León Hernández 26 de febrero de 2022
@El_Leon
Solo
quienes se empeñan en ver únicamente la punta del Iceberg, podrían decir que la
invasión de Rusia a Ucrania supone que hayan vuelto los tiempos de la guerra
fría.
Aquellos que hemos visto de cerca los autoritarismos surgidos en Latinoamérica, no solo el cubano, sino también los alcanzados por la vía electoral en naciones como Venezuela, podríamos interpretar que tal confrontación había permanecido latente en los aspectos ideológicos, mediáticos y educativos, así como en las instancias culturales y políticas.
¿Se
había acabado realmente la guerra fría? Conteste usted a esa duda, recordando,
entre otros, el surgimiento del llamado el Socialismo del Siglo XXI en los 90.
Incluya
en su respuesta el incremento de poder nuclear en naciones como Rusia, China y Corea
del Norte.
Reflexione,
viendo las diferencias entre los mandatarios de las naciones poderosas para
1989 con las postura de los hoy gobernantes.
La
cultura de la Unión Soviética de antaño resurge, no sabemos si de sus cenizas,
o si de nuevas soberbias.
La
desinformación, como manipulación de sectores de poder en pugna, llega ya a
Latinoamérica, horadando la credibilidad de lo que ocurre. Persigue que
usted se encuentre perdido y relativice toda acción, es decir, imagine, sin
poder tomar postura, que cada grupo podría tener sus razones históricas,
políticas, económicas, sociales y culturales para ejecutar determinada política
ante la violencia. Pero un hecho es claro: quien comenzó el fuego fue Vladimir
Putin.
En
Venezuela, con el tema ideológico encendido, algunas características comienzan
a vislumbrarse sobre cómo se inclina la balanza hacia Rusia.
Así
como existen personas que han señalado que es el régimen de Putin quien ataca a
Ucrania, y no Rusia y su gente, tal podría decirse sobre el respaldo de Nicolás
Maduro hacia Putin, no muy cónsono con la cultura y creencias de Venezuela como
país.
Incluso,
han sido publicadas declaraciones que hacen pensar que no se trata del chavismo
en pleno el que apoya la acción del jerarca de Moscú, entre estas, la del ex
ministro de Turismo, Andrés Izarra, quien tuiteó: «Maduro pagará caro su papel
de perrito faldero de Putin».
La
desinformación sobre la invasión ya está circulando en Venezuela. El Observatorio Venezolano de Fake News ha
difundido desmentidos sobre la circulación de imágenes de supuestas explosiones
ocurridas en Kiev, correspondientes a videos de explosiones de una empresa de
gas en China. También de la supuesta respuesta bélica de Estados Unidos, con
la manipulación
de declaraciones de Joe Biden.
Existe
documentación de los esfuerzos de desinformación
emprendidos por el gobierno de Vladimir Putin, para boicotear democracias
en Europa y servir de respaldo ideológica a ciertos gobiernos aliados en
Latinoamérica.
También
se topa el ciudadano de a pie con la desinformación producto de la
incertidumbre sobre el tema, por versiones que son replicadas en medio de
rumores en torno a la situación.
Hay
síntomas de conmoción ante la violencia de un gigante contra un país pequeño.
¿Puede usted confiar al 100% en las cadenas de WhatsApp, memes de Twitter,
posts de Facebook, que recibe sobre esta situación?
Le
recomendamos documentarse un poco más, antes de responder a esta interrogante.
En
este sentido, la recomendación inicial es que Ud. comprenda, en primer lugar,
que las guerras incluyen narrativas públicas y encubiertas para ganar adeptos
ideológicos; además, que debe corroborar con medios de su preferencia,
preferiblemente de tratamiento informativo independiente, las informaciones
sobre el conflicto.
La
batalla en Ucrania también se vive en las redes
Busque
contenidos veraces, sírvase de declaraciones de expertos en materia
internacional, pero acceda a sus credenciales académicas.
No se
quede en la burbuja habitual, en el chat de amigos, vecinos y familiares. A
menudo, en estos grupos pululan unidades de desinformación.
Adquiera
nuevas competencias mediáticas, aplicando herramientas para determinar si la
foto o el video recibido corresponde al presente o si fue descontextualizado.
Si un
vocero aparece anunciando nada más y nada menos que una tercera guerra mundial
y de ella no se habla en portal serio alguno, ignórenlo, muchas de estas fake
news buscan atemorizarle, crearle frustración o distraerlo de noticias
reales.
Piense
antes de replicar. La desinformación se aprovecha de sus emociones básicas y
pretenderá pagar menos por difundir, ¿cómo?, capitalizando su buena fe a la
hora de compartir.
Pero
también comprenda que sí es posible llegar a una interpretación fiable de la
realidad, gracias al esfuerzo del periodismo independiente, presente en no
pocos emprendimientos en la web.
Aplique
racionalidad en ello, a fin de informarse sobre lo que ocurre en el marco de
este conflicto y recuerde que uno de los propósitos de los laboratorios de
desinformación es hacerle creer que no hay manera posible de estar
correctamente informado.
Ayúdese
con las referencias que le brinden emprendimientos de periodistas expertos en
verificación de contenidos.
Tomado
de: https://curadas.com/2022/02/26/colmillo-de-leon-desinformacion-guerra-ucrania/
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