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viernes, 23 de octubre de 2015

La rabia se apodera de los venezolanos de cara a elecciones de diciembre por @DelgadoAntonioM


Por Antonio María Delgado


Es una palabra que a los empleados de la encuestadora venezolana Datin Corp. les causaba pena al decirla, pero que todos terminaron utilizando cuando el presidente de la compañía les preguntaba por teléfono qué estaban recogiendo durante el trabajo de campo realizado para su informe más reciente.


“Jefe, aquí la gente está arrecha [furiosa]”, decían los empleados, que no se comunicaban entre ellos y que incluso no se conocían, desde distintos puntos del país, afirmó Jesús Seguías, presidente de Datín Corp., en una entrevista realizada el miércoles en Miami.

“Todos coincidieron en usar la palabra para describir lo que estaban viendo […] Hay mucha molestia, rabia y odio entre los venezolanos”, resaltó el encuestador, cuyos informes estuvieron entre los más acertados durante las elecciones presidenciales del 2012 y del 2013.

Pero lo que se vislumbra para el próximo año es mucho peor, advirtió Seguías, al advertir que Venezuela está por entrar en un período muy difícil plagado por el riesgo del descalabro económico y de violencia política.

“El primer trimestre del año que viene va a ser un primer trimestre muy duro. De no haber un viraje a partir del 7 de diciembre, el país va a entrar en una situación muy difícil”, sostuvo Seguías.

“El gobierno nacional perdió el control de la calle, perdió el control de la economía. […] El gobierno cree que con represión puede resolverlo, pero no es así, y en este momento, no se puede percibir un desenlace sereno, limpio, sino un desenlace a través de un baño de sangre, en caso de que se quiera hacer de manera fáctica”, advirtió.

El grave problema para el régimen bolivariano es que su proyecto político ya está agotado, y debe dar pasos a correctivos económicos radicales, pero su cúpula parece no haberse percatado de la situación e insiste en seguir aplicando un modelo que ya no es viable.

Las encuestas continúan demostrando la impopularidad del régimen. El nivel de aceptación del gobernante Nicolás Maduro, aunque ha dejado de descender, se mantiene entre solo el 18 y el 20 por ciento, mientras que la popularidad del chavismo se encuentra entre el 20 y el 22 por ciento.

La rabia acumulada de los venezolanos, atizada por los graves problemas económicos del país, por el momento luce se va a volcar en contra del chavismo en las venideras elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, y que en teoría podría conducir a una contundente derrota electoral del oficialismo.

Y eso es lo mejor que podría pasar en un país que se dirige rápidamente hacia el despeñadero económico bajo un gobierno que no está en condiciones de tomar las medidas que se requieren para aplicar los frenos, dijo el encuestador.

Sería lo mejor, incluso para el propio chavismo, sostuvo Seguías, al advertir que el proyecto bolivariano no sobreviviría de producirse el descalabro económico al que se encamina Venezuela.

“Este es un gobierno que ya está agotado, este es un gobierno extenuado y ya no da para más”, señaló.

El encuestador dijo que sectores del chavismo ya entienden esto, y estarían de acuerdo en salir a conversar con la oposición en aras de buscar una solución política a la actual crisis del país.

Pero una iniciativa como esa está siendo bloqueada por la máxima cúpula del régimen, encabezada por Maduro; su esposa, Cilia Flores; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; el gobernador del estado Aragua, Tarek El Aisssami; y el alcalde del Municipio Libertador (Caracas), Jorge Rodríguez.

La situación, no obstante, podría cambiar de producirse una abrumadora victoria de la oposición en diciembre.

“Lo único que podría ayudar a propiciar un diálogo es una victoria contundente de la oposición el 6 de diciembre, que llevaría a los propios chavistas el 7 de diciembre a decirle a Maduro: ‘presidente, o arranca el autobús y da el viraje, o nos entrega las llaves’ ”, manifestó.

No habría otra opción, porque lo que se vislumbra es una cadena de derrotas políticas, una tras de otra, del chavismo, añadió.

Pero el diálogo no se produciría si la oposición sólo obtiene una mayoría simple, en vez de la codiciada mayoría calificada que le daría amplios poderes dentro del Congreso.

“Si no se llega a obtener una mayoría absoluta no se va a cambiar nada porque con eso no va a poder realizar verdaderos cambios, como modificar la Corte Suprema”, dijo Seguías al advertir que el juego continuaría estancado con una victoria marginal de la oposición.

“Eso solo a generaría una mayor frustración, porque se han creado expectativas muy equivocadas de que si gana la oposición una mayoría simple, el país comienza a cambiar”, puntualizó. adelgado@elnuevoherald.com

21-10-15

http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article40791183.html


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