ARNALDO ESPINOZA 16 de octubre de 2017
@naldoxx
La
abstención y el avance del chavismo, especialmente en el municipio Sucre,
apuntalaron el anuncio de la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, que dio como
ganador al candidato oficialista, Héctor Rodríguez, en el estado Miranda.
La
mayor pérdida de votos por parte de la coalición opositora estuvo en el
municipio Baruta, donde Carlos Ocariz sumó 20.028 sufragios menos que Henrique
Capriles Radonski hace cinco años. La abstención subió 11 puntos entre ambos
comicios: mientras que en 2012 se quedaron sin votar poco menos de 100.000
personas, en 2017 sobrepasaron los 125.000 electores.
En
Sucre, municipio donde Carlos Ocariz ha fungido como alcalde por los pasados
ocho años, el chavismo redujo considerablemente las diferencias en el último
lustro. Capriles ganó por 26.000 votos, Ocariz por menos de 8.000.
En
ambos casos, uno de los factores que influyó en el porcentaje de participación fue la
mudanza de centros electorales, especialmente en las parroquias Baruta
y Leoncio Martínez, bastiones opositores de larga data.
El
corredor no funcionó
La
estrategia de Ocariz de hacer campaña en el “corredor electoral” de Miranda
(los municipios con más electores) solo dio resultado en la capital del estado, Los
Teques, donde el candidato unitario superó la votación de Henrique Capriles por
más de 7.000 sufragios -de hecho, ganó el municipio. Además, perdió
apoyos en El Hatillo, Chacao y Los Salias, además de los casos de Baruta y
Sucre. Esos saldos negativos representan la diferencia de votos con las que
ganó el hasta ahora Gobernador de Miranda en los últimos comicios regionales.
Por el
contrario, la apuesta de Héctor Rodríguez por los municipios del
“interior” de Miranda dio frutos. Solo en el municipio Acevedo (Caucagua),
el hasta ahora diputado superó el número de votos de Elías Jaua en casi 10.000,
mientras Ocariz retrocedió 2.000 con respecto a Capriles Radonski.
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