Opus Dei 30 de mayo de 2020
@OpusDeiVE
¿Cuál
es el mensaje que nos deja esta pandemia? ¿Es fruto del sinsentido del azar o
hay algo que debemos cambiar? Juan Pablo II, con su vida y sus escritos,
responde a nuestras interrogantes.
¿Cuál
es el mensaje que nos deja esta pandemia? ¿Debemos cambiar totalmente alguna
actitud en nuestras relaciones con los demás seres humanos y con la naturaleza?
“Ahora vosotros que vivís bajo la prueba, que os
enfrentáis con el problema de la limitación, del dolor y de la soledad frente a
él, no dejéis de dar un sentido a esta situación. En la cruz
de Cristo, en la unión redentora con Él, en el aparente fracaso del hombre
justo que sufre y que con su sacrificio salva a la humanidad, en el valor de
eternidad de ese sufrimiento está la respuesta. Mirad hacia Él, hacia la
Iglesia y el mundo y elevad vuestro dolor, completando con él, hoy,
el misterio salvador de la cruz”. (Mensaje de Juan Pablo II en su encuentro con
los enfermos, 2, Zaragoza 6-11-1982).
Nuestro planeta gime con dolores de parto, según una
aguda expresión de San Pablo. Justamente el parto anuncia un nacimiento, un
nuevo ser que llega a este mundo, motivo de alegría y esperanza, los padres
reciben felicitaciones.
“En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez
el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el
mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo, para transformar
toda la civilización humana en la civilización del amor. En este
amor el significado salvífico del sufrimiento se realiza totalmente y alcanza
su dimensión definitiva. Las palabras de Cristo sobre el juicio final permiten
comprender esto con toda sencillez y claridad evangélica”. (Carta
apostólica Salvifici doloris).
No me gusta detenerme en el mal presente, veo más allá
de toda esta tragedia que mantiene en sístole el corazón de la humanidad,
porque sé que luego viene la diástole para la circulación normal de la vida en
fe, esperanza y caridad. El mundo no termina aquí, renace.
¿El corazón de los seres humanos cambiará y será un
mundo más solidario?
El coronavirus, como el parto, anuncia una aurora.
Cada uno de nosotros tiene la misión de contribuir a la belleza y suavidad de
colores de esa luz que se levanta con el orto del sol. Un cambio de actitud
hacia los demás en el que impere el perdón, la tolerancia y la caridad. Esta
pandemia es positiva: ha despertado en los hombres la solidaridad como humanidad.
El mundo del sufrimiento contiene “un singular desafío a la comunión y a la
solidaridad” (Carta apostólica Salvifici doloris).
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