Freddy
Paz 25 de noviembre de 2015
@freddyspaz
Son 17
años de promesas incumplidas, de ofertas engañosas, de shows mediáticos, de
ollas montadas para perjudicar y arrinconar al que piensa diferente, de falsas
acusaciones. Creo que desde Goebbles no se había visto un uso tan
desproporcionado y un abuso tan atroz de la propaganda.
Es un
gigantesco ejercicio del “caradurismo” el repetir incansablemente una y otra
vez el discurso del “buen vivir” por cada una de las voces autorizadas de este
gobierno, mientras escasean los alimentos, las colas para comprar son cada vez más
largas e inclementes, el salario es sal y agua en el bolsillo del trabajador,
el hampa se torna más violenta y osada bajo el manto de impunidad que la
cobija, educar a los hijos es tarea casi imposible y la salud está cada día más
enferma. Es una verdadera ofensa a la inteligencia de un pueblo tratar de
engañarle de manera tan artera.
Todo
ha quedado en muchas y grandiosas promesas incumplidas, inauguraciones de obras
no terminadas y colocación de primeras piedras de obras que nunca comienzan.
Muchos planes de seguridad que lejos de disminuir la violencia y someter a un
hampa desbordada, parecieran más bien fortalecerla, adjudicación de viviendas
que nunca se adjudican en la realidad. Todo se reduce a una grandiosa burla a
quienes sufren las consecuencias de tanta indiferencia: los ciudadanos.
La
promesa de la soberanía alimentaria solo llego a expropiar fincas y tierras
productivas para luego abandonarlas, a intervenir empresas para que luego se
convirtieran en infraestructuras improductivas, llenas de pasivos y generadoras
de desempleo y escasez.
Sería
tan bueno y esclarecedor que los señores que nos gobiernan nos explicasen de
forma detallada que han hecho con la inmensa cantidad de dólares que recibió
Venezuela en los años de la mayor bonanza petrolera de nuestra historia, que le
explicasen al pueblo porque con esa ingente cantidad de recursos, en el país
están repuntando enfermedades endémicas como la malaria que habían sido
erradicadas en lo que ellos llaman “la cuarta república”.
Parece
ser que el cambiar el nombre a todo lo que se mueve y no se mueve, por
denominaciones “rimbombantemente revolucionarios” no soluciona los problemas,
porque el asunto no es de forma, es de fondo.
El
engaño de la “guerra económica” como milagrosa herramienta del gobierno para
lavarse las manos y escurrirle el bulto al desastre creado por la implementación
de controles, políticas económicas erradas, por la corrupción, la ineficiencia
y la mediocridad, se cae por su propio peso. Si no es así, como se explica
entonces que los pocos productos que ponen en el mercado las empresas en manos
del gobierno tienen en los anaqueles los mismo precios que el de las otras
marcas comerciales, o porque el café y el azúcar cuya producción también está
en sus manos no aparecen en los mercados.
Es
grosero que un gobierno pleno de poderes, utilice todo el peso de los mismos
para reducir por la vía que sea a sus disidentes, que use el dinero de todos
los venezolanos para sacar ventaja desde el aparato del estado contra sus adversarios
políticos en cualquier contienda electoral.
El
populismo sin medida es solo instrumento de perpetuación en el poder solo por
el poder.
Por
esto es que la gente, el pueblo ya nos le cree más. Se cansó de que su
esperanza por ese “mejor vivir” fuese utilizada como muleta para apuntalar a un
sistema obsoleto y eternizarlo en el poder. Ya los venezolanos se cansaron de
este socialismo del siglo XXI que termino convertido en una gran fábrica de
miseria operada desde las alturas por una nueva élite política. La gente quiere
un cambio para mejor y eso lo va a demostrar con millones y millones de votos
este 6 de Diciembre.
@freddyspaz
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