Por Maximiliano Donat, 28/10/2015
Y Sócrates dijo, “cuando a ti se te pregunte de qué
país eres, nunca contestes ‘soy ateniense, o soy corintio’, sino di “soy
ciudadano del mundo”. Hoy, las organizaciones partidistas persisten en la
creencia de que sus intereses propios son distintos de la ciudadanía y que la
satisfacción de esos intereses partidistas son más importante que cualquier
injusticia que pueda resultar de dicha acción partidista en perjuicio del
Ciudadano. Ciertamente, se piensa que la gente o militancia de un partido o
ideología es diferente al resto de la humanidad y que la unidad política es más
importante que el todo.
Unidad es indivisibilidad, donde su premisa es
unicidad en todo, donde el único aporte
a esa unidad es la obediencia ciega de sus componentes. Ahora cabe la pregunta
¿quién o quienes dictan la los principios o directrices de esa unidad? La
respuesta es complicada pues se difumina en algo etéreo como el Todo Universal,
de lo que si estamos seguros es que aquellos que decidan o elijan unirse a la
unidad deben entregar sus posibilidades de libre albedrio a esos principios y renunciar
a los suyos propios.
Quienes deseen alcanzar la unión, deben practicar la
virtud sin hacer distinciones. Deben disolver todas las ideas de dualidad o
polarización: pobre y rico, patriota y apátrida, chavista y escuálido. La Unión
Ciudadana necesita como motor abandonar cualquier desviación mental nacida de
creencias ideológicas, partidistas y religiosas.
Mi mayor experiencia de Unión Ciudadana la vivo y la
experimento en un club de abuelos en Palo Verde, del cual tengo el honor de crearlo
y administrarlo (ad honoren), allí los abuelos y abuelas sin conocerse han
creado una unión familiar sin distingo de ideologías, creencias religiosas ni
clases sociales, esa unión nos ha permitido salirle al paso a no pocas
dificultades donde cada uno ha puesto lo mejor de si para que ese club se
mantenga desde hace 5 años funcionando de manera ininterrumpida y armónica.
Esta experiencia enriquecedora y alimentada por
virtudes ciudadanas como tolerancia, solidaridad y honestidad son y deben ser
la base fundamental de un movimiento ciudadano que hemos iniciado como
OngDeCiDo (Democracia y Ciudadano Domine) y desde el cual como organización
ciudadana sin otro objetivo que desarrollar un País de Ciudadanos de Primer
Mundo donde prevalezca la tolerancia, solidaridad y honestidad y todos los
derechos del ciudadano sean cubiertos y respetados por el Estado.
Esta es la Unión que promovemos, una unión ciudadana
que sobrepase cualquier unidad que limite la expresión libre y democrática de
los ciudadanos, una Unión Ciudadana que
contraste con una unidad simbólica fundamentada en obediencia militante
y alimentada por el miedo.
Maximiliano Donat
Coordinador nacional OngDeCiDo
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