Lester Toledo 18 de febrero de 2022
@LesterToledo
Tremendo
sapo resultó Álex Saab, el testaferro y diplomático designado por Nicolás
Maduro, quien para sorpresa de muchos, sobre todo para los asiduos a Miraflores
esos que hasta salieron a protestar y levantaron pancartas para exigir
libertad, éste llevaba tiempo salvándose el pellejo.
Mientras Nicolás Maduro le lanzaba salvavidas y lo convertía en un diplomático mártir, el sapo intentaba salvarse a toda costa, sin importar que, en el intento por sobrevivir, estaría hundiendo y señalando a su «salvador».
La
noticia, ya confirmada, que revelaba a Álex Saab como colaborador de la DEA,
puso a temblar de miedo a unos, y de rabia a otros, los primeros, por su
vinculación con sobornos y comisiones millonarias, y los segundos, por saberse
manipulados, estafados y hasta obligados a dar la cara y marchar por la
libertad de este “sapo traidor” del régimen.
Seguro
estamos que uno de los más sorprendidos con este trascendido fue precisamente
Jorge Rodríguez, el psiquiatra, a quien vimos en México, algo descolocado y portando
una pancarta con el rostro del testaferro colombiano, exigiendo su libertad y
hasta condicionando el diálogo, exigiendo su incorporación entre los portavoces
del régimen.
Pero
resulta que las investigaciones periodísticas y los documentos judiciales del
caso revelaron que la vinculación entre este “diplomático” de Maduro, la DEA y
el FBI, databa del 2016.
En
agosto de 2016 se produjo la primera reunión entre Saab, representado por un
abogado penal en los Estados Unidos y su abogado colombiano, y agentes
especiales de la DEA y el FBI en Bogotá, Colombia.
Los
documentos registraron que Saab Morán fue interrogado por estas fuerzas de
seguridad y desde ese primer encuentro, habría proporcionado información sobre
contratos con el régimen para construir viviendas de interés social, sobre la
procedencia del dinero y otros detalles.
Luego
en junio de 2018 reconoció ante la autoridad de EE.UU que habría pagado
sobornos a funcionarios del régimen venezolano en relación con los contratos
que le otorgaron para proporcionar alimentos a Venezuela.
Ese
mismo mes firmó un acuerdo de fuente de cooperación con la DEA y poco después
se convirtió en una fuente activa de aplicación de la ley, manteniendo
comunicación con agentes especiales de la DEA.
Los
documentos de la colaboración de Saab y la DEA dan cuenta incluso de
transacciones bancarias, como transferencias electrónicas que superan los 13
millones de dólares, que envió el cantante testaferro a cuentas bancarias
controladas por la Administración para el Control de Drogas, movimientos que se
efectuaron entre agosto de 2018 y febrero 2019.
La
orquesta dejó de sonar momentáneamente cuando Saab incumplió el plazo acordado
con agentes especiales de la DEA y fiscales de la Oficina del Fiscal de los
Estados Unidos y del Departamento de Justicia en Europa para entregarse. De
allí que ante su negativa se inició su procesamiento por el Distrito Sur de
Florida lo que derivó en su captura, en su extradición y posterior
encarcelamiento.
Otro
que resultó miembro de este, cada vez más grande, “Cartel de los Sapos”, y
quien también decidió cambiar de profesión, de tesorero a cantante, fue el ex
tesorero de Hugo Chávez, Alejandro Andrade Cedeño, quien negoció su libertad y
se convirtió en el testigo más importante que ha tenido hasta ahora Estados
Unidos para investigar la corrupción en Venezuela.
Lo
cierto es que Álex Saab es hoy una pieza clave para cualquier procedimiento
judicial que se decida emprender en contra de Nicolás Maduro Moros, y lo
irónico del caso, es que no se trata de un solo cantante. Todo lo contrario, la
DEA y el FBI han logrado orquestar todo un coro, y no de voces blancas
precisamente.
Saab
es tan solo uno de los muchos funcionarios del entorno del régimen que están
cantando, salvando su pellejo, y lanzando a los leones de la desgracia a su
“salvador”, “benefactor” y socio de sus fechorías. Veremos cómo, poco a poco,
saldrán otros cantantes sapos que soltarán la ópera completa.
El
tiempo nos sigue dando la razón. ¡La justicia tarda, pero llega! Y más temprano
que tarde llegará a tu puerta Nicolás Maduro Moros.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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