Noticias ONU 20 de mayo de 2020
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El
Consejo de Seguridad permanece dividido en cuanto a Venezuela, según se observó
en una sesión convocada por Rusia para discutir el intento de incursión armada
ocurrido en las costas venezolanas el pasado 3 de mayo. Rusia presentó un
proyecto de declaración rechazando cualquier amenaza o uso de la fuerza contra
el país sudamericano. La ONU llamó nuevamente a reanudar las negociaciones
políticas.
“Seguimos convencidos de que la negociación entre los
principales actores políticos de Venezuela es la única vía para salir
de la actual crisis. De cara a la pandemia de COVID-19, es más urgente que
nunca un acuerdo que fortalezca la gobernanza democrática con respeto de los
derechos humanos y del estado de derecho”, dijo este miércoles la secretaria
general adjunta de las Naciones Unidas para Asuntos Políticos y de Mantenimiento
de la Paz.
Rosemary Dicarlo se dirigió a los miembros del Consejo de Seguridad de
la ONU en una reunión virtual solicitada por Rusia para discutir el intento
de incursión armada del 3 y 4 de mayo en las costas venezolanas,
llamada “Operación Gedeón” y atribuida por el Gobierno de Venezuela a Colombia
y Estados Unidos.
La responsable de asuntos políticos afirmó que
Venezuela se halla en una crisis de larga data que sólo los venezolanos
pueden resolver y, tras instar a todos los actores políticos
relevantes a restablecer las negociaciones, urgió a todos los Estados miembros
a apoyar esta exhortación.
Dicarlo se refirió a la carta del Gobierno de
Venezuela al Consejo de Seguridad en que denunció que “grupos armados de
mercenarios y terroristas organizados, entrenados, financiados y
protegidos por los Gobierno de Colombia y Estados Unidos” habían entrado
ilegalmente al territorio venezolano con la intención de cometer actos
criminales y asesinatos selectivos, incluido el del presidente Nicolás Maduro.
Recordó que el 4 de mayo el Secretario General se pronunció contra
cualquier escalada en Venezuela y reiteró que la forma de resolver la crisis es
“el diálogo político y el respeto de los derechos humanos”,
una posición que la ONU mantiene.
La alta funcionaria insistió en que la ausencia de
negociaciones es particularmente preocupante en el contexto de la pandemia de COVID-19
y su impacto potencial en Venezuela.
Acogió con beneplácito la invitación del Gobierno
venezolano a un acuerdo humanitario para la salud y la paz entre
todos los líderes políticos, aunque agregó que es inquietante la politización
de la ayuda humanitaria al país, sobre todo en medio de la pandemia, recalcando
que la asistencia que provee la ONU sigue los principios de independencia,
neutralidad e imparcialidad.
En su alocución, Dicarlo mencionó el llamamiento del
Secretario General en el marco de la reunión del G20 de marzo pasado a eliminar
las sanciones que podrían socavar la capacidad de los países para
responder a la emergencia, una petición a la cual se sumó la Alta
Comisionada para los Derechos Humanos.
Sostuvo que el sistema de la ONU “continuará
fortaleciendo sus trabajos de derechos humanos y humanitarios en Venezuela y
seguirá asistiendo a los refugiados y migrantes venezolanos fuera del país”,
apuntando que 5,1 millones de personas han salido de Venezuela.
A este respecto, Dicarlo urgió a la comunidad
internacional a dar un apoyo generoso al plan de respuesta para los
venezolanos, toda vez que sólo ha recibido hasta el momento el 4% de los fondos
solicitados. El 26 de mayo se celebrará una conferencia de donantes para tal
propósito.
Rusia: Es un acto de agresión que debe ser condenado
La sesión del Consejo de Seguridad mostró una vez más
la división de sus integrantes cuando se trata de Venezuela.
El embajador alterno de Rusia ante la ONU, Dmitry
Polyanskiy, responsabilizó a Estado Unidos del intento de
incursión y dijo que las armas confiscadas por el Ejército venezolano a los
agresores tenían la intención de que “fueran usadas para desencadenar el caos y
dañar infraestructura crítica, al igual que las instituciones del Estado”.
“Este es un acto de agresión y debe ser condenado”,
puntualizó el diplomático, recordando que el Gobierno de Venezuela ha
advertido muchas veces de la preparación de ataques armados y del
entrenamiento de grupos paramilitares en países vecinos.
Recordó que Estados Unidos “tiene una historia de
trato a los países latinoamericanos como su patio trasero”. “Hoy,
Venezuela está en el menú”, señaló el representante ruso.
Informó que presentaría al Consejo un borrador para
una declaración de prensa rechazando cualquier amenaza o uso de la fuerza, como
lo estipula la Carta de las Naciones Unidas. El texto también condena
el uso de mercenarios y pugna por una solución dialogada entre todos
los venezolanos en el marco de su Constitución.
Acusaciones fantasiosas contra Estados Unidos
La representante de Estados Unidos, por su parte, negó
cualquier participación de su país en los hechos del 3 y 4 de mayo en
Venezuela y aseveró que la reunión de hoy era una pérdida de tiempo.
Kelly Knight Craft dijo que la carta del Gobierno de
Venezuela al Consejo es “una larga compilación de acusaciones fantasiosas
indemostrables y falsas”, y lamentó que por segunda ocasión en el mes, Rusia
consintiera “el hábito recurrente del régimen de culpar a otros de sus
lamentables decisiones”.
Enfatizó que Estados Unidos no cooperará con
esos intentos de eludir responsabilidades.
Acusó al Gobierno venezolano de atropellos a los
derechos humanos y de intentar de distraer la atención con
este supuesto intento de golpe de Estado.
“Estados Unidos no entró a Venezuela y rechaza
categóricamente cualquier afirmación de lo contrario”, puntualizó la
embajadora, añadiendo que los únicos países que interfieren en Venezuela son
Cuba y Rusia.
Venezuela no está en venta
En la sesión del Consejo participó también el
embajador venezolano ante la ONU, quien afirmó que Colombia y Estados Unidos
estuvieron detrás de la agresión e indicó que hasta el momento, los Gobiernos
de ambos países se niegan a cualquier tipo de asistencia a las
autoridades venezolanas para establecer los hechos y evitar la impunidad.
“Como resultado, esos Gobiernos violan sus
obligaciones en virtud de los tratados bilaterales existentes sobre
asistencia judicial recíproca en materia penal”, apuntó Samuel Moncada y
denunció que Estados Unidos sigue proporcionando “un paraíso seguro a las
personas que descaradamente afirmaron ser los líderes de la última incursión
armada contra Venezuela”.
Expuso también que el Gobierno estadounidense ha
admitido abiertamente que presiona a las empresas para que dejen de
administrar gasolina a Venezuela, generando una escasez que, en el
marco de la pandemia, podría constituir un crimen de lesa humanidad, como lo es
el bloqueo impuesto la nación sudamericana.
“El Gobierno de Estados Unidos y sus aliados están
creando un espacio sin ley en las relaciones internacionales”,
señaló.
Para terminar, Moncada sostuvo que su país no
representa una amenaza para nadie y que tampoco está en venta ni será
nunca una colonia.
Colombia niega participación
En su turno al micrófono, Colombia, último orador de
la tarde, negó cualquier participación de su país en el intento de incursión al
territorio venezolano y aseguró que, al contrario, es una nación
hermana a cuyos ciudadanos respeta y brinda ayuda.
El representante colombiano ante la ONU, Guillermo
Fernández de Soto, dijo que Venezuela sufre “una crisis
multidimensional con la mitad de su población en la pobreza”, producto
de un Estado fallido.
Asimismo, acusó al Gobierno venezolano de no
haber hecho caso a las distintas iniciativas para una solución
pacífica y negociada, como las presentadas por el Grupo de Lima o la Unión
Europea.
Tomado
de: https://news.un.org/es/story/2020/05/1474792
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