Recibido por correo electrónico
Por Prof Róbinson Rivas, 9/10/2012
Director del Centro de Computación
de la Facultad de Ciencias de la UCV:
Amigos:
Hasta anoche tardísimo estuve trabajando en la observación electoral. Ya
son varios años dedicando tiempo y un esfuerzo inmenso a esta tarea, de la que
he aprendido muchísimas cosas, y me han hecho comprender mejor muchas más.
Específicamente, soy parte del grupo de Observación Electoral de Asamblea de
Educación, una ONG dedicada en parte a ser veedores de estos procesos.
Lo primero que les cuento, y se lo hago saber a todo el que puedo, es
que el sistema de votación automatizado nuestro es sumamente seguro, sumamente
confiable, y la envidia de los de otros países que hemos tenido la oportunidad
de comparar. El voto es 100% secreto, la automatización es exacta hasta un
margen de 99,999% sin exagerar, y la cantidad de validaciones. re-validaciones
y auditorías son increíblemente altas, hechas además por muchísima gente
competente y especializada. No lo digo por mí, sino por docenas de ingenieros
del gobierno, de la oposición, de partidos minoritarios y de smartmatic que
dedican horas y días a revisar los códigos fuente, las configuraciones de las
máquinas de votación, de las de transmisión, de los conteos, de las líneas de
respaldo, el tema de la privacidad, la encriptación, y un largo etcétera.
Como reto técnico es sumamente gratificante trabajar en eso.
Otra cosa MUY diferente es el aspecto del trabajo político del CNE. Ya
ahí entran otras variables, como movimientos de electores entre centros, las
ventajas que dan para el registro a sectores que les interesa, que se hagan los
locos ante el grosero ventajismo oficial, que hagan normas de publicidad que
favorecen descaradamente al gobierno, etc etc. Para resumir, me gusta usar esta
figura: es como jugar un juego de fútbol donde las reglas están claras, pero el
árbitro es partidario de uno de los equipos. Si el equipo en desventaja mete
los goles gana, pero tiene que meterlos. El equipo del árbitro (en este caso el
gobierno) también debe meter los goles, pero el árbitro se las pone más fácil.
Al final del día, va a ganar quien meta los goles, pero desde luego la ventaja
es para el que tiene los recursos.
Si me explico bien, lo que quiero es hacer las distinción entre la parte
política (abusiva y abiertamente pro-gobierno) del CNE y los aspectos técnicos,
de los cuales no me queda ninguna duda que están muy muy consolidados.
Como anécdota puedo contarles que en una de las auditorías de una
elección anterior, estábamos los representantes del CNE, los de smartmatic como
fabricante, los testigos del gobierno, los de la oposición y yo y algunos
amigos por los observadores electorales de Asamblea de Educación. ¡¡Y en TODOS
los grupos, había profesores de la Facultad!!! más aún, en esas auditorías hubo
un momento que en la misma mesa había gente del mismo centro de investigación
de la UCV ¡¡pero en bandos diferentes!! Con eso quiero decir, que tengo
confianza plena en ese trabajo, y no voy a descalificar a mis colegas solamente
porque estén en lados distintos de la calle.
A NADIE LE GUSTA PERDER
¿¿A quién puede gustarle perder una elección?? el tema es que hay que
entender como es el proceso. Con lo que dije ya, creo que dejo clarísimo que NO
APOYO y más bien DESCALIFICO todos los rumores, las "noticias" y
comentarios que hagan ver que hubo fraude. NO HAY FRAUDE, lo que pasó es que
PERDIMOS. Como esa verdad no le gusta a nadie, hay que repetirla y repetirla y
aclararla. Siempre va haber gente que salga con eso porque sencillamente no
comprende que si en su centro ganaron 80-20, ¿como vamos a perder en el resto
del país?? ¿con este gorila, dictador, ladrón, etc etc?? pues sencillamente,
porque hubo más gente que votó por él, y desde luego, hicieron una inversión
muchísimo mayor en promocionarlo de todas las formas posibles. Cantar
fraude, decir que se perdió por los votos nulos, que cambiaron los resultados a
las x de la noche, que negociaron, etc etc, es una necedad que no resiste
ningún análisis. Eso si, sirven como "paliativo" y dan alguna
sensación de esperanza, pero no deja de ser sino un autoengaño.
La mera verdad, es que el gobierno aplicó un masivo movimiento de sus
votantes menos duros, y consolidó a sus duros, sin contar con el gigantesco
esfuerzo que han hecho en estos últimos meses para inaugurar obras a medio
hacer (pero visibles), el esfuerzo físico impresionante que tuvo que hacer el
presidente a última hora, la inversión en paños calientes en las principales
ciudades, y el populismo descarado, que raya en lo ridículo. Pero así es la política,
y si esos esfuerzos no se tradujeran en votos ni los intentarían. Lo cierto es
que esa es la forma clásica de hacer campaña electoral, y este gobierno en eso
es maestro: minimizar cualquier noticia que los afecta (y han sido muchísimas)
y sobrevalorar las obras dirigidas a captar votos. Por ejemplo, hasta risa dio
ver cómo inauguraban el famoso BusCaracas después de nueve años y un costo 11
veces superior al establecido, todo a los golpes y a última hora. Pero repito:
en política eso se vale, y sirve para captar los votos medio flojos. Los duros,
ya los tenía con la campaña de insultos, radicalismo y fanatismo que le encanta
a sus seguidores.
¿¿POR QUÉ SI SACAMOS MÁS VOTOS PERDIMOS?? ¿¿DÓNDE ESTÁ EL FRAUDE??
Pues la verdad, es que sacamos más votos en los centros urbanos, de
donde somos la mayoría de los amigos que finalmente van a leer estas notas. En
general, la gente de estos centros urbanos, de clases medias, están más
educados que el resto, y crítica más fácilmente los problemas de servicios públicos,
inflación e inseguridad. En eso, somos más disconformes. Además, mientras mayor
el nivel educativo -en general- la gente tienen más expectativas de vida, que
ir simplemente a lo básico de casa y comida. Somos más críticos con el
autoritarismo, con las groserías y la mediocridad, nos afecta más nuestra
sensibilidad la chabacanería y la corrupción descaradas. No es que en los
barrios no haya esas preocupaciones, pero siempre hablando en promedio, la
escala de necesidades varía. Y en esto hay que abrir los ojos: este gobierno ha
tomado medidas puntuales, algunas más populistas y otras verdaderamente serias,
para atender a millones de personas en cosas como acceso a alimentos, a centros
primarios de salud, a participación política y comunal, en algunos casos a
vivienda y educación, que mucha gente desprecia clasistamente como
"limosnas". Esas misiones, con un altísimo componente populista, son
más visibles para millones de personas que los casos de corrupción o la
inseguridad, a la que lamentablemente igual están habituados. Decir que los
chavistas son "pelabolas", "mantenidos",
"ignorantes" es en realidad desconocer que la mayoría son gente que
pasa necesidades, y que la oposición no ha podido convencerlos de que los
problemas que tienen son también responsabilidad de ese mismo gobierno. Y
claro, eso también pasa por que hay muchos que sí, prefieren estar mal pero
creerse bendecidos por el líder, esos mediocres no faltan pero tampoco son la
mayoría, en realidad serían pocos. Lo mismo que decir que los chavistas son "malandros":
si eso fuera así viviríamos en la época de las cavernas!!!
¿Por qué se pierde en los estados llaneros? por eso mismo, cuando uno
pasa por esos estados, la obra de gobierno atendiendo necesidades puntuales de
las poblaciones aisladas es MUY evidente, y esa gente también vota. Y lo mismo
pasa en las poblaciones rurales de otros estados, y en los barrios de las
ciudades. No entender eso es negarse a la realidad. Y con eso no digo que este
sea un buen gobierno, pero la realidad es mucho más terca que nuestras
creencias y gustos. EL populismo paga hasta que quiebra, y por ahora está
pagando.
Me gusta usar una imagen cuando converso con mis estudiantes: los
gobiernos, en todos los países del mundo, por definición tienen que cumplir muchísimas
tareas, y algunas las va hacer bien y otras mal. La diferencia entre un
oficialista y un opositor, es que el primero ve más cosas buenas que malas, y
las malas no las identifica con el presidente. El opositor, por el
contrario, ve muchas más cosas malas que buenas y además identifica los
problemas con la mala gestión.
Cuando un chavista comienza a ver más cosas malas que buenas se
convierte en opositor, y de esos hay muchísimos. Al revés no conozco a nadie,
que no sean cuatro o cinco políticos (entre ellos el poca cosa de Arias
Cárdenas).
Ese es el país que tenemos. Un gobierno que hace cosas pero que además
usa el dinero sin discreción alguna para captar votos. Millones de personas que
ven en ese gobierno soluciones a cosas concretas "a pesar de". Otra
mitad del país (la más urbanizada) que detesta un estilo de gobierno y que en
general no reconoce lo que éste haya podido hacer de bueno. Así como van las
cosas, es segurísimo que la oposición gane muchas más gobernaciones y alcaldías
que en las últimas regionales, y el gobierno consolide las de estados centrales
y de poblaciones rurales, o lo de los estados que ya tienen y que hayan hecho
una gestión más o menos buena.
Despreciar la victoria de Chávez es un absurdo. Que creamos que es mala
para el país es válido, pero desactivarse y echarse a morir, o seguir con el
juego del fraude y la abstención, es no solamente absurdo sino suicida. Hay que
seguir adelante, seguir criticando, participar más, aceptar las derrotas y
celebrar los triunfos, que van a seguir llegando seguro. No alimentar rumores,
calarse un poco este trago amargo, y entender por qué se pierde o se gana.
Abrazos a todos y salud
Robinson
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