Por Arnoldo García Pérez, 22/10/2012
Para nadie es un secreto que desde hace más de una década, cuando
hacemos revisión de los aspectos que han enmarcado el nacimiento, consolidación
y ahora mantenimiento de una propuesta política diferente, nos hemos encontrado
que una de las causas fundamentales que la sostienen son las débiles bases de
valores y niveles educativos de la gran mayoría de nuestra población. Un país
con más de un 80% de su población inmersa en altos niveles de pobreza, con
escasas o ninguna formación educativa que le permita adquirir herramientas para
su desarrollo, se hace una presa muy fácil de políticas que solo resuelvan con
soluciones o medias soluciones sus necesidades. Donde debe haber pensamiento y
discernimiento, hay hambre y conformismo y desde hace un buen rato, rabia y
revanchismo, lo que no permite el acercamiento y la concordia.
Podemos pensar, que es responsabilidad directa y estricta del estado, a
través de su gobierno, el implementar políticas y acciones para su eliminación,
sin embargo, si vemos que, es desde ese mismo gobierno, donde se refuerzan esos
antivalores, es poco o nula la esperanza de acciones renovadoras.
Es allí donde debe entrar en juego la empresa privada con un rol mas
específico y protagónico, desarrollando una estrategia que no solo le va a
permitir su supervivencia, sino que va a aportar al país un insumo valioso.
La empresa privada tiene la responsabilidad implícita de educar y
enseñar, ya que allí labora un porcentaje importante de ese 80% que
mencionábamos. Si queremos cambiar la orientación, somos los empresarios y los
gerentes los que debemos apoyar en ese cambio directo con nuestra gente.
Existen experiencias a nivel mundial que nos lo confirman. Naciones como
Singapur o Finlandia, que no cuentan con los recursos naturales y económicos
para su desarrollo, han alcanzado el primer mundo sobre la base de la
educación. En nuestro país también tenemos ejemplos dignos de resaltar, pero
que han sido imitadas con mucha timidez, véase el caso de Empresas Polar, por
ejemplo, una institución donde el sentido de pertenencia y la valoración por la
organización hacen esa empresa de todos sus trabajadores y de la comunidad.
Allí, nace como un derecho de todos la educación y formación, como parte de su
crecimiento y lo que es más importante, esos principios también arropan a la
familia y su entorno.
Llegó la hora del empresariado, y son los dueños de negocios y los
presidentes de las grandes corporaciones que hacen vida en este país los
llamados a asumir un rol más protagónico en el momento histórico que vivimos.
Son las empresas privadas las que pueden generar desde adentro el cambio social
que estamos requiriendo, a través de programas y planes que vayan de la mano de
los gerentes y líderes de estas organizaciones y que arropen no solo a los
trabajadores, sus familias, sino también a la comunidad.
Siendo las empresas cuna de líderes, son estos líderes los llamados a
encaminar y persuadir a sus organizaciones en que el camino de la
reconstrucción comienza por rescatar nuestros valores fundamentales y apoyar a
nuestros trabajadores en un proceso educativo de vanguardia que les permita en
poco tiempo tener criterios propios para tomar decisiones correctas. Son estos
líderes los que deben desmitificar el odio y las diferencias, partiendo por
reconocer que nosotros mismos hemos sido responsables y que en muchas de las oportunidades
estamos actuando desde el divisionismo con nuestras acciones y comportamientos.
Son estos líderes los que deben enseñar con el ejemplo, modelando conductas y
representando genuinamente esa sociedad que queremos compartir. Llegó
el momento de las verdaderas acciones, y estas acciones deben nacer del
real convencimiento de empresarios y líderes de que debemos generar un cambio,
un cambio que nos permita trabajar desde los valores, rescatando el respeto y
la solidaridad con nuestros trabajadores para producir una verdadera relación
de ganar ganar.
En vista de ello, quisiera proponerles algunas ideas que pienso pueden
sembrar acciones impactantes, y por qué no, ser modelo para otras
organizaciones. Paso a enumerarlas a continuación:
1. Desarrollar una Campaña de
Sensibilización en las empresas para la toma de Consciencia del nuevo rol a
emprender. Una campaña dirigida directamente al más alto nivel, con la idea de
que estos entiendan y comprendan lo importante de la educación de sus trabajadores.
Esta campaña debe estar complementada con afiches, publicidad, mensajes,
correos, y cualquier otro vinculo que se pueda trabajar para mantener esta
propuesta en la palestra. Un lema de esta campaña podría ser “EL RETO ES
EDUCAR”.
2. Preparar un programa de
talleres para los líderes, donde la toma de consciencia en el nuevo rol sea la
prioridad, estableciendo apoyo para la creación de programas de educación y
enseñanza para sus trabajadores y su familia.
3. Preparar un programa de
capacitación para los trabajadores donde la educación en valores y el
desarrollo del pensamiento constructivo y creativo sea el objetivo principal.
4. Crear un equipo de Coaches
dentro de las organizaciones apoyarlos en estos planes de cambio filosófico.
Estas son sólo algunas ideas que se me ocurren, pero estoy seguro que en
la sumatoria del talento de las Juntas Directivas de las empresas se crearán
otras ideas de mejor y mayor impacto.
Como todo no puede ser simplemente recomendar, ya que ese ha sido el
tenor de muchos, quiero presentarle a su vez, mi propuesta de colaboración para
apoyar en esta iniciativa, de ser tomada en consideración.
1. Asesorar a la Comisión que
se designe para la creación de la Campaña“EL RETO ES EDUCAR” a través de
mi aporte y generación de ideas.
2. Una Conferencia que he
presentado en diferentes empresas y organizaciones titulada “Liderazgo
Moral”, con la idea de sensibilizarlos en el tema. Esta actividad está
dirigida a la Junta Directiva y su equipo de primera línea.
3. El Taller “Gerencia de Uno
Mismo”, dirigido a gerentes y supervisores para la toma de conciencia del nuevo
rol.
4. Ofrecemos programas de
formación y desarrollo para los trabajadores orientados a desarrollar el
pensamiento creativo y la toma de decisiones.
Espero que puedan evaluar esta propuesta desde la perspectiva de la
importancia del rol que las empresas deben jugar para el futuro del país y con
mis mejores energías para aportar en ese cambio que tanto anhelamos y
necesitamos, hacemos votos por comenzar desde ya a trabajar por el futuro.
Arnaldo García Pérez.
Cel. 0414.3222090
Tomado de:
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