Por Miriam Celaya
En una abierta burla al contenido y significado de los Derechos Humanos, este 10 de diciembre el gobierno se lució a su gusto azuzando a la jauría “repudiante” contra los que tuvieron el civismo de manifestarse públicamente frente a las constantes violaciones de que somos objeto todos los cubanos, incluyendo a los ignorantes que las desconocen.
El asedio a las Damas de Blanco se inició la víspera, cuando alrededor de 200 furias embrutecidas y envalentonadas por su elevado número arremetieron contra ellas mientras leían un comunicado pidiendo la libertad de sus esposos. Para el jueves 10, las hordas excitadas llegaron al punto de formar un verdadero cerco de odio vociferante y rabioso que interrumpió la circulación de la céntrica calle Neptuno, en la capital, justo frente al domicilio de Laura Pollán, vocera de la agrupación. Por su parte, el escritor Juan Juan Almeida fue detenido desde la noche del miércoles 9, en prevención de que se manifestara en el Día Mundial de los Derechos Humanos, en tanto representantes del grupo Omni Zona Franca fueron reprimidos y amenazados, y se suspendió la conferencia de prensa que debía tener lugar en el teatro Bertold Brecht. Se dice que hubo además otras revueltas y desórdenes en diferentes puntos de La Habana que alteraron el ritmo habitual de la ciudad. Extraoficialmente se conoció que días atrás las autoridades estuvieron “reclutando” adeptos entre los militantes de la juventud comunista de los centros de estudios superiores y otros centros de enseñanza y laborales, para agruparlos en sus núcleos fascistas (Brigadas de Respuesta Rápida) y lanzarlos contra cualquier manifestación de protesta que se produjera en este día. El agitado nerviosismo del gobierno y lo desesperado y virulento de las acciones represoras, demuestra que en los círculos del poder se conoce del creciente descontento de una significativa parte de la población, y que los sectores de la sociedad civil emergente están ganando terreno discretamente en materia de activismo y visibilidad al interior de la sociedad cubana. Nada más peligroso para un gobierno que –contradictoriamente– califica de “grupúsculos insignificantes” a los individuos y agrupaciones independientes de este país. Hoy honraron el Día de los Derechos Humanos algunos de los cubanos más dignos de esta Isla. El gobierno y la chusma que se ofrece servilmente a la infamia de repudiar valores que no son capaces de profesar, han demostrado con sus acciones cuáles son sus conceptos de derecho y de humanidad. En días pasados los pregoneros de la dictadura, con ánimo de justificar posibles medidas represivas por parte de las autoridades, propagaron el infundio de que los bloggers alternativos estábamos convocando para este 10 de diciembre a una manifestación por la libertad. Obviamente, no nos conocen. Los muy infelices siervos no pueden entender que a la libertad no se convoca: la libertad simplemente se practica.
Publicado por:
Sin EVAsion, desde CUBA
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