Por Eddie Ramírez, 25/11/2014
El régimen vende mentiras y algunos opositores las compran. Preguntas
tales como cuándo empezaron los enfrentamientos en las calles y cuántos
ciudadanos fueron asesinados este año por motivos políticos tienen respuestas
contundentes. Quiénes fueron los asesinos es algo complejo porque algunos
presuntos causantes de las muertes no han sido sentenciados y otros todavía no
están identificados. Las agresiones a los estudiantes y la respuesta de estos
con trancas de calles se iniciaron antes del 12 de febrero. Efectivamente, el 4
de febrero los estudiantes de la Universidad de Los Andes, núcleo San
Cristóbal, protestaron por la inseguridad y en respuesta los policías
destruyeron una garita, rompieron un cajero automático y detuvieron dos
jóvenes. Al día siguiente protestaron cursantes de la Universidad del Zulia. El
día 10 detuvieron a cuatro estudiantes y a una dama en San Cristóbal e
integrantes de las universidades de Anzoátegui se sumaron a las protestas. Es
decir que las mismas no las inició Leopoldo.
Después del 12 de febrero fueron asesinados 14 ciudadanos identificados
con la oposición, trece de ellos por disparos y uno por golpes. Como supuestos
responsables el ministerio público señaló que uno de ellos fue por disparos de
guardias nacionales, tres por funcionarios públicos (uno del Sebin, otro del
CICPC y un empleado ministerio). Nueve fueron asesinados por paramilitares
rojos y existen pruebas de que uno de los asesinatos fue por golpes de guardias
nacionales. A la cifra anterior pareciera razonable incluir las muertes de dos
ciudadanos arrollados expresamente por vehículos conducidos por oficialistas
molestos por la interrupción de la calle.
De los partidarios del oficialismo fueron asesinados once ciudadanos,
de ellos seis de la guardia nacional y dos de la policía nacional. No se
incluye en esta cifra el caso especial de Juancho Montoya, dirigente de un
colectivo armado, quien según la fiscalía fue asesinado por un compañero de
fechorías. Hay otro caso de un aparente partidario del oficialismo también
asesinado pero en circunstancias dudosas. Llama la atención que en ninguno de
estos casos se han identificado posibles asesinos, ¿dispararon paramilitares
rojos contra los guardias o fueron opositores radicales?
En resumen, fueron asesinados 14 ciudadanos opositores por
paramilitares rojos, guardias nacionales y funcionarios policiales. Del lado
del oficialismo fueron asesinados doce ciudadanos, uno de ellos por un
funcionario policial y once supuestamente por gente relacionada con la
oposición. En total 26 venezolanos fueron asesinados como consecuencia del
inicio de la violencia por parte del régimen. Cabe destacar que, con excepción
de Montoya, que como se mencionó fue supuestamente asesinado por un compañero,
entre el 12 y el 21 de febrero fueron asesinados solo ciudadanos identificados
con la oposición. Queda claro que el régimen inició la violencia.
Otros caídos: No se incluyen entre los anteriores el caso de Adriana
Urquiola, asesinada por disparos de un malandro Comisionado de la Policía.
Tampoco se incluye la muerte de un joven opositor que acosado por la guardia
nacional cayó de un tejado. Hubo seis muertes que se achacan a las barricadas.
El único caso evidente es el del motorizado que pereció como consecuencia de
una guaya colocada para impedir el paso de posibles agresores. Los otros
parecieran menos claros. Uno se estrelló contra un árbol, otro cayó en hueco de
alcantarilla, otro patinó en aceite y dos se estrellaron contra la barricada.
También el gobierno achaca el fallecimiento de dos personas por demora en
llegar a hospital como consecuencia de las trancas. Estos casos deben ser
investigados para determinar si fueron accidentes u homicidios culposos.
Achacar estas lamentables muertes a los llamados de Leopoldo, María Corina y
Ledezma a realizar acciones pacificas de calle es una canallada del régimen y
es colaboracionista quien descalifique a estos dirigentes. Exigimos justicia
para todos y ello solo se logrará con la intervención de organismos internacionales
de derechos humanos.
Como en botica: Felicitaciones a Marco Tulio Bruni-Celli por su libro
sobre el 18 de octubre. También a Carlos Oteyza por su documental sobre el
petróleo. El Reventón III es excelente al igual que los anteriores. Los rojos
quieren destruir al IVIC, pero confiamos no les dé tiempo. Evidenciado el
perjurio de los testigos, todo el mundo se pregunta quién asesinó a Anderson y
por qué siguen presos los Guevara. Por populistas no aumentan el precio de la
cerveza y por comunistas quieren ahogar a la educación privada y a las
universidades autónomas. Repudiamos las torturas a los presos políticos Raúl
Baduel y Alexander Tirado. Por inocente y por razones humanitarias Miguel Ángel
Nieto debe ser puesto en libertad. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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