Empleadores y
organizaciones sindicales venezolanas se unieron en un Manifiesto Bipartito
para “acometer un plan concertado de reactivación de la actividad productiva
que permita el retorno al trabajo de manera progresiva, ordenada, saludable y
segura”. También para “explorar mecanismos de cooperación y asistencia de
organismos internacionales y multilaterales para dar soporte a los trabajadores
y empleadores”.
Las once organizaciones
también demandan un cambio de rumbo inmediato en el modelo político, económico
y social de Venezuela.
El mecanismo tripartito
ha sido obviado en reiteradas oportunidades por los representantes del
ejecutivo de Nicolás Maduro, lo que ha sido denunciado ante la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
Este es el manifiesto:
La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECAMARAS) y las organizaciones de trabajadores del movimiento sindical y gremial: Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), Central de Trabajadores Alianza Sindical Independiente (ASI Venezuela), Confederación General de Trabajadores (CGT), Confederación de Sindicatos Autónomos (CODESA) y las organizaciones no confederadas: Asociación de Trabajadores Emprendedores y Microempresarios de Venezuela (ATRAEM), Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV), Asociación de Profesores de la UCV (APUCV), Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y Federación Médica Venezolana (FMV), actuando de manera autónoma e independiente, como fuerzas productivas del país, en defensa de la democracia y del trabajo decente y productivo como fuente de progreso, bienestar y justicia social, suscribimos el presente MANIFIESTO:
CONSIDERANDO
a) El alarmante estado
de zozobra en que se encuentran los venezolanos por la confluencia de los
efectos de la pandemia COVID-19 y la ya existente crisis humanitaria compleja y
multidimensional reconocida por diversos organismos internacionales y
multilaterales, causada por un sistema político que desmanteló la
institucionalidad democrática e impuso un modelo económico estatista,
ineficiente y rentista, que ha cercenado la libre iniciativa y la propiedad
privada y que indujo a una destrucción sin precedentes de la producción
nacional y de la calidad de vida de los venezolanos.
b) La profunda
devastación del aparato productivo nacional y de las fuentes de empleo,
exacerbada por el colapso de todos los servicios públicos, incluyendo la
escasez de combustible, lo cual ha hecho mucho más vulnerables a los
venezolanos ante los graves impactos de la pandemia.
c) El creciente
deterioro de las condiciones, cantidad y calidad de los empleos y la
depauperación del salario, la capacidad adquisitiva y el ahorro de los
trabajadores, así como de sus prestaciones sociales, sumados a la violación de
sus derechos humanos fundamentales a tener una vida digna, con seguridad
social, libertad sindical, derecho a la negociación colectiva, a la huelga y a
la protesta cívica y pacífica y demás derechos constitucional e
internacionalmente consagrados.
d) La inobservancia del
Estado a las Recomendaciones del Informe de la Comisión de Encuesta de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), denominado: “Por la
reconciliación nacional y la justicia social en la República Bolivariana de
Venezuela”, a seis (6) meses de su emisión, el cual exige el cese del acoso y
la violencia contra las organizaciones sindicales de empleadores y
trabajadores; la consulta tripartita para temas como la fijación del salario
mínimo; la eliminación de mecanismos de
injerencia política en la actividad sindical, como los Consejos Productivos de
Trabajadores; la adopción de medidas que permitan el libre ejercicio de la
actividad sindical y la instalación de una Mesa de Diálogo Social Tripartito y
efectivo en nuestra nación.
e) La urgente necesidad
de adoptar medidas eficaces para que los trabajadores formales, informales,
cuentapropistas, pensionados y jubilados, así como los empleadores y
emprendedores y la población en general puedan obtener los recursos necesarios
para sobrellevar las restricciones que impone la pandemia y cumplir con las
normas de prevención que permitan restablecer la productividad en el país, así
como las condiciones de trabajo decente, digno y libremente elegido.
HEMOS DECIDIDO, como
resultado del diálogo bipartito promovido por la OIT y ante la ausencia de
convocatoria de los actores sociales fundamentales en el diseño de políticas
públicas y acciones concretas a corto, mediano y largo plazo que impulsen el
progreso de Venezuela, unir esfuerzos y suscribir el presente MANIFIESTO, a fin
de comunicar al país nuestro compromiso de trabajar y propiciar la más alta
unidad nacional para derrotar la pandemia y emprender prontamente el camino
hacia la reconstrucción del país y el rescate de su producción y su economía,
para lo cual:
ACORDAMOS
1.
Propiciar la adopción de
medidas urgentes que alivien la angustia y el sufrimiento de los venezolanos
y restituir condiciones dignas de subsistencia, trabajo decente, salario justo,
adecuada protección
social e igualdad de oportunidades, garantizando el libre ejercicio de los
Derechos Humanos,
laborales, sociales, económicos, civiles y políticos previstos en la
Constitución y en los convenios
internacionales ratificados por Venezuela.
2.
Promover medidas para sostener
e incrementar las fuentes de empleo, con el fin de revertir el estado
de indefensión de los trabajadores y sus familias y superar la crisis, hoy
agravada por la pandemia.
3.
Trabajar unidos en la búsqueda
de las soluciones más efectivas para superar con rapidez la
pandemia, apegados a los 4 pilares sugeridos por la OIT: a) apoyo a los
empleadores para mantener
las fuentes de empleo y los ingresos de los trabajadores; b) estímulo a la
economía y el empleo; c)
protección a los trabajadores en el lugar de trabajo; y d) uso del diálogo
social.
4.
Sumar esfuerzos para acometer
un plan concertado de reactivación de la actividad productiva que
permita el retorno al trabajo de manera progresiva, ordenada, saludable y
segura, bajo métodos
flexibles, garantizando a los trabajadores ingresos suficientes para
alimentarse y protegerse y cubrir
las necesidades del núcleo familiar, sin poner en riesgo su salud física y
emocional.
5.
Explorar mecanismos de
cooperación y asistencia de organismos internacionales y multilaterales
para dar soporte a los trabajadores y empleadores, a través de programas que
coadyuven a superar
la pandemia de manera más ágil y eficaz e impulsar el mayor desarrollo del
país.
6.
Impulsar y fortalecer el
respeto a la institucionalidad, la libertad individual y los principios y
derechos
constitucionales, así como el reconocimiento de la sociedad civil y la
soberanía popular como
sustento de la democracia, pues el progreso de un país se basa en la solidez de
sus instituciones y el
trabajo de su gente.
7.
DEMANDAR UN CAMBIO DE RUMBO
INMEDIATO EN EL MODELO POLÍTICO, ECONÓMICO Y
SOCIAL DEL PAÍS, basado en la participación efectiva de todos los actores de la
sociedad y así
evitar una espiral irreversible de mayor pobreza, desempleo, desigualdad,
hambre y violencia.
8.
HACER UN LLAMADO A LA UNIDAD
NACIONAL EN DEFENSA DEL PAÍS Y CONVOCAR A
TODAS LAS FUERZAS VIVAS PARA CONSTRUIR JUNTOS UN GRAN ACUERDO NACIONAL,
basado en un diálogo social inclusivo y plural que nos permita, una vez superada
la pandemia,
generar los consensos necesarios para emprender las reformas estructurales que
nos inserten en un
proyecto de desarrollo sostenible, basado en la revalorización de la cultura
del trabajo, la
capacitación, la innovación, la ciencia y la tecnología, que deje atrás el
rentismo y haga nacer una
nueva Venezuela, humanista, pacífica, democrática, productiva, emprendedora,
moderna y
competitiva, con estabilidad política, social, económica y de justicia social,
como todos anhelamos.
29-05-20
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