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viernes, 25 de febrero de 2022

De cómo los enchufados saquearon a Venezuela, por @rsosaeconomist


Rosana Sosa García 24 de febrero de 2022

@rsosaeconomist

Entérese de cómo y por qué unos 20 venezolanos vinculados a PDVSA, incluido Nervis Villalobos, ex-viceministro de Energía de Hugo Chávez, aparecen en el nuevo escándalo del Credit Suisse

La reciente filtración de datos de uno de los bancos suizos más importante del mundo, el Credit Suisse, fuente de varios escándalos anteriores, reveló que unos 20 venezolanos vinculados a la estatal PDVSA, incluido Nervis Villalobos, ex-viceministro de Energía de Hugo Chávez, tuvieron cuentas de al menos 273 millones de dólares.

Este gigantesco escándalo que ha movido la opinión pública mundial sobre la urgencia de controles a los capitales ilegales, me ha motivado a volver sobre los principales mecanismos de corrupción y determinar la cuantía de los capitales saqueados al país suramericano.

La palabra ruina a costa de ese inmenso robo, quizás no exprese con claridad suficiente las dimensiones del desplome y la devastación sufrida por Venezuela, el país que hasta hace unas décadas tenía el mayor ingreso per cápita al sur del río Bravo.

Más de siete millones de personas han abandonado el país, en la mayor y más aguda crisis migratoria del continente americano a lo largo de la historia. Multitudes de venezolanos inundan las calles de no pocas ciudades del hemisferio y diversos estudios ubican la diáspora en más de un veinte por ciento de los habitantes del país.

Las interrupciones en el suministro eléctrico son constantes, irónicamente atribuibles parcialmente a la falta de combustible.

La atención a enfermedades o accidentes es prácticamente nula, muchos pacientes fallecen por falta de medicamentos.

El suministro de agua es escaso debido al abandono y a la carencia de mantenimiento del sistema de acueductos, en un país con inmensas reservas acuíferas y caudalosos ríos.

La hiperinflación ha degradado el ingreso de las familias, los salarios del venezolano son quizás los más bajos del mundo y el producto interno se ha derrumbado en un 80%.

Todo esto lleva a la aterradora pero certera afirmación de que el hambre es una constante para la inmensa mayoría de la población venezolana.

¿Cómo medir la cuantía de la corrupción?

Las cifras a utilizar son las del Banco Central de Venezuela (BCV) y la de los costos de la canasta básica familiar provistos por el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas), institución independiente. Para la consideraron de dos posibles fuentes de corrupción en el uso de recursos públicos, la gestión de la petrolera estatal PDVSA y el control de cambios desde 2003.

Desviación de fondos en PDVSA

Hasta el advenimiento del actual régimen político autoritario, la casi totalidad de las divisas producidas por PDVSA eran enteradas al BCV, situación que cambió radicalmente a partir del año 2003 y después de la reforma de la ley del BCV en 2005.

Luego de 2003, el promedio enterado por parte de PDVSA al BCV apenas llegó a la mitad.

¿A dónde fueron a parar esas divisas? Sin duda, se las robaron.  

La base metodológica para lograr una aproximación a los saldos desviados es mediante el cálculo del ingreso de divisas en PDVSA por concepto de exportaciones petroleras entre los años 2003 y 2015 (ambos inclusive). Si se considera el porcentaje no entregado con el de los seis años previos (1997-2002), en los cuáles aún PDVSA poseía una gerencia sin mayores desviaciones ideológicas a la naturaleza del negocio petrolero.

Entre 1997-2002, Venezuela exportó aproximadamente 100 mil millones de dólares y el BCV recibió el 82 % de dicha cifra.

De 2003 a 2015, el país exportó casi 800 mil millones de dólares en petróleo y el BCV recibió menos de la mitad.

¡409 mil millones de dólares nunca fueron enterados al BCV!

Si se estima que efectivamente el 18 % de las exportaciones hubiesen ido al mantenimiento de la infraestructura o a la compra de bienes para la población, poco más de un tercio del dinero de las exportaciones petroleras, más de 265 mil millones de dólares, jamás llegó a Venezuela yendo a parar a los patrimonios de los llamados «enchufados», personas cercanas al régimen (Ver tAbla 1).

Entre 1997 y 2002, Venezuela importó en bienes ligados al sector 9 mil millones de dólares, 9 % del total de la factura petrolera del país. Porcentaje que se mantiene en el periodo 2003-2015, cuando las importaciones petroleras se ubican en 81 mil millones de dólares. Mientras las cantidades que provienen de las exportaciones petroleras destinadas a otros usos suben exponencialmente.

Esta carencia de mantenimiento y de inversiones en PDVSA, ocasionó un descenso en la producción de casi tres millones de barriles diarios a comienzos del milenio a menos de 1,2 millones de barriles diarios en septiembre de 2018, alrededor de un 60 %.

Una cantidad de fondos importante supuestamente se dedicó a importaciones de bienes de consumo y de capital, a través de entidades como PDVAL y la misma PDVSA mediante diversos mecanismos, tales como el Fondo Chino y Petrocaribe.

La enorme dificultad que han tenido tribunales de diversos países en identificar el origen de grandes fortunas en posesión de individuos del régimen, podría atribuirse al pago de sobreprecios en importaciones destinadas a Venezuela y a operaciones de arbitraje financiero con divisas canalizadas por PDVSA, utilizando fondos no desembolsados al BCV (Ver Tabla 2 y las figuras 1, 2 y 3 donde además se evidencia a partir del año 2012 un quiebre en el monto exportado, debido mayormente a la caída en la producción, causada por falta de inversión).

Control de cambios:

La otra gran fuente de irregularidades es el control de cambios establecido a comienzos de 2003. Un perverso mecanismo que restringió y condicionó a complejos trámites y sometió a discreción el otorgamiento de divisas hasta que mermó notablemente de 2014 en adelante.

Para estimar los montos sobrefacturados durante el control de cambios, se calcula el porcentaje de sobrefacturación que equivale al nivel de sobrevaluación del tipo de cambio oficial.

Sencillamente se estima el poder de compra en Venezuela de la cantidad de bolívares necesarios para adquirir un dólar a la tasa oficial, ese poder de compra se le resta al poder de compra de ese mismo dólar en los Estados Unidos y la diferencia representada en una cantidad de porcentual que se multiplica por el total de dólares otorgados por el BCV, al sector privado a través de los diversos mecanismos de control de cambios.

Por ejemplo, un individuo que obtuvo 1.000 dólares en Agosto de 2010, pagó Bs. 4.300 por esa cantidad, con ese dinero en Venezuela podía comprarse el equivalente en poder adquisitivo a lo que se obtenía con 728,10 dólares fuera del país. Bajo el supuesto, se estima que la diferencia, es decir, 271,90 dólares resultaron en beneficios para el favorecido, ganancias que no hubieran existido en la ausencia de un control de cambios.  

En Mayo del año 2014, el poder adquisitivo de Bs.6.300 (1.000 dólares a la tasa de cambio oficial en ese momento) era de solamente 299,50 dólares fuera del país, siendo la utilidad para quien obtenía los dólares de 700,50 dólares de los Estados Unidos.

Para determinar la paridad del poder de compra del bolívar a tasa oficial respecto al dólar, se utiliza el índice de precios al consumidor emitido por el BCV, hasta el año 2007, luego, a partir de enero del 2008 y con base a la redefinición del índice que contempló la inclusión de una mucho mayor ponderación de bienes no transables, se utiliza la canasta básica de Cendas.

La fórmula para determinar el porcentaje de sobrevaluación o de subvaluación de la moneda local es la siguiente:

• PS: Porcentaje de sobrevaluación

• ITCO: Índice del tipo de cambio oficial

• IPCLocal: Índice local de precios al consumidor

• IPCExterno: Índice externo de precios al consumidor (Ver Tabla 3)

Para finales de 2015, un bolívar en Venezuela tenía un poder adquisitivo menor al 7 % de lo que compraba ese mismo bolívar si era transformado a dólares y usado fuera del país. Sólo que la posibilidad de cambiar el bolívar a dólares dependía de un funcionario del Estado cuya discrecionalidad en muchos casos derivaba en corrupción.

La estimación de los niveles de corrupción se calcula en la diferencia de lo que se podía comprar fuera. Lo que se podía comprar en Venezuela, siendo esa diferencia, la utilidad adicional para quienes tenían acceso a las divisas. El monto de ese pillaje era repartido en los distintos eslabones de la cadena que inflaba los precios: importadores, funcionarios y comerciantes estraperlistas, conocidos localmente como “bachaqueros”.

De enero de 2003 a marzo de 2015, fueron adjudicados 337,8 mil millones de dólares, el monto sobrefacturado fue de 119,5 mil millones de dólares. (Ver Tablas 4 y 5 y Figuras 4, 5 y 6)

La conclusión es clara

Entre 2003 y 2015, el monto desviado hacia la riqueza particular en Venezuela asciende a más de 385 mil millones de dólares con base a cálculos conservadores, que podría llegar a 529 mil millones de dólares si se considera la totalidad de las divisas no enteradas por PDVSA al BCV.

En órdenes de magnitud se trata quizás del mayor saqueo patrimonial del cual ha sido objeto país alguno a lo largo de la historia.

Se propone que las instituciones de los países a donde fueron a parar los recursos provenientes de la corrupción, embarguen dichos caudales para que cuando se produzca la transición en Venezuela, sean utilizados tanto en el pago de las obligaciones que tenga el país con el exterior, como en su recuperación económica.

Tomado de: https://www.ibercampus.es/de-como-los-enchufados-saquearon-a-venezuela.htm

 

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