Publicado por Ludmila Vinogradoff el nov 26, 2014
Los venezolanos llevan más de tres años
haciendo cola para comprar los alimentos y medicinas de primera necesidad con
racionamiento pero nunca como ahora para adquirir una nevera, lavadora,
televisor o cualquier artefacto electrodoméstico y mucho menos la ropa de marca
como Bershka y Zara.
Donde uno se asome encuentra colas
“socialistas” por todos los lados. En esta temporada navideña, adelantada en
noviembre por decreto del presidente Nicolás Maduro, la gente se ha volcado a
comprar como si fuera fin de mundo.
Los consumidores tienen que madrugar y
pasar dos noches en vela en las tiendas públicas Daka o Bicentenario para tener
acceso a los productos de “Mi Casa Bien Equipada” con “precios justos” que
ordenó el gobierno para una “navidad
La razón de esta fiebre consumista es
porque no hay mercancía y la poca oferta de las tiendas públicas provoca la
estampida de compradores. Un mes antes de las elecciones municipales en
noviembre del año pasado Maduro impulsó el “Dakazo”, obligando a los
empresarios bajar los precios por debajo de 60% y 100 % de su precio de costo,
lo que produjo la avalancha. Las tiendas se vaciaron de inmediato. Al amanecer
2014 no había reposición de inventarios y muchas tiendas tuvieron que cerrar.
Este año se repite por segunda vez la
historia del “Dakazo”. En las tienda de Valencia y de Caracas se repartieron
sólo 600 números que fueron marcados en los brazos como ganado a unas personas
que tenían más de 24 horas esperando por sus electrodomésticos. Igual situación
se repite en Traki y las tiendas Bicentenario. Los electrodomésticos también
están racionados.
Los compradores son pacientes se llevan
sus termos, sombrillas y sillas como si fueran acampar en la playa o el campo,
pero no es para comprar un televisor plasma, las cinco prendas de Zara,
juguetes o la muñeca Barbie socialista que fue rebajada por decreto a 2,50
dólares.
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