Isabel Pereira Pizani 18 de julio de 2022
@isapereirap
Es
desconcertante como a la oposición venezolana, enfrentada al régimen chavista,
le ha sido imposible alcanzar un momento, o un espacio, para mostrar que está
unida. Poder exhibir ante el mundo y los ciudadanos que tienen un objetivo
común y que están en sintonía con el sentimiento de los venezolanos de querer
cambiar el régimen político.
A estas alturas creo firmemente que esta unidad no ha sido posible porque aun no se ha podido mostrar o entender quién es el enemigo de los venezolanos, que de partida no son los mismos opositores.
Hay
infinidad de quejas, denuncias de abuso, actos descubiertos de violación de
derechos humanos, gentes inocentes en las cárceles, mártires que superan el
centenar sobre todo en los sectores juveniles, pero a pesar de todo no hemos
podido lograr ese cénit, materializar un espíritu unitario capaz de enfrentar
al enemigo de todos.
No ha
podido la oposición patriota que aspira rescatar la democracia y la libertad
descubrir la imagen, la figura, el discurso del enemigo. Esto ocurre
sencillamente porque los distintos lideres y partidos tienen una visión
borrosa, confusa acerca de quién es nuestro verdadero enemigo e intentan
buscarlo equivocadamente en sus propias filas. Lo cual debe provocar muchas
burlas de los estrategas del régimen.
En
general, rechazamos la relación entre Cuba y Venezuela y sobre todo su
intromisión en asuntos internos del país. Maduro llegó al extremo de plantear –
no sé si lo logro- que un representante del gobierno cubano asistiera a todas
las sesiones del presidente de la republica con sus ministros. Esta invitación
no puede verse como una mera formalidad. Su insistencia en la presencia en los
gabinetes del gobierno de los representantes del castrismo era porque pretendía
validar la intromisión cubana en cada acto de gobierno.
La
pregunta clave que debemos hacernos es la siguiente: Todos sabemos lo que envía
Venezuela a Cuba, en su afán de sostener económicamente ese régimen comunista.
Se habla de los barcos llenos de petróleo, el pago generoso de los funcionarios
incrustados dentro de los organismos que controlan la información ciudadana, la
participación-nefasta- en los centrales azucareros del país, el entrenamiento
en materia de torturas y vejaciones a presos políticos.
Lo que
no sabemos, desconocemos, estamos engañados, es aquello que Cuba le manda a
Venezuela que no son solamente los pseudo médicos para Barrio Adentro, los
entrenadores deportivos, los asesores técnicos obsoletos. Desconocemos cuál es
el material secreto que manda Cuba a Venezuela y que funciona como elixir
venenoso para sostener el régimen Chavista aun dentro del mayor fracaso
administrativo que ha conocido Venezuela en toda su historia.
Primero
hay que saber que componentes inmateriales envía Cuba a Venezuela para alimentar
el alto mando militar, al extremo de corromperlos y destruir el espíritu de la
Fuerza armada nacional, que ya no existe. Cuáles son los instrumentos de
persuasión y orientación que aplica a los que ocupan las funciones más
importantes del país, cómo afectan el comportamiento y las decisiones del
Tribunal Superior de justicia, cómo se opera en la conciencia de los jueces
para que se dediquen, en lugar de buscar la justicia, a reprimir, encarcelar al
oponente.
¿Cuáles
son las tácticas para arrojar en el foso de la corrupción a funcionarios
/organizaciones que deciden seguir la senda que hábil y de forma manipulada
señalan los expertos cubanos en espionaje, inducción de la corrupción,
expansión del narco tráfico, destrucción de valores morales. Consignas que
corroen totalmente la capacidad de resistirse al afán de usurpación velada del
poder por parte de las mafias comunistas cubanas. Deberíamos preguntarnos ¿Por
qué cada vez que ocurre un conflicto serio que amenaza la seguridad del
régimen, vemos partir en la noche secretamente, un avión a Cuba llevando a
Maduro y sus más secretos apoyos ¿Irán en búsqueda de la pócima que le
entregará el KGB cubano para salvarse del escollo político del momento?
La
única manera de alcanzar la unidad de la oposición venezolana es aceptando y
reconociendo ¿Quién es el enemigo? A quien combatimos, ¿cuál es su estrategia y
tácticas? cuáles fuerzas ocultas o veladas son las responsables de llevar a
cabo las consignas perversas de la represión cubana, la cual, si sabe exactamente
lo que significaría para la estabilidad de esa isla perder a Venezuela como
bastión, cómplice a la vez que víctima de todos sus crímenes históricos.
Por
favor, siéntese el liderazgo opositor en torno a la búsqueda de un acuerdo
principal, lograr un reconocimiento colectivo, un develamiento de quién es el
enemigo de la democracia venezolana, a quién le perjudica y hasta destruye que
los venezolanos sean libres.
Es el
camino directo para que podamos remover a los culpables de la desnutrición
infantil, los ataques perversos a las familias, la destrucción de empresas
productivas, el encarcelamiento de inocentes que luchan por la libertad.
Repito: Hay que crear la unidad en torno al reconocimiento de ¿Quién es nuestro
enemigo? enfrentémoslo con valor, después pueden venir las peleítas menores,
pero hoy: Todos contra el enemigo.
Isabel
Pereira Pizani
@isapereirap
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