Américo Martín 14 de noviembre de 2016
1) Habituados a imaginar confabulaciones en el
aire y traiciones en la sopa, algunos –de buena fe, recalco- no terminan de
reconocer el éxito logrado por la MUD en “la primera reunión” de diálogo.
Apostaría a que pocos esperaban algo igual; pronosticaban que en ese primer
encuentro todo reventaría dando lugar a estallidos cruentos. No quedarían en el
terreno sino “la calle” y “los tanques”
Pero,
tratando de empujar a la MUD a retirarse de la Mesa, Maduro, Aissami y Cabello
la provocaron en forma aviesa:
-
“no hay nada que conversar con la MUD”, proclamaron, acotando de paso que VP es
un grupo terrorista.
Obviamente
si querían desasirse del diálogo en forma sibilina es porque lo sienten
pernicioso aunque ya no les sea fácil eludirlo.
Aunque
los provocados no se inmutaron y más
bien redoblaron sus demandas, sus
críticos de esta acera tomaron las agresiones oficialistas como la prueba de
que el diálogo estaba muerto. No entendieron que se trataba de argucias propias
de la debilidad y no de la fortaleza.
2) Cierto es que el derecho a criticar es de la
esencia de la democracia, pero el de defenderse también lo es y en este caso,
sin incondicionalidad hacia nadie, explicaré por qué me han parecido
importantes estos primeros logros de la MUD, en el marco de la firme y
experimentada facilitación del papa Francisco. ¿Que pueden mejorarse? Toda obra
humana es perfectible pero sospecho que muchos fueron los sorprendidos por
estos acuerdos, cuyo mérito debería ser aprovechado, no regateado.
3) RESULTADOS PROMISORIOS
3.1 Libertad de los presos políticos (hasta
ellos olvidaron que no admitían tenerlos, al alegar que “político preso no es
preso político”); nuevas elecciones en Amazonas; escogencia convenida de 2
vacantes del CNE; restablecer autonomía de la AN (dejando de lado el supuesto
“desacato” que le endilgaron); admisión de la ayuda humanitaria (aceptando
Maduro que padecemos la honda crisis humanitaria que se empeñaba en negar) y
“re-constitucionalidad” del Estado (en reconocimiento de que no hay estado de
derecho ni democracia)
3.2 Se objeta: ¿Por qué no liberaron los presos
inmediatamente?
Entendamos
que un gobierno que hasta ayer mismo sostenía cerrilmente que aquí no hay
presos políticos, ya está dando un penoso paso atrás. La oposición, el país y
las organizaciones de DDHH en el mundo y en Venezuela exigirán inmediato
cumplimiento. Seguramente el gobierno regateará, dosificará, pero tendrá que
abrir la mano, total o parcialmente. Si se quedara en lo parcial, la rabia
colectiva responderá. En todo caso ya estaría “rompiendo el celofán”, lo que
incentivará la demanda por limpiar por
completo las cárceles y hacer regresar los exiliados.
3.3 Se objeta: ¿La MUD convalidó el despojo
cometido contra los diputados de Amazonas?
En
absoluto. La opción de repetir las elecciones parlamentarias es una fórmula de
enorme utilidad, porque dada la indignación que prevalece en ese avasallado
estado venezolano, la votación opositora crecerá tal vez hasta doblar la del
gobierno, dándonos no 3 sino los 4 diputados en juego. Más importante aún será
el impacto, otra vez, de una paliza electoral que volverá a mostrar la fuerza
del cambio expresada en miles y miles de votantes movilizados. Le recordará a
todos que el anhelo de cambio democrático no cesa de crecer. Será la mejor de
las pruebas del rechazo al despojo y a la irracionalidad dictatorialista.
3.4 Se objeta: el gobierno seguirá controlando
la mayoría del CNE.
De
no ser por este acuerdo, las vacantes de Hernández y D¨Amelio las hubiera
cubierto el dedo de Maduro. Ahora la oposición tendría no uno sino dos de los
cinco y el gobierno no cuatro sino tres. Sigue siendo mayoría, mas con dos
rectores la influencia de la MUD será mayor. En esa materia habría dado “el
paso posible”. No es algo baladí (la AN va en busca de los más aptos) pues la
oposición proyectará más vigilancia e influencia sobre las decisiones
electorales. En Política se trata de ocupar constantemente más espacios y de
ganar más aliados o neutralizar más adversarios. Son “sumas”, no “restas”
3.5 Se objeta: ¿No es muy vago eso de
“restablecer” el poder de la AN?
Lo
es todavía, pero empuja a luchar por materializarlo plenamente, con la certeza
de que la teoría del “desacato” está al borde de la tumba. ¿No es preferible
esto que consolidar esa estúpida tesis?
3.6 Se objeta: La MUD dejó en el aire la salida
electoral.
Es
evidente que no le fue posible resolver en la primera reunión este objetivo
fundamental, al que el gobierno teme como al fuego. No obstante, quedó claro y enfatizado que nunca dejaremos
de impulsar la salida electoral (RR o elecciones generales) en las reuniones de
diálogo y en todos los terrenos. Son nuestros postulados centrales, hoy
compartidos por aliados en todo el planeta.
3.7 Se objeta: ¿Fue una traición al RR
introducir la vertiente de elecciones generales?
El
RR en 2016 hubiera conducido a elección presidencial en 30 días, en tanto que
las elecciones generales no solo envuelven la presidencia sino todos los cargos
por elección. Además en 30 días la MUD ni nadie puede organizar unas primarias
como las que dieron la victoria a Capriles, pero en elecciones generales sí
será factible organizarlas en todo el país, combinándolas quizá con el consenso
allí donde fuera obvia su aplicabilidad. De hecho, poner a votar en primarias
de oposición más de 8 millones será el más impresionante testimonio de fuerza
que se conozca. Será la consolidación de la unidad en los hechos y el acicate
para incidir en la tormenta interior que avanza lenta y segura en el
oficialismo
3.8 Son acuerdos que amplían el cauce de la
lucha democrática.
Son
públicos, observados internacionalmente y cuyo incumplimiento metería a Maduro
en la vorágine de la CDI, default, expulsión de Mercosur, en tanto que su
cumplimiento le abriría la puerta de salida pacífica y civilizada de
Miraflores. Por eso sus opciones reales son perder-perder. Con la ventaja para
él de que es mejor perder en el marco de un acuerdo de paz, que hacerlo por el
derrumbe, tal vez cruento, de su régimen. En cambio para la unidad democrática
el diálogo en el marco de su multifacética lucha es un ganar-ganar.
3.9 Por supuesto un gobierno tan insincero e
inmoral como éste podría desdecirse, desconocer los acuerdos, etc. Si procede así quedará al descampado, pues se
afirmará la convicción de que la participación “directa” y “protagónica” del
pueblo soberano, equivaldrá la victoria
de la disidencia unida (MUD y lo que no está en la MUD) incluidos los
grupos del chavismo que hoy desconocen a Maduro. Y la solución posible quedará
en manos del hambreado y abrumado pueblo venezolano
3.10 Parece impresionante sin serlo el argumento
de que el diálogo sustituye, suple o debilita las protestas de calle. Aparte de
que la realidad venezolana no confirma semejante opinión, los diálogos
realizados exitosamente en el mundo demuestran que la lucha de calle fortalece
los argumentos en la mesa, y los avances en ésta perfeccionan la lucha fuera de
ella. La falsa disyuntiva: diálogo o calle es maniquea porque ambas
posibilidades más bien pueden complementarse y ayudarse. Los acuerdos de paz en
Colombia nunca suspendieron los combates en la selva mientras no se firmara el
documento final. En la vasta guerra de Vietnam las eficaces negociaciones entre
Kissinger (EEUU) y Le Duc Tho (Vietnam del norte) marcharon raudas en medio de
una nutrida lluvia de misiles y balas de esas dos partes que hablaban (mascaban
chicle) y combatían (y caminaban)
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