viernes, 30 de octubre de 2015

Racionalidad rojo-rojita, por @laguana



Por Luis Manuel Aguana, 29/10/2015

“Nunca he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad
ejerciendo el poder sobre otros”. Thomas Jefferson

En oportunidad de la decisión de Leopoldo López de entregarse a la justicia rojo-rojita el 18 de febrero de 2014, publiqué una nota indicando que si tomaba esa decisión el régimen lo trataría peor que a Iván Simonovis, sin contar con que en eso también estaría metiendo a su familia (ver Entrega o Resistencia en

No estuve de acuerdo en que se entregara y lamenté luego haber tenido la razón en relación al trato inhumano y cruel que han recibido él y su familia en los casi dos años de reclusión y sentencia ilegal. Independientemente de si ese vía crucis lo haya llevado a ser el primer líder en las encuestas o si la decisión de Leopoldo fue acertada o no, se pudiera concluir a estas alturas que el costo para el, su familia y el partido que fundó ha sido y sigue siendo muy elevado. El régimen necesita a Leopoldo preso para culparlo de sus propias masacres del 2014, así como necesita a Iván Simonovis preso para culparlo de las del 2002.

Existe cierta racionalidad en el régimen cuando persigue y encierra a aquellos liderazgos que consideran una amenaza a su supervivencia. De allí los encierros de López, Ceballos, Ledezma y todo aquel que medio se asome con posibilidad cierta de conducir los destinos opositores no colaboracionistas.

Asimismo el régimen se monta en una de favorecer aquellos liderazgos de oposición “convenientes” a sus intereses, como el caso de Manuel Rosales, que a las 7pm en aquella elección presidencial del 2006 ya estaba aceptando su “derrota” antes de terminar de contar los votos de las mesas cerradas, con gente todavía en las colas de los centros. Desde ya le auguro una rápida “justicia” en su caso para salir a hacerle “oposición” conveniente al régimen…

En toda esta historia quienes no hemos sido muy racionales somos nosotros. Los liderazgos políticos que más se han acercado a una lucha no-colaboracionista en contra del régimen se han inmolado a la justicia rojo-rojita, jugando el juego de la democracia cuando lo que hay es una dictadura. Y el régimen muerto de la risa ha ido acabándolos uno por uno. Aun insisten en hacer la faena del toro con un Ñu (ver La faena del Ñu en

Ahora se está presentando el mismo caso con Lorenzo Mendoza. Este líder empresarial ha sido señalado por el régimen, desde mucho antes de su acusación derivada de las grabaciones ilegales realizadas a él y al economista Ricardo Hausmann, como el principal responsable de la “guerra económica” que se inventó el régimen por la pavorosa inflación que llegará a 300% en alimentos este año. Vuelve el régimen así a las andadas de culpar a alguien de sus propias actuaciones.

Mendoza ha respondido lo mismo que antes respondieron nuestros líderes opositores: “no me voy del país” (http://www.eluniversal.com/economia/151027/lorenzo-mendoza-no-me-voy-del-pais-y-respondemos-con-mas-trabajo). Pues bien, el régimen montará su expediente fraudulento, como lo hizo antes con López el Fiscal que está cantando en los Estados Unidos, y lo encerrará botando la llave. Y el país, de nuevo, perderá otro líder, esta vez empresarial, responsable por la producción de la mitad de la comida que se consume en Venezuela.

Dos importantes empresarios me refirieron que el régimen difícilmente encerraría a Mendoza, pues le es más útil produciendo comida, y más aun en esta época donde arrecia la falta de alimentos y dólares con que comprarla afuera. Que Mendoza hacía bien diciendo que se queda, dándoles así confianza a sus empleados y clientes. Y de nuevo, esa es NUESTRA RACIONALIDAD, no la rojo-rojita. Eso sería lo correcto en la faena del toro, no cuando se lidia con un Ñu.

El régimen desde hace muchísimo tiempo no se rige por la Constitución de 1999. Se rige por el Plan de la Patria comunista. Juran cargos para cumplir ese Plan, no la Constitución. Y en ese Plan está el control de los medios de producción privados. Tal vez los Castro no le han ordenado todavía a Maduro hacerse con el control de Empresas Polar porque conocen de la ineficacia y ineptitud del gobierno venezolano para manejar un emporio como ese, pero la desesperación es mala consejera. Ya está rodando la especie según la cual tienen preparado un “Polarazo” –operación semejante al Dakazo pero de comida- para antes de las elecciones, donde allanarían a Empresas Polar -como antes lo hicieron con Daka-, luego de la detención de su Presidente con la excusa de la famosa llamada telefónica, para regalar la comida que supuestamente tendría “acaparada” el “responsable” de la “guerra económica”.

En un universo racional, nadie en su sano juicio pondría preso a Lorenzo Mendoza. Estamos hablando del responsable de que al menos podamos medio comer en Venezuela, y eso no es ninguna pendejada. Pero aquí no estamos hablando de gente que obedezca esa o ninguna racionalidad. Han reventado todas las leyes de la racionalidad económica en función de eternizarse en el PODER.

No es mi intención aquí darle consejos a Mendoza, que de acuerdo a lo que dijo ya tomó su decisión, ni mucho menos orientar su acción. Solo quiero llamar la atención a que muchos pensaron, incluyendo a Leopoldo López en febrero de 2014, que esta tragedia se combate siguiendo las reglas del librito. Ya López tiene preso casi dos años y las cosas han empeorado sustantivamente. Y pueden ser aun peores si a eso le añadimos otro sufrimiento más con nuestra mejor gente presa. Como bien escribe Gustavo Azocar en su carta a Mendoza: “No es bueno darle a Maduro otro trofeo”

Muchos dicen que el régimen al seguir ese camino de represión poco a poco se extinguirá, y ocurrirá “algo” que lo implosione o colapse. Estoy de acuerdo con eso. Sin embargo, salvo que tengamos las habilidades de Reinaldo Dos Santos, nadie puede predecir cuándo ocurrirá eso. Aquí puede haber una hiperinflación de 3 o 4 dígitos el año que viene y el régimen podrá aguantarlo porque todavía cuenta con muchísimos recursos que no necesariamente se contabilizan en dinero.

Pero quienes creen que la racionalidad rojo-rojita del régimen cambiará porque aquí se pase hambre como consecuencia de acabar con Empresas Polar, mejor que se vayan bajando de esa nube. Recuerden a Giordani, nos necesitan pobres y ahora también hambrientos. Los Castro tienen más de 55 años mandando a un pueblo hambriento porque tienen las habilidades para eso, y le han transferido esa “tecnología” al régimen de Maduro, o la están poniendo en práctica ellos mismos en Venezuela. Lamentablemente eso no se ha acabado de comprender cabalmente, incluso por nuestros mejores exponentes. Ya es hora de cambiar la estrategia y ensayar otros caminos, comenzando por no sacrificarnos, en especial si eso no contribuye a salir de esta tragedia.

Twitter: @laguana

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