estados
Unidos de América. Nada nos gustaría más”, insistió
Rodríguez, pero sin precisar ningún tipo de acción concreta o pedido específico
al Consejo Nacional Electoral para que inicie cuanto antes un
operativo de inscripción y actualización de datos en el registro electoral que
contemple a los migrantes.
Pese
al amplio despliegue dentro del territorio para hacer ver que en Venezuela se
“celebrarán elecciones”, el régimen de Nicolás Maduro deja ver
sus costuras al impedir a millones de migrantes participar en los comicios,
presumiendo que su voto será favorable a la oposición.
Desde
los factores de la disidencia han sido insistentes en que esta situación de
violación al derecho al sufragio no solo aplica a los venezolanos en el
exilio. De acuerdo con las estimaciones de especialistas en el tema
electoral, dentro del país otros cuatro millones de ciudadanos no han podido
actualizar sus datos o inscribirse en el padrón electoral debido a las
dificultades impuestas para estos trámites. La razón, según lo líderes de la
oposición: se presume que la mayoría de los nuevos votantes o quienes
se interesen en participar en una elección votarían en contra del chavismo.
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