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sábado, 31 de octubre de 2015

La culpa es o no es de la vaca


Por Rafael Viloria


Culpa: “… responsabilidad, causa imputable…” “… culpar atribuir la culpa a alguien…” desde tiempos inmemorables la palabra culpa, culpar, ha estado presente de manera habitual. Cuando las cosas nos salen mal; siempre habrá alguien a quien echarle la culpa, a quien culpar. “Por ejemplo Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo escribieron un libro que lo denominaron “La culpa es de la vaca” reseña este libro un problema que se refería la calidad del procesamiento de los productos lácteos, derivados de la leche. 


Todos los productores industriales concluyeron que la razón de porque los productos al llegar al mercado consumidor eran de mala calidad, era responsabilidad de las vacas; que a la postre eran unas“estúpidas”. La culpa no era de los industriales era de las vacas.

En el año 1956 en Venezuela existían aproximadamente unos 6.420.000. Habitantes de esa población, se estima que un 53% habitaban en el medio rural un 47% en el medio urbano. Ello hace presumir que 3.402.000 habitantes no confrontaban problemas de abastecimiento de productos terminados para el consumo diario. Y así satisfacer las necesidades de unos 3.017.000 habitantes. Se presume entonces, que lejos de escases se observaba sobre abastecimiento. Claro que la población mayor confrontaba un universo de problemas sociales económicos y políticos que por razones obvias no tocare en estos momentos.

Cincuenta y nueve (59) años después la situación (como era de suponerse) cambio se presume: después del último censo. Que en Venezuela, pudiera haber unos treinta y cinco (35) millones de habitantes. Hacen más o menos unos treinta y cinco (35) años estando Pérez Bonalde, en sus alrededores observé en una carnicería, en sus vitrinas de enfriamiento la exhibición para la venta de “patas de ganado” Me dije para mis adentros: bien serias se están poniendo las cosas cuando lo que antes era un desperdicio se está convirtiendo en un producto de consumo humano. En estos momentos todos los venezolanos estamos hablando de la particular crisis alimentaria.Crisis que se encuentra en estos momentos haciendo todo lo posible para ver a quien le echamos la culpa, a quien culpar, nadie está haciendo algún esfuerzo por pararse para hacer causa común de las causa efectos y consecuencias de tan delicada“crisis”.

Pareciera que los treinta y cinco (35) millones de Venezolanos estamos curiosamente entrampados. Los medios de comunicaciones todos en general, dan cuenta diaria de los impactos de la crisis alimentaria. Pero pareciera que muy pocos casi nadie, está intentando analizar con cerebro frio aunque el corazón este caliente. Las causas que originan tan aguda y calamitosa situación humana.

La situación actual (2015) es totalmente diferente a la de (1956). Ahora la realidad visible y tangible es otra. Las estadísticas posiblemente indican que un 90% de los Venezolanos estemos ubicados (31.500.000) en los centros urbanos Caracas Miranda Lara Aragua Zulia por mencionar algunos. Ello indican entonces que posiblemente un diez (10) % unos 3.500.000 Venezolanos estén en el medio rural .Sin ser un ERUDITO en economía industrial pudiéramos determinar que este segmento humano (incluyendo los grandes problemas del agro y la cría) no solamente se le hace difícil por garantizar oportuno y diligentemente la demanda alimentaria de 35.000.000 de habitantes.

Entonces viviendo momentos cruciales de grandes paradojas “aquellos de que nos morimos de sed en el medio del mar, de hambre sobre la plataforma de condiciones excelentes para desarrollar proyectos agrícolas pecuarios avícolas píscalas frutales musáceas, cereales, horticultura industriales etc. etc. Que aguas abajo pueden mantener el equilibrio de las líneas básicas de la oferta y la demanda alimentaria de acuerdo a lo que al respecto contempla la constitución Bolivariana en los artículos 305º , 306º, 307º y 308º se trata de garantizar el desarrollo de una economía autosustentable y endógena .

La crisis alimentaria por si misma está exigiendo, no solamente un despertar un reaccionar sino una acción que tiene que salir de la trampa de la controversia que se transforma en una confrontación se trata de convertir la crisis en una oportunidad. Darle un vuelco a quien más culpa le estamos echando que es la inflación. En ese contexto muchas leyes se han promulgado pero pareciera que ninguna atina el punto central del problema que tiene que ver con un desarrollo de una política, tan sabia contenida en e los artículos 307º y 308 de la Constitución Bolivarianas que no se está haciendo. Es la oportunidad para convocar a la unión de voluntades hacia una causa común: el país.

El país en estos momentos tiene que tomar conciencia que la crisis es en serio. Por consiguiente las controversias estériles que solo conducen a confrontaciones que no tienen ni deben tener espacios para que al final pase aquello del cuento del pastorcito y el lobo, viene el lobo viene el lobo no era verdad que el lobo venia, eran mentiras un día el lobo de verdad venia; nadie le creyó y el lobo llegó y se comió a todos hasta el pastorcito.

El problema es que el lobo hacen 59 años silenciosamente paulatinamente ya está sobre nosotros.

Nos está comiendo silenciosamente, paulatinamente lo está haciendo “vorazmente”. Sería muy bueno: que cada familia, sin pensar que es un erudito en materia contable de presupuesto y economía, tratara de preparar su propio balance financiero familiar.lo comparara con su fuente de ingresos que por lo general lo constituye el salario mínimo (7.421,00 bs / f ) con eso que llaman cesta básica alimentaria o cesta básica familiar es probable que su sorpresa de pronósticos incalculables de no entender cómo es que un salario mínimo pudiera proporcionar aquello de la multiplicación de los panes o de los peces y el vino; a esto hay que agregar los casos sobrevenidos de salud, cirugía, medicinas de alto costo la educación la recreación el devenir de un nuevo niño o niña; y porque no hasta la muerte. Como dato de un conocedor de causa, un servicio funerario en 15 años subió un 3.000 % en este caso: solo las funerarias cooperativas están paliando la situación. En este orden pareciera entonces que no hay punto comparativo de los niveles de escases inflación devaluación; que pueda soportar un salario mínimo para una familia de cinco (5) personas.

Frente a la crisis: un planteamiento ¿Qué hacer? Creo que se impone aquello del genio de América. Siete días antes de morir corrido de su patria allá en San Pedro Alejandrino Santa Marta Colombia el GENIO expreso y exigió lo que él consideraba era el problema de fondo. “… Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la UNIÓNyo bajare tranquilo al sepulcro…” Creó que Él Libertador está esperando por nosotros. Para ellos hay que despertar reaccionar y actuar no para ver a quien le echamos la culpa a quien culpar. Ahora se trata de convertir la crisis en una oportunidad. Ocasión para que la acción se convierta en la misión que respalde lavisión de todos los venezolanos. Las vacas: ni eran estúpidas ni eran culpables de la baja calidad de los productos procesados. El problema es real y de todos nosotros depende que incidamos en los cambios innovaciones vueltas y giros que hagan una verdadera y real revolución social económica y política.

Ex presidente de CECONAVE





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