POR BARÓMETRO POLÍTICO 20 de noviembre de 2014
Entrevista a Carlos Raul Hernández
Al adjetivar la constituyente como
primitiva y alocada, Carlos Raúl Hernández
considera que la idea de entregar el poder absoluto a 165 políticos
carece de sentido en medio del estado de crispación que se registra en el país.
Asimismo, reconoce que nuestra Carta Magna, que está mal escrita, requiere
cambios que pueden hacerse a través de reformas.
El analista estima que las elecciones
parlamentarias de 2015 representan una valiosa oportunidad para que la
oposición logre una amplia mayoría que pueda paliar la crisis política con una
firme apuesta a la estabilidad y la seguridad.
¿Cuál
es la función de los parlamentos en los sistemas políticos modernos?
El parlamento existe para cubrir 3
funciones fundamentales. La primera y la más importante es ser un centro de
conciliación política, es el sitio donde los opuestos se encuentran, discuten y
permiten el funcionamiento del Estado en el medio del debate. El segundo lugar,
es ser la contraloría sobre el Poder Ejecutivo, atormentar a los funcionarios
públicos, examinar sus cuentas, ver cómo aplican los presupuestos y ser la
conciencia de la sociedad sobre el ejercicio del gobierno. Uno de los elementos
básicos de la sociedad humana, es tenerle miedo al gobierno. Los gobiernos son corruptos por definición y frente a eso
la sociedad debe tener parlamentos fuertes que vigilen. La tercera es aprobar
leyes, no tantas sino concretas, apropiadas.
En
ese sentido, ¿cuál ha sido el papel del parlamento venezolano en la actualidad?
El Parlamento se convirtió por razones
de su diseño constitucional, el abandono de la oposición en 2005 y los abusos cometidos por la mayoría que
viola la constitución, en una especie de
ministerio gigantesco, sencillamente un organismo más del Poder Ejecutivo.
¿Cuál
es la importancia de las elecciones parlamentarias del 2015? ¿Podrán revertir
lo que ha ocurrido?
En las elecciones le dan la oportunidad
a la oposición de obtener una mayoría amplia
si lograra superar sus problemas internos. Tiene la posibilidad de
contribuir a resolver la crisis política con una mayoría democrática que no
juega al caos, ni al desorden ni a la crisis, sino que por el contrario apuesta
a la estabilidad y a la seguridad. Esa nueva mayoría debe ser un factor para
contribuir con un cambio en la orientación política del Gobierno y tengo la
intuición, porque la gente tiende a velar por sus interés, aunque uno vea que
hay ataques de locura, que el Gobierno, va a entender que la única alternativa
para evitar un desenlace dramático de la crisis venezolana es precisamente
negociar con la oposición, que tendría
en este caso mayoría en el parlamento.
¿Las
constituyentes tienen algún sentido en las sociedades modernas?
La constituyente es una maldición
chavista, es una idea primitiva y alocada. Tuvieron sentido cuando se estaban
constituyendo por primera vez en la historia los estados democráticos, un
ejemplo de constituyente puede ser la convención de Filadelfia que hizo la
americana, porque eran 13 colonias que
no tenían nada que ver una con la otra, decidieron hacerse un país
entre. Había que discutir como estructurar y construir ese país. También en en
la Francia revolucionaria en 1789 una nación que emergió de una monarquía
absoluta y entonces se reunieron a
constituir un Estado democrático y liberal.
Cuando hubo largas dictaduras
Latinoamérica, que destruyeron el Estado de derecho, las leyes y la vida civilizada, vinieron
constituyentes que tenían sentido para hacer un Estado de derecho. Además,
todos esos fueron momentos de unidad nacional, tanto en la Francia
revolucionaria en 1789, como en Estados Unidos posteriormente en 1782, había un
gran espíritu de crear cosas, constituir, lo mismo en la salida de las
dictaduras en América Latina.
Por el contrario en un estado de crispación
y de crisis política, entonces va hacer simplemente un mecanismo de aplastar al
que quede derrotado y poner al país al borde de la violencia. No tiene ningún sentido en Venezuela. Aquí no
hay un problema constitucional sin que hay una mayoría abusiva en las
instituciones del Estado, que incumplen los aspectos fundamentales de la
Constitución.
Cuando se habla de constituyente en la
situación actual, es porque se quiere barrer al adversario y esa es una ilusión
totalitaria, contraproducente. Es un instrumento de destrucción política como
el que quiso usar Chávez y no lo logró porque
la oposición hoy está en el 50%. Lo que sí logró fue dividir al país en dos porciones y quince años de inestabilidad. Eso es
precisamente lo no se quiere, sino que
se produzca una mayoría pacífica, acabar con la crispación, con la amenaza en
Venezuela, porque la gente esta están harta de violencia.
Entonce
¿es posible que se haga una constituyente actualmente?
Es una aberración, ciertamente tenemos
una constitución mal escrita, la peor escrita en el mundo, da vergüenza hablar
de presidenta y presidente, ministros y ministras, ciudadanos y ciudadanas. Las
constituciones de otros países están bien escritas, bien hechas, bien
construidas. Se buscaron maestros del
idioma que las escribieran. La nuestra da piquiña, es sarnosa. Hay mucho que
cambiar, pero para eso no es necesaria la aberración constituyente, entregarle a 165 políticos que todos
conocemos el poder absoluto; que puedan declarar ilegales todos los
matrimonios, ilegítimos todos los hijos, establecer la pena de muerte declarar
a Venezuela una monarquía. Eso no se le ocurre a ninguna cabeza que no sea la
de Hugo Chávez, quien desgraciadamente nos dejó esa herencia.
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