Marta de la Vega 25 de mayo de 2020
Ayer
comencé a escribir el texto para TalCual y hoy, 21 de mayo, veo, por
coincidente afinidad e importancia el mismo tema desarrollado en «La propuesta»
de mi profesor y querido colega de la Universidad Simón Bolívar, Ángel Oropeza.
La crisis es enorme y múltiple. Los militares dirigen de modo dominante los
tentáculos de la tiranía.
Han sido
derrumbadas las instituciones, degradados los integrantes de las fuerzas
armadas de sus funciones constitucionales para convertirse en parte de la
camarilla que usurpa el poder o despóticos y arbitrarios vigilantes mafiosos de
la gasolina, o administradores muy poco preparados para ejercer
responsabilidades de civiles, cómplices de la invasión de fuerzas extranjeras
de Cuba, Rusia, China e Irán y torturadores despiadados.
Estamos
igualmente frente a una próxima e imparable hambruna. Ya hay desnutrición y
hambre, pero no generalizadas. Todos los servicios públicos están colapsados:
sin combustible, ni comida, ni agua ni transporte, ni energía eléctrica, ni
comunicación telefónica, ni televisión por cable, ni remedios para enfermedades
críticas, ni hospitales equipados para enfrentar la pandemia planetaria apenas
asomándose en Venezuela.
La
necesidad de un gobierno de emergencia nacional fue anunciada el 28 de marzo
pasado por el presidente encargado de la república, Juan Guaidó, previa
aprobación en la AN. Aunque haya periodistas, como el de Europa Press que cita
ABC de España el 29-03, que insisten en llamarlo erróneamente “autoproclamado”.
Está claro que asumió por mandato explícito de la Constitución venezolana
vigente, siguiendo el artículo 233.
El
gobierno de emergencia nacional surge de previos consensos y la consulta a
todos los sectores y gremios, que desembocó en un pliego de conflictos
presentado en la concentración del 10 de marzo, para articular las carencias
más imperiosas de la sociedad con la voluntad política de cambio.
La
caricatura de Marvin Figueroa en La Patilla también revela con
elocuencia el sentido de urgencia de un gobierno de emergencia nacional. Un
portavoz oficial de traje y corbata, sonriente ante un atril con micrófono,
reporta “que los muertos por coronavirus son poquitos…así que no se preocupen
(y a su lado se ve a un montón de muertos entrecruzados y apilados en torre)
todos los demás son por hambre”.
¿Qué
significa un gobierno de emergencia nacional?
1.
Una solución equilibrada, incluyente, como ha sido
demostrado en los procesos de transición exitosa frente al horror cotidiano que
se agudiza día a día en Venezuela.
2.
Un acuerdo por negociaciones previas que no se
completaron.
3.
La confluencia entre la visión del gobierno interino y
la propuesta actual del gobierno de Estados Unidos, muy favorable para Maduro y
sus acompañantes. Las sanciones serían levantadas a medida que comience a
funcionar el acuerdo.
4.
Significa el cese de la usurpación. Debe ser sin
Maduro en el poder ejecutivo, porque “por razones obvias, no puede ser
encabezado por alguien acusado de narcotráfico, pero tampoco puede ser un
gobierno conformado únicamente por las fuerzas que representamos”, dice Guaidó.
“A quienes me apoyan y han apoyado este camino, debo decirles que debemos ser
realistas, responsables, en este momento que atraviesa el país; para que sea
posible y para que sea sostenible, un gobierno de emergencia nacional no puede
estar conformado solo por quienes pensamos igual».
5.
Significa recomponer el tejido social roto por las
confrontaciones antagónicas. Ni destruir al otro, ni buscar su exterminio, o
venganza en vez de justicia, “ojo por ojo, diente por diente”.
6.
Significa un esfuerzo incluyente: “Y tampoco puede
estar conformado solo por nosotros y quienes sostienen a la dictadura; tiene
que ser amplio e incluir a todos los sectores políticos y sociales necesarios
para afrontar esta grave emergencia que nos viene y se va a agravar”, dijo
Guaidó.
7.
Significa que para construir confianza, se necesita
que cambien los protagonistas. Formarán este gobierno quienes sean idóneos y
tengan probidad, preparación y conocimientos para resolver la múltiple
crisis.
Guaidó
enfatiza: “Lo que nosotros planteamos es instalar un gobierno de emergencia
nacional que incluya a todos los sectores políticos del país”.
8.
Significa que participarán los vinculados al régimen,
siempre que sean preparados y honestos.
9.
Por último, significa que será un gobierno
corporativo. Sus características, medios y tareas serán “delegar a un Consejo
de Estado paritario las funciones fundamentales del Estado, atención de la
emergencia, estabilidad y reconciliación del país; abrir un canal humanitario
que permita la entrada inmediata de la ayuda internacional; la solicitud de un
préstamo inicial de mil doscientos millones de dólares para atender la
emergencia y hacer aportes directos a cada familia que dependen del día a día,
desde los más vulnerables.
El
Consejo de Estado estaría integrado por tres representantes de las fuerzas
democráticas y por tres del régimen de Maduro, uno escogido de mutuo acuerdo y
dos militares que no estuvieran implicados en acusaciones de narcotráfico,
lavado de dinero, corrupción o crímenes de lesa humanidad. Esta fue una de las
propuestas aceptadas en las conversaciones en Oslo, abruptamente interrumpidas
por los delegados del régimen el seis de agosto de 2019.
Por
la complejidad geopolítica de la crisis, los aliados internacionales de los
países democráticos serán decisivos para lograr una solución viable, no un
trágico desenlace.
Marta de la
Vega
¿Será esto posible? Y estas personas en que país están viviendo.
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