Por Maximiliano Donat, 27/11/2015
Sé que me echare encima por lo menos al 90% de los
venezolanos, pero espero que mis reflexiones sirvan para colocar unas bases más
claras en cuanto al pensamiento democrático del venezolano.
Creo que las profundas fallas en nuestra democracia
subyacen en lo más recóndito de la psicología y conducta de la población desde
la época de la colonia, desde ese entonces, el colectivo social perdona y
muchas veces hace suyas las acciones
corruptas o antidemocráticas del caudillo de turno.
En ese caldo de cultivo psicológico y condicionado por
las circunstancias del momento y del tipo de líder del instante, surgen
movimientos ciudadanos de reacción democratizadora y moralizadora que luchan
contra la dictadura o gobiernos autocráticos. Dentro de ese mismo caldo también
aparecen nuevos partidos o agrupaciones políticas con rasgos antidemocráticos,
cosa que podemos evidenciar o leer a través de ciertas manifestaciones
subjetivas y afectivas de inequidad al interior de la propia organización
debilitando por ende los avances
democráticos que pudiésemos haber alcanzado en el País.
Todo esto pareciera estar sucediendo en otro País y no
en Venezuela, pero en política, cuando las emociones se enfrentan con la
racionalidad, ganan las emociones. Aunque la mayoría de la población se
identifica más con la Democracia en cuanto a los “issues” (análisis racional de
cada uno de los temas), finalmente termina votando por los líderes antidemocráticos
pues éstos manejan mejor la potencialidad de los mensajes emocionales. Cuantos
no han abiertamente expresado que el mejor gobierno fue el dictatorial de Pérez
Jiménez, o cuantos hoy en día se agrupan alrededor de la figura de Hugo Chávez
de rasgos claramente antidemocráticos.
Organizaciones como la Ong DeCiDo (Democracia y
Ciudadano Domine) nacida en esta época marcada por una altísima manifestación
antidemocrática y apoyada por una mayoría del colectivo social, entiende que la
democracia en el País depende de la empatía-cercanía-credibilidad por encima de
decisión-liderazgo-capacidad.
Con esto deseo demostrar que solo una minoría del País
mide la política y sus políticos con una vara racional y una gran mayoría con
la emocional. Los Ciudadanos Domine racionales por naturaleza están condenados
y excluidos por la psicología del colectivo por presentar argumentos políticos
sin buscar la empatía emocional sino buscando solo la comprensión racional de
las ideas, que por muy brillantes que estas sean jamás tendrán eco en el
colectivo emocional, no así quien con simpleza expresa su cercanía con el
colectivo al ser un muchacho hijo de trabajadores y quien sufrió falencias en
su juventud o niñez.
El ponerse del lado de los problemas y lo que siente
la gente es más efectivo electoralmente que explicarles un plan o proyecto
racional de País, así que los Ciudadanos Domine Independientes o mejoramos la
inteligencia emocional y aprendemos a expresar lo racional de forma emocional y
cercano a la conciencia colectiva o seguiremos siendo un País de nómadas
políticos.
Maximiliano Donat
Coordinador Nacional de Ong DeCiDo
maximilianodonat@gmail.com
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