San Josemaría 30 de mayo de 2020
@sJosemaria
Vuelve
tus ojos a la Virgen y contempla cómo vive la virtud de la lealtad. Cuando la
necesita Isabel, dice el Evangelio que acude «cum festinatione», –con prisa
alegre. ¡Aprende! (Surco, 371)
Ahora, niño amigo, ya habrás aprendido a manejarte.
–Acompaña con gozo a José y a Santa María... y escucharás tradiciones de la
Casa de David:
Oirás hablar de Isabel y de Zacarías, te enternecerás
ante el amor purísimo de José, y latirá fuertemente tu corazón cada vez que
nombren al Niño que nacerá en Belén...
Caminamos apresuradamente hacia las montañas, hasta un
pueblo de la tribu de Judá. (Luc., I, 39.)
Llegamos. –Es la casa donde va a nacer Juan, el
Bautista. –Isabel aclama, agradecida, a la Madre de su Redentor: ¡Bendita tú
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! –¿De dónde a
mí tanto bien, que venga la Madre de mi Señor a visitarme? (Luc., I, 42 y 43.)
El Bautista nonnato se estremece... (Luc., I, 41.) –La
humildad de María se vierte en el Magníficat... –Y tú y yo, que somos –que
éramos– unos soberbios, prometemos que seremos humildes. (Santo
Rosario, 2º misterio gozoso)
Tomado
de: https://opusdei.org/es-ve/dailytext/bendita-tu-eres-entre-todas-las-mujeres/
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