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viernes, 27 de noviembre de 2015

Nosotros también jugamos, por @lmesculpi



Luis Manuel Esculpí 26 de noviembre de 2015

Fue por allá, en los inicios de los años dos mil, cuando los tiempos de la Coordinadora Democrática, apenas se daban los primeros pasos para articular las fuerzas dispersas de las organizaciones opositoras. En una reunión se analizaba las perspectivas y solo se examinaban nuestras posibilidades, olvidando o subestimando la fuerza, la capacidad de maniobra y ventajas del adversario. En ese marco fue cuando Alberto Quiroz Corradi alertó: "los rusos también juegan"; fue la primera vez que oí la frase que después se hizo tan popular en los predios de las fuerzas democráticas. Luego el experto petrolero paso a relatar la anécdota referida a la preparación de un importante juego en un campeonato mundial de fútbol.


Según Quiroz en la reunión de la selección de Brasil antes de un encuentro con el equipo de la Unión Soviética, el director técnico de la canarinha explicaba a sus jugadores su estrategia en un pizarrón, desplegando una implacable ofensiva y haciendo varios goles en los primeros minutos de la charla, cuando intempestivamente fue interrumpido por Garrincha quien supuestamente señaló: "¿ y allí donde están los rusos?...los ruso también juegan".

He leído variedad de anécdotas protagonizadas por "el ángel de los pies torcidos" como lo bautizó Galeano aludiendo a Garrincha, por tener una pierna seis centímetros más grande que otra, sin embargo no he encontrado, lo que no quiere decir que no haya ocurrido, la narrada por Alberto Quiroz. En todo caso debe estar referida al mundial de 1958 celebrado en Suecia, donde participó Garrincha y Brasil derrotó a la URSS 2x0. Fue el primer mundial que ganó Brasil y también el primero donde participó la URSS. El director técnico fue Vicente Feola.

En los debates de la alternativa democrática inicialmente se solía citar la frase: "los rusos también juegan" con el propósito de advertir la importancia siempre de no subestimar al contrario, más recientemente algunos la interpretan, equivocadamente, como invencibilidad del adversario, subrayando sus fortalezas y disminuyendo sus debilidades. Sería un error imperdonable desestimar el campo de maniobra del oficialismo, hay que evaluarlo en su justa dimensión, tampoco se trata de sobrestimarlo, en la actual coyuntura está debilitado y puede ser derrotado.

Lo cierto, es que estamos en el umbral de una victoria que puede significar un hito histórico en esta lucha, si bien es cierto que el malestar, el descontento y el rechazo al gobierno, no se debe exclusivamente a la acción opositora, la alianza de esas fuerzas ha contribuido, y no en poca medida, a crear las condiciones para posibilitar el triunfo.

La construcción de una plataforma unitaria, la unificación de candidaturas y el diseño de una tarjeta única constituyen instrumentos fundamentales para alcanzar los objetivos planteados. El obtener una amplia mayoría, tanto en votos como en curules, podrá facilitar el tránsito pacifico, democrático y a la vez garantizar el reconocimiento de los resultados por parte de las distintas instituciones involucradas en el proceso.

La actual conducción política, más allá de las críticas que puedan formularse, ha asimilado errores del pasado relativamente reciente, combinando el ímpetu propio de la juventud con la experiencia. Seguramente hay la necesidad de seguir avanzando en ese sentido, superar limitaciones y carencias que aún persisten, consolidar la unidad es una tarea en constante realización, mantenerla en medio de la diversidad resulta imprescindible para obtener y consolidar la Victoria.

Hoy estamos mejor preparados para abordar las distintas contingencias que pueden presentarse, se conocen las zonas sensibles, se domina el comportamiento electoral de los centros de votación, se ha estudiado la conducta del adversario intentando distorsionar la voluntad del elector y lo más importante; se adoptan las previsiones para garantizar en mejores condiciones la defensa del voto.

Todo ello pese a las inmensas desigualdades, el abuso, el ventajismo, la persecución y los atropellos. La nueva mayoría política se podrá expresar electoralmente y abrir nuevos causes a la voluntad de cambio. Los rusos juegan...Nosotros también jugamos!

Luis Manuel Esculpí

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