Edgar Rivero octubre de 2015
Llegó
el tiempo de la regaladera. El régimen comenzará en breve a dar a manos llenas,
hipotecando el futuro, con un solo propósito: tratar de convencer al pueblo
hambriento, hastiado de tanta escasez, limitaciones y humillaciones para
comprar, y captar su voto cueste lo que cueste. No contentos con el daño hecho
a un país petrolero, el más rico de América Latina, no contentos con la
destrucción de toda la producción interna y de mantener arrodillado al pueblo,
con la mentira de una guerra económica; todavía tienen el cinismo de pedir su
voto.
Pero
el cheque del último préstamo conseguido, no alcanza para comprar a todos. Las
cuentas no cuadran; de ahí el desespero de crear cortinas de humo, sentencias,
atentados, conspiraciones, guerras; todo forma parte de la estrategia para
“ganar a como de lugar”. A la par deben lidiar con una militancia que ya no es
tan dócil y que exige la entrega de las bolsas de alimentos, los
electrodomésticos, las casas, las becas y los reales prometidos.
El
tiempo se agota. En los sectores populares se vislumbra un Dakazo II
alimentario en vísperas a las venideras elecciones. El régimen de turno,
quemará la poca pólvora que le queda y seguirá jugando con el hambre y la
necesidad del pueblo. Ya no es un secreto que el gobierno está acumulando y
acaparando, en diferentes puertos y almacenes del país, una cantidad
innumerable de toneladas de alimentos, con el objeto de ser sacadas a la calle
en estos días previos a las próximas elecciones.
Esa
es la jugada del régimen, para tratar de frenar el caudal de votos en contra y
con ellos, la estruendosa derrota de los candidatos de la crisis roja. Pero la
suerte está echada y no habrá oleada de alimentos que evite el voto castigo. La
decepción y desengaño no se superan con pañitos calientes. El pueblo está hoy
más que nunca consciente de todo lo que sucede. Sabe que esos espejismos
electorales pasan y luego le va peor, cada vez que se profundiza más y más el
fracaso socialista. El pueblo no quiere más colas, no quiere comprar en la
calle, no quiere comprar una sola marca o un solo producto, no quiere pasar
hambre y eso es lo que sucederá el año próximo, si no se le pone un freno a los
culpables de esta desgracia.
Por
eso no nos cansamos de alertar al pueblo y decirle: reciban todo lo que les
den, porque eso nos pertenece a todos los venezolanos. Eso no es un favor o un
premio que les da el gobierno; eso es comprado con el petróleo de todos los
venezolanos y es tu derecho tener acceso a esos bienes.
Afortunadamente,
el miedo ya es cosa del pasado. Ya se nota un pueblo desafiante, incrédulo y
hasta desesperanzado, que decidió buscar el cambio, para salir del abismo en el
que está metido y ya no cree el cuento de que el gobierno es la víctima.
Por
todas estas razones, no podemos seguir permitiendo hipotecar el futuro del
país, el futuro de las nuevas generaciones. No queremos un Dakazo alimentario.
La irresponsabilidad e incapacidad para gobernar no puede volver a ser
premiada. Los días previos a las elecciones del 6D, serán de abundancia,
inundarán con alimentos en todas partes, pero todo será ficticio y temporal. La
crisis y los problemas continuarán si realmente no le echamos un parao. Ya en
nuestras giras, por doquier lo que se escucha es que existe una oportunidad
tremenda para salir de este gobierno corrupto y hambreador.
Ya
la mayoría el país, tanto opositores como simpatizantes del régimen y hasta los
ni-ni están convencidos que con este régimen, sus ilusiones de progreso se
esfumaron. Ya todos saben que solo hay dos caminos: ir a una tiranía bajo
pseudo-colonización cubana o re-fundar un sano Estado de Derecho, por medio de
la propuesta de reconstrucción de la República, por parte de la UNIDAD. La
reconstrucción no será fácil, ni rápida. Recogeremos a punta de trabajo, los
trozos de nuestra Venezuela, para que resurja de sus cenizas, como el ave
Fénix. Nacerá la nueva Venezuela.
PD:
En toda la historia gloriosa de nuestro bello país, ha habido mujeres
guerreras, valientes y también hermosas, quienes con sus letras, verbo y
actuación, han defendido en todos los terrenos, nuestro tricolor patrio y
constituyen nuestro orgullo de país. María Beatriz, con su sencillez, humildad,
inteligencia y gran espíritu de lucha, no sólo engalana la política
portugueseña, sino que ya está sembrada en el corazón del electorado portugueseño.
Enhorabuena Diputada!
Edgar
Rivero
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