EFE 20 de febrero de 2022
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Una
filtración de datos revela que durante años el banco suizo Credit Suisse guardó
fortunas de personas ligadas a la corrupción procedentes de todo el mundo,
entre ellos empresarios sancionados o violadores de los derechos humanos, por un
valor conjunto de unos 100.000 millones de dólares, según publicó este
domingo The New York Times.
El diario forma parte de un consorcio de casi 50 medios que, coordinados por la organización sin ánimo de lucro «Organized Crime and Corruption Reporting Project», han analizado los datos de unas 18.000 cuentas del banco suizo filtradas hace un año al periódico alemán Süddeutsche Zeitung por una persona no identificada, una investigación bautizada como los «Secretos Suizos».
El
informante dijo al consorcio mediático en una nota que las leyes de secreto
bancario suizas eran «inmorales», y agregó: «El pretexto de proteger la
privacidad financiera es una mera hoja de parra que cubre el vergonzoso papel
de los bancos suizos como colaboradores de los evasores fiscales», de acuerdo
con el Journal.
La
filtración, que sigue la estela de otras como los «Papeles de Panamá», revela
que Credit Suisse abrió cuentas y sirvió como clientes en un periodo
comprendido entre 1940 y la década de 2010 «no solo a los ultra ricos, sino
también a personas cuyas situaciones problemáticas habrían sido obvias para
cualquiera que pusiera sus nombres en un motor de búsqueda» como Google.
El
banco supuestamente desoyó alertas de sus propios empleados sobre «actividades
sospechosas» en las finanzas de sus clientes, entre ellos acusados de
corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela; figuras gubernamentales
en Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores
con EE.UU. en la guerra contra el terrorismo, así como sus familiares.
Entre
esos tenedores de cuentas con balances millonarios se cita al exviceministro de
energía venezolano Nervis Villalobos; los hijos del expresidente egipcio Hosni
Mubarak, Alaa y Gamal Mubarak; el rey Abdulá II de Jordania; o los hijos de un
funcionario de inteligencia paquistaní, Akhtar Abdur Rahman Khan, que ayudó a
canalizar dinero de EE.UU. y otros países a los muyahidines en Afganistán en
los 80.
Algunas
de esas figuras, como los hijos de Mubarak o el rey jordano, han negado que su
almacenamiento de fondos en la segunda mayor entidad del sistema suizo
correspondiera a conductas inapropiadas.
Una portavoz
de Credit Suisse, Candice Sun, dijo al NYT que el ente «rechaza» las
alegaciones y argumentó que muchas de las cuentas en cuestión están ya
cerradas, destacando que todo corresponde a una campaña de descrédito «contra
el banco y el mercado financiero suizo, que se ha sometido a cambios
importantes en las últimas décadas».
No
obstante, un antiguo director de la agencia contra en blanqueo de dinero en
Suiza, Daniel Thelesklaf, aseguró que a los bancos suizos se les ha prohibido
legalmente desde hace mucho tiempo aceptar dinero vinculado a actividades
criminales, señalando que la ley por lo general no se ha aplicado con dureza.
EFE
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