Gerardo Lissardy 6 de noviembre de 2014
La primera noticia que se conoció
públicamente sobre la visita del ministro venezolano Elías Jaua a Brasil ya era
atípica: su niñera fue detenida en el aeropuerto de São Paulo a fines de
octubre, por llevar un revólver en su valija.
La última novedad sobre el viaje,
revelada este jueves por la prensa brasileña, también es llamativa: el
canciller Luiz Alberto Figueredo transmitió a Venezuela la molestia de su
gobierno por la falta de información sobre las actividades de Jaua en el país.
El ministerio venezolano de Comunas, que
encabeza Jaua, había indicado que el viaje era una “visita de trabajo”, pero
Brasil ignoraba su agenda de contactos con organizaciones sociales locales.
Por eso Figueiredo convocó el miércoles
al encargado de negocios de la embajada venezolana, Reinaldo Segóvia, y le
expresó la “extrañeza” del gobierno de Dilma Rousseff con esa situación,
informó la cancillería brasileña a BBC Mundo.
En clave diplomática esto supuso una
muestra clara de insatisfacción, que contrasta con las estrechas relaciones que
mantienen ambos países. Jaua es uno de los hombres fuertes del gobierno de
Nicolás Maduro.
La nota entregada por Figueiredo a
Segóvia, a la que accedió BBC Mundo, dice que la actitud de Jaua “puede
significar injerencia en asuntos internos de Brasil” y pide las “aclaraciones
necesarias y las manifestaciones correspondientes con relación a lo ocurrido”.
Un funcionario venezolano que sigue el
caso indicó que el canciller brasileño manifestó además verbalmente a Segóvia
que el reclamo lo hacía “por petición de la presidenta Dilma Rousseff”.
Agregó que, ante la magnitud que tomó
este asunto, espera que un alto miembro del gobierno de Maduro responda
próximamente a Brasil.
Convenios y revólver
Durante su estadía en São Paulo, Jaua
firmó convenios con el Movimiento de Trabajadores sin Tierra (MST), una
organización social que busca la reforma agraria, indicó un comunicado divulgado
por su ministerio el 28 de octubre.
El texto aseguró que esos acuerdos
buscaban “fortalecer lo que es fundamental en una revolución socialista, que es
la formación, la conciencia y la organización del pueblo para defender lo que
ha logrado y seguir avanzando en la construcción de una sociedad socialista”.
Otro comunicado del ministerio señaló
que Jaua también se reunió con representantes farmacéuticos y de laboratorios
brasileños para el suministro de medicamentos genéricos a Venezuela.
Afirmó que la visita a Brasil fue
encomendada por Maduro e incluiría también contactos con la Alcaldía de
Curitiba, ciudad que calificó como “modelo de gestión local”.
Pero el viaje de Jaua llamó la atención
de la prensa brasileña antes de esos anuncios, cuando la niñera de su familia
fue detenida por la Policía Federal en el aeropuerto de São Paulo por
transportar un revólver calibre 38 en su equipaje el 24 de octubre.
Yaneth Anza estuvo presa en una cárcel
femenina y quedó en libertad provisoria cinco días después, a la espera de ser
juzgada bajo cargos de tráfico internacional de armas. En Brasil ese delito se
castiga con entre cuatro y ocho años de prisión.
Jaua asumió su responsabilidad por el
incidente en un comunicado que publicó el domingo.
“Ante las autoridades judiciales de ese
país (Brasil) hice constar que se trataba de un error involuntario, que el arma
era de mi propiedad y que yo asumía la responsabilidad de lo ocurrido”,
escribió.
Jaua sostuvo que pidió a Anza, que viajó
a Brasil para acompañar a su mujer que estaba enferma y fue operada en São
Paulo, que sacara el arma de la maleta antes de embarcar. Pero agregó que la
niñera no la encontró “y viajó convencida de que no trasladaba ningún
armamento”.
Otras repercusiones
Las fuentes consultadas por BBC Mundo
indicaron que el incidente del revólver quedó fuera de la conversación entre el
canciller Figueiredo y el diplomático venezolano Segóvia.
Pero indicaron que además del revólver,
la policía brasileña incautó un maletín con documentos de Jaua que transportaba
Anza, incluido un plan de estrategia política para las elecciones legislativas
venezolanas de 2015.
La diplomacia venezolana intentaba
recuperar esos documentos de Jaua, quien ocupa cargos de gobierno en Venezuela
desde la administración del extinto presidente Hugo Chávez.
Anza deberá volver a Brasil para la
próxima audiencia judicial, cuando sea citada a través del consulado.
El viaje tuvo otras repercusiones.
La oposición venezolana señaló que Jaua,
sus familiares y la niñera viajaron en un avión de la petrolera estatal Pdvsa.
Esta semana, la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional rechazó un pedido
para investigar esa presunta irregularidad.
En Brasil, el canciller Figueiredo ha
sido invitado al Congreso para explicar las actividades de Jaua en el país,
algo que se espera que ocurra próximamente.
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