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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Enemigo público número uno


No estamos hablando de las listas rojas de la Interpol, tampoco estamos hablando de las listas de los criminales más buscados por el FBI, ni estamos hablando de los terroristas internacionales como Al Qaeda y su combo de secuaces y fanáticos, ó de los malandros jefes de bandas del horror buscados por la CICPC (PTJ).

Estamos hablando de un grupito de personas que se han empeñado en hacernos la vida cada vez más difícil, de un grupito de personas que nos imponen todos los días el terrorismo mediático, que nos imponen la inflación más alta de América Latina, que nos imponen cortes selectivos, programados y a veces sin programar, de energía eléctrica, de agua, de productos de primera necesidad, que les arrebatan las tierras productivas a sus legítimos dueños, que invaden y se apropian de tierras y edificios, que esperan a que las obras de desarrollo estén prácticamente listas para intervenirlas (Sambil La Candelaria), que pretenden monopolizar todos los sectores industriales de importancia colocándoles el remoquete de “estratégico”, que dicen que tenemos que “esbaratar” la Constitución, que pretenden establecer un marco jurídico de leyes inconstitucionales, que cual garrote en sus manos, las aplican y destruyen vidas, personas y familias. Como dijo uno de sus personajes: “estamos aplicando la receta homeopática… gotica a gotica”.

Por supuesto estamos hablando del gobierno rojo-rojito, que se ha convertido en el enemigo público número uno de la ciudadanía, como ya lo han practicado en muchísimas ocasiones, el gobierno ante el cumulo de problemas, abrumadores por demás en todos los sectores, en todos los ámbitos de la vida nacional, huye hacia adelante, empastelando cada día mas un poquito la situación con medidas populistas en unos casos, disparatadas en otros e impopulares de vez en cuando, pero ahí van… pa´ lante y cómo va viniendo vamos viendo.

Ante una coyuntura como la planteada, la respuesta ciudadana todavía es muy débil y precaria, por eso los rojos-rojitos siguen dando pasos firmes hacia lo que ellos llaman la consolidación del modelo, mientras tanto el resto básicamente está preocupado de la sobrevivencia, de esconder la cabeza para ver si no los tocan, o para que los toquen de último, prolongando la agonía, pues nadie en su sano juicio puede pensar que quedándose al margen, sus derechos civiles van a ser respetados.

¿Y qué hacer?... bueno la respuesta no es fácil, mas aún, no hay respuestas únicas ni mágicas, no creemos ni vemos la posibilidad real que aparezca el tan ansiado líder que se le enfrente al líder del proceso. No somos quienes para dar consejos sobre lo que ni siquiera nosotros mismos estamos claros, pero si asumimos como nuestra una frase que leímos por allí en un Blog de un amigo: “tengo pocas creencias, pero creo en la libertad de opinión. Cuando me cansé de callar, comencé a escribir, y ahora ya nadie me calla”.

Nuestro enemigo público número uno debe saber y entender que, cada día más venezolanos se cansaron de callar y han comenzado a actuar, unos escribiendo, otros participando en organizaciones comunitarias, algunos en ONGs, en Partidos Políticos, en Consejos Comunales, en Asambleas de Ciudadanos como promotores, en fin en todo un sistema variopinto, plural, democrático por excelencia, que le está diciendo a nuestro enemigo público, aquí estamos y tenemos el derecho a pensar distinto y a buscar otro modelo más justo, democrático y económicamente viable.

El año 2010 será un año clave, difícil (siempre nos dicen lo mismo)…, pero así lo consideramos, no solo por las elecciones a la Asamblea Nacional, sino porque estamos seguros que comenzará un movimiento de renovación y cambio que tendrá millones de adeptos y que deberá contar con una dirección política acorde a los tiempos y a las necesidades, dirección política en la que debemos participar todos y poner nuestro granito de arena. Si no lo hacemos habremos perdido una excelente oportunidad, nunca la última, pero si una buena oportunidad de comenzar a cambiar las cosas.

Sepan y entiendan que aquí estaremos hasta que nos callen, y cuando eso suceda buscaremos la manera de hacernos oír, de llevar nuestro mensaje a todos los que quieran escucharlo y leerlo. Solo nos resta desearles una Feliz Navidad en unión de sus familiares y amigos.

Editorial del Equipo Productor

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