Fátima De Oliveira 16 de junio de 2023
El ‘parole humanitario’ es una
medida que fue lanzada en octubre de 2022 surgió como una iniciativa para
ayudar a los migrantes venezolanos, pero luego se extendió para los haitianos,
cubanos y nicaragüenses. Muchos
se quejan de la demora en el trámite.
De
acuerdo con un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS,
por sus siglas en inglés), hasta el mes de marzo habían ingresado legalmente al
país unos 32.000 venezolanos a través del programa parole humanitario.
Las autoridades estadounidenses aseguraron que las entradas ilegales disminuyeron de forma importante en los últimos meses. Por ejemplo, el promedio de detenciones para enero de 2023 fue de 1.231, mientras que para marzo bajó a 339.
Esto
podría deberse a las demoras que se han registrado en las solicitudes activas
de venezolanos que quieren entrar al país. De hecho, la abogada de migración,
Aura Figuera, aseguró que muchos casos presentan retrasos de más de seis meses.
“Este
año no ha habido tantas solicitudes como el año pasado, la mayoría de las
personas se preguntan por qué está demorando tanto la aprobación del parole (…)
Cuando se llama al servicio al cliente de USCIS, la respuesta básicamente es
que tengan paciencia”.
Pero
no todos los casos son iguales. El hijo de Daniel Vargas Alfaro logró entrar a
los Estados Unidos el 23 de noviembre de 2022 con un parole humanitario
aprobado apenas unas semanas antes.
“El
proceso para mí fue bastante rápido. Lo realizamos la última semana de octubre
y a los 10 o 12 días ya estaba aprobado. Mi hijo llegó el 23 de noviembre. Creo
que el proceso duró unos 25 días”, cuenta.
“No
hay vuelos directos desde Venezuela, así que mi hijo viajó a República
Dominicana y de ahí a Miami. En el aeropuerto revisaron sus documentos y al
final le entregaron un cartoncito amarillo con el I94, que es la autorización
para entrar al país. Con ese papel solicitó su permiso de trabajo y su
licencia”, agrega.
El
mismo Daniel cree que contaron con el “factor bingo”, como lo llama, ya que ha
escuchado de casos en los que el trámite se ha extendido durante cuatro o seis
meses. Sobre esto, la abogada Figuera recomendó que los
interesados deben estar pendientes de las actualizaciones publicadas en la
página de USCIS.
Recientemente,
el gobierno federal de los Estados Unidos emitió una medida en la que
establecieron una nueva forma de procesar las solicitudes de parole humanitario:
500 casos diarios serán elegidos por un sistema de lotería, mientras que los
otros 500 casos diarios serán revisados cronológicamente para darle prioridad a
las personas que hicieron la solicitud primero.
¿Por
dónde comenzar?
El
primer paso es que el patrocinador ingrese a la página de USCIS y llene el
Formulario I-134A. Luego el beneficiario debe enviar toda la información de
tipo biográfica que le solicita el sistema. Es importante mandar la petición en
la aplicación móvil CBP One y, de ahí en adelante, solo resta esperar la
autorización de viaje que llegará a través de la cuenta myUSCIS.
Daniel,
que lleva 4 años viviendo en Miami, logró que su hijo entrara al país con la
ayuda de una asistente legal que lo asesoró al momento de llenar las
planillas. El trámite lo realizó él mismo, pero el patrocinador fue su
hermano por su condición de residente.
Efectivamente,
el patrocinador en los Estados Unidos debe cumplir unas características muy
específicas: ser ciudadano o contar con un estatus legal en el país (asilo
aprobado, residencia, TPS, etc.). Además, es imperante que el patrocinador
cuente con los ingresos señalados en la normativa del parole.
“Todo
va a depender de la cantidad de personas que el patrocinador planee traer a los
Estados Unidos. Un patrocinador puede solicitar toda la cantidad de personas
que quiera, pero debe tener unos ingresos que respalden sus peticiones. Todo
esto se calcula según el sueldo anual y el entorno familiar del patrocinador”,
explicó la abogada.
Figuera
también aclaró que “la persona que sea beneficiaria del parole puede
solicitar un permiso de trabajo; ya que ese es el único beneficio que otorga el
programa. Al migrante le van a dar un permiso de trabajo por dos años.
Ahora bien, si esa persona se quiere quedar por más tiempo, puede usar la
medida del parole para ajustar su estatus o puede cambiar el tipo de visa. Cada
caso se tiene que analizar por separado”.
El
beneficiario puede estar en Venezuela o en cualquier otro país del mundo, pero
no puede tener una residencia vigente de otra nación, doble nacionalidad o
documentación de asilo o de refugiado.
Ahora
que tiene a su hijo con él en los Estados Unidos, Daniel se siente tranquilo y
agradecido. “Yo entré aquí con visa de turista y nunca se me pasó por la
cabeza que mi hijo viniera ilegal. A mi hijo le habían negado la visa de
turista dos veces, así que decidí aprovechar esta oportunidad”.
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