Andrés Cañizález 18 de julio de 2022
@infocracia
Económicamente
la mejoría económica de burbujas no beneficia a todas las regiones ni a todos
los sectores sociales. Venezuela sigue, lamentablemente, atravesada por una crisis
humanitaria compleja, que empuja a que mensualmente miles de venezolanos huyan
de su país
Las
dinámicas política y económica en Venezuela están compuestas, fundamentalmente,
de anuncios. Se hará esto, proyectamos aquello. Pero encontrarse con resultados
tangibles, con avances concretos, es cosa más difícil. En lo social,
lamentablemente, la realidad es incuestionable: tan desesperados están tantos
venezolanos que se lanzan en pos de un sueño en otro país, aún a riesgo de sus
vidas.
Política, y económicamente, estamos en una suerte de punto muerto. Nos dicen que habrá una nueva etapa de diálogo, y hasta foto sacan los actores relevantes de este proceso, pero pasan las semanas y los meses y nada que arrancan las conversaciones. Tampoco los acercamientos entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores desembocan en lo que se supone será una política de flexibilización de las sanciones, pese a que a Washington le urge petróleo en el contexto global de la actualidad.
Se nos
anuncian unas elecciones primarias de la oposición, pero se desconoce aún el
cronograma y es muy posible que, por razones difíciles de entender, termine
prorrogándose para un mediados o finales de 2023, dejando un campo abierto para
que el chavismo pueda seguir jugando en solitario en la arena pública, con
liderazgos opositores debilitados que sólo a través de unas primarias podrían
relegitimarse ante la ciudadanía.
Este
2022 no será, en lo político, un año de decisiones mayúsculas y eso abona la
idea de que nada pasa. Pasan cosas, obviamente, como la realización de procesos
internos dentro de los partidos opositores, pero la narrativa y la puesta en
escena en torno a tales procesos poco hace poco conectarse con la gente en la
hora actual.
El
gobierno se vanagloria de un crecimiento económico, en el primer semestre de
este 2022, pero es ínfimo después de años de destrucción, es terriblemente
desigual. Y, lo peor es que alcaldías del propio chavismo se ensañan contra
empresarios y comerciantes con una política de impuestos y servicios
municipales (el aseo principalmente) altamente voraz, con lo cual la actividad
económica de incipiente recuperación está nuevamente en riesgo.
No
tenemos en el horizonte ni un cambio político, ni grandes narrativas sobre lo
político en Venezuela. Las opciones de negociaciones, que son las que están
flotando en el aire, no son precisamente espectaculares, y peor aún ni siquiera
se activa o se mantienen en el tiempo de forma cierta.
Económicamente
la mejoría económica de burbujas no beneficia a todas las regiones ni a todos
los sectores sociales. Venezuela sigue, lamentablemente, atravesada por una
crisis humanitaria compleja, que empuja a que mensualmente miles de venezolanos
huyan de su país. Eso no se ha detenido, ni está en un punto muerto, lamentablemente.
Tampoco
está en punto muerto el malestar social, las protestas laborales. En general
han un descontento que no ha cedido. Lo que ha cambiado es que la población
está hoy tan molesta con el chavismo como con los sectores de oposición. Y eso,
la falta de liderazgos que puedan llevarnos hacia una transformación positiva,
nos coloca también en un punto muerto.
Tomado
de: https://elestimulo.com/opinion/2022-07-17/el-punto-muerto-en-el-que-estamos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico