Por
Jolguer Rodríguez Costa
Ricardo Sucre,
politólogo y psicólogo social
—¿Cree en las encuestas?
—Las uso con mucha frecuencia.
—Como ocurrió en los últimos
comicios parlamentarios, ¿se convertirá una mayoría en minoría gracias a
las circunscripciones electorales?
—Mi primer escenario es ese,
solo que la mayoría del gobierno será simple, con la oposición cerca en escaños
y ganadora en el voto nacional.
—¿Faltó protesta o presión
para lograr más equidad?
—En Venezuela sobran protestas
y dignidad, pero falta contenido y constancia.
—¿Se puede ir seguro a unas
elecciones si buena parte de los votantes desconfía del árbitro?
—El triunfo es para los
comandos, pero sí se puede ir con la seguridad en la vocación democrática del
elector.
—¿Busca desprestigiar la
derecha al CNE?
—¿Y aquí hay derecha? Hasta
los de derecha dicen que son de izquierda.
—¿Confía en el ente comicial?
—Sí, confío en el CNE y votaré
con total confianza, aunque, ¿por qué sigue pasmado y no es el poder
que la Constitución dice que es?
—Electoralmente, ¿Juan Bimba
es hoy menos o más Juan Bimba?
—El bollito de pan está muy
caro como para ser Juan Bimba.
—De acostarla en el diván,
¿qué le diría a Venezuela?
—¡Chica!, ¿hasta cuándo vas a
dejar que te manipulen y te tengan como una mujer desvalida?
—¿Persiste el cuento de Tío
Tigre y Tío Conejo?
—Con Chávez, el país jugó al
Tío Conejo. Hoy quiere jugar al Tío Tigre.
—¿Por qué los “doctores”
perdieron el poder?
—“¡Qué brutos son los
hombres de talento!”, dijo el presidente Linares Alcántara.
—¿La referencia histórica
de la revolución?
—Indudablemente la URSS,
que ya no puede ser.
— ¿Y de la
oposición?
—Algo como el Pacto de Punto
Fijo, que tampoco puede ser.
—¿Se inclina la población
hacia el militarismo?
—Los civiles se derriten por
un uniforme, así digan que no.
—¿Es el venezolano ilegal
por naturaleza?
—No ilegal, pero con el cuento
de “la crisis” quiere hacer lo que le da la gana.
—¿La nueva pobreza?
—La pobreza humana, que se ve
en lo cotidiano, en crímenes horribles y en lo precario del discurso político.
—¿La de siempre?
—La pequeñez venezolana.
Insoportable.
—¿La próxima pobreza?
—La capacidad para dialogar.
Hará falta.
—¿Lo positivo venezolano?
—Su capacidad de resiliencia,
que hará que salga de esta situación con rapidez.
—¿Una terapia para
el proceso?
—Un “role playing”.
Cuestionarse.
—¿Qué es el proceso?
—Una identidad política, hoy
con muchas interrogantes.
—¿Una promesa cumplida?
—En obras públicas tiene cosas
para hacer un balance.
—¿Qué tal lo ha hecho la
MUD esta vez?
—Para las dificultades que le
toca enfrentar, lo hace bien.
—¿Un tratamiento para esa
mesa?
—Uno cognitivo-conductual:
aprender a tener confianza.
—¿Para el soberano?
—Uno rogeriano: desarrollar
todo su potencial.
—¿Costará vencer la paranoia
colectiva?
—Difícil. El venezolano le
agarró el gusto a las “teorías de la conspiración”.
—¿Volverán a verse los
connacionales con confianza?
—Primero hay que vencer al
extremismo que se impuso a la moderación.
—¿Lo irreversible de la
locuacidad criolla?
—“Yo tengo un amigo, de un
amigo, que me dijo que un general…”.
—¿Qué agradece la psiquiatría
al gobierno?
—Comprobar nuevamente que
dividir a una sociedad es muy sencillo.
—¿Y viceversa?
—El uso de una psiquiatría un
tanto anticuada, pero eficaz en deshumanizar al adversario.
—¿La patología
del caudillismo?
—La imposibilidad para lo
permanente.
—¿Qué es Venezuela
religiosamente?
—Un país católico, a la
venezolana: Dios es una excusa.
—¿Por qué una parte del país
católico acepta la brujería oficial?
—Porque también le gusta la
brujería, aunque no sea gobierno.
—¿El primer síntoma de locura
en un mandatario?
—Si dice “todos están en mi
contra”, ¡mosca!
—¿Cómo termina el psiquiatra
de un presidente?
—Con un posgrado sobre la
grandeza y la miseria humana.
—¿Qué delata a un autócrata?
—Que cree que las personas son
corotos o peroles.
—¿Qué desbordaría
la mente del país?
—Hace tiempo se desbordó, pero
todavía no lo sabe.
—¿Quién es el responsable del
ataque armado contra Henrique Capriles?
—El discurso del odio iniciado
por el gobierno, lamentablemente seguido por la oposición.
—¿Es triunfalista la
oposición?
—Sí... Y lo que debe mostrar
es confianza.
—¿Es curable el fanatismo?
—Es difícil, pero comenzaría
por no estigmatizar a un fanático.
—¿Costará vencer el
resentimiento?
—Mucho. Cumple una función
compensatoria en la mente venezolana.
—¿Sucederá el 6-D como en
Petare en 2008, cuando aceptaron la nevera del gobierno pero votaron por
Ocariz?
—Con nevera o sin nevera, lo
electores saben lo que quieren.
—De ganar la Unidad
Democrática, ¿impondrán, “como sea”, la revolución?
—Ya no hay espacio para el
“como sea”, sino para hacer lo que hay que hacer por el país.
—¿Imagina a la oposición de
nuevo oposición “minoritaria”?
—No en el corto plazo; pero lo
que sube, baja.
—¿Y al chavismo como
oposición?
—Sí. El chavismo va a ser
oposición, sin duda.
—¿Habrá paz?
—Desde los años ochenta no
tenemos paz. Confío en que algo hayamos aprendido en 30 años.
—¿Garantizaría la
FANB la paz?
—Sí pueden, siempre y cuando
tengan el 328 constitucional como norte.
—¿Qué pasaría en Venezuela si,
como ha sido usual post-electoralmente, el oficialismo inventa un parlamento
paralelo para, según Maduro, “gobernar con el pueblo” y en “unión cívico
militar”?
—¡Cónchale!, el rechazo del
pueblo no va a ser paralelo sino muy real.
29-11-15
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