Lester Toledo 25 de febrero de 2022
@LesterToledo
Si
hablamos de talante criminal, autoritario, de ambición ciega por el poder, de
corrupción y delirios de grandeza, no hay dudas, Nicolás Maduro y Vladimir
Putin son tal para cual.
De
allí que el respaldo que Maduro le brindó a Putin en el preámbulo de esta nueva
guerra desatada en Ucrania era algo más que predecible.
La
sangre de los ciudadanos venezolanos y ucranianos corre por las manos de estos
criminales.
Este 24 de febrero de 2022 quedará registrado en la historia de la humanidad como el nefasto día en el que Putin inició el ataque militar contra Ucrania, levantando la bandera de una guerra sin sentido y arremetiendo en contra de la soberanía de un pueblo que quiere preservar su libertad e independencia, un pueblo que ha luchado por ella, y que solo ve y verá a un dictador y a un asesino, no a un presidente.
Esta
declaración de guerra e intervención militar las ha logrado haciendo uso de
toda una narrativa belicista y nacionalista fundamento de su política militar
expansiva para recuperar a la fuerza las antiguas repúblicas soviéticas.
Se ha
propuesto recuperar las fronteras de la Gran Rusia, sin importarle cuántas
vidas cueste su sueño y su ambición.
Ya lo
hizo en Chechenia, hace más de 23 años cuando declaró la segunda guerra a esa
nación que tras la caída de la Unión Soviética había decidido erigirse como
país independiente, hasta que Moscú decidió recuperar el control de esta
república en dos guerras, combates que duró más de una década de muerte e
injusticias. Y basado en ese mismo discurso, ha aniquilado pueblos enteros, que
murieron luchando por su libertad y por alcanzar la paz.
Entonces
¿sorprende a alguien que sean precisamente Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y
Siria, los países que han manifestado su abierto respaldo a las acciones
criminales y bélicas de Vladimir Putin?. La respuesta es no.
Y es que
no es para nada casual que Díaz Canel, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Ebrahim
Raisi, Bashar al-Ásad y el mismo Vladimir Putin, sean considerados hoy los más
cruentos dictadores, criminales, violadores de derechos humanos y reales
riesgos para sus regiones. Son tal para cual.
Pero
también lo que obvian estos cómplices criminales, es que al apoyar esta
intervención militar en Ucrania, también están compartiendo la responsabilidad
de lo que allí ocurra.
Todas
las muertes y violaciones a los derechos recaerán, no sólo en las manos de
Putin, sino también en todos los que se prestaron para este baño de sangre y
ese es el llamado que queremos hacer en este momento de dolor e indignación por
las bajas militares y civiles que ya casi llegan a 60 en Kiev y en otras
ciudades de Ucrania.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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