Por Yedzenia Gainza, 18/11/2015
Ha ocurrido una desgracia enorme que ha impresionado al mundo, el que
conocemos, pues las que ocurren en el que nos es ajeno no monopolizan las
conversaciones ni los noticieros. Hablar de lo ocurrido en París, Hsakeh, Lego,
Susa, Londres, Madrid, Nueva York… no es el objeto de este escrito. Poco
o nada se puede decir a quienes han perdido a sus seres queridos y se enfrentan
a la dura tarea de aprender a vivir con ausencias dejando que poco a poco el
tiempo cierre las heridas aunque no borre la cicatriz. El objeto de estas
líneas es recordar el valor de la discreción en cualquier circunstancia,
especialmente en aquellas en las que predomina el dolor.
Daba vergüenza ajena ver cómo el fin de semana pasado más de uno perdió
la brújula de lo que debe ser considerado periodismo. Un periodista debería
contar lo que ve, no lo que piensa, debería describir las heridas, no meter el
dedo en la llaga. Un periodista debería limitarse a hacerle saber al mundo lo
que está ocurriendo, pero sin convertirse en la noticia.
A nadie le importa si un periodista estuvo en la Champs-Élysées, si ha
comido crêpes, ni si ha bebido champagne. Tampoco le importan a nadie las veces
que un político ha hecho una escapada romántica a la ciudad de la luz,
festejado su cumpleaños, o soltado maldiciones por alguna huelga aeroportuaria.
En serio, a nadie le importa una Torre Eiffel pintada en unos abdominales
–tonificados o no–. Importan las víctimas. Sí señores egoístas, por más
increíble que les parezca, importan las víctimas, esas personas que sin
quererlo se han convertido en protagonistas de trágicas noticias. Importan sus
familiares, sus amigos y todos aquellos que les rinden tributo desde el
respeto, desde la discreción. Importan las víctimas, no ustedes.
No recuerdo haber visto nunca en la puerta de una funeraria a gente
tomándose fotos para publicarlas en sus redes sociales. No recuerdo haber visto
funerales con gente preguntado a los familiares de un difunto qué sienten por
lo ocurrido. A lo mejor he vivido en otro mundo, a lo mejor he estado en otro
tipo de funerales.
Si fuera periodista me preguntaría qué necesidad tienen los familiares
de un desaparecido de ver charcos de sangre en televisión. Si fuera periodista
me preguntaría qué importancia tiene para el mundo verme en la puerta de un
avión con destino al centro de la información del momento. Si fuera periodista,
me pondría en los zapatos de cada doliente para valorar cuán necesario es hacer
zoom o repetir una y otra vez los restos de la tragedia que ha enlutado sus
vidas. Es difícil de entender. Supongo que se debe a que no soy periodista, o
tal vez a que todos hemos visto que hacer verdadero periodismo es posible: sin
protagonismos innecesarios, sin opiniones, sin sadismo, sin falsa solidaridad.
Simplemente periodismo: ver y contar lo que hay. Respetar el dolor sin buscar
la palabra apropiada para hacerlo estallar en pantalla con el fin de subir
puntos de audiencia.
La misma vergüenza dan esos que a sueldo se instalan en la silla de un
estudio de televisión para opinar de todo sabiendo de nada, soltando la
consigna que más conviene a lo que defienden, atacándose unos a otros porque
sólo saben entenderse a gritos en unas tertulias donde parece tener la razón el
que despotrique más alto. Carroñeros ávidos de presas a las cuales devorar en
cada programa con la anuencia de moderadores del morbo.
Ya da bastante asco la actitud de bestias que nos descubren la peor
cara de la raza humana como para que también contribuyan a empeorar las cosas
una panda de ególatras que utilizan la desgracia ajena para alimentar su pobre
mundo interior. La sociedad necesita de discreción, de verdaderos profesionales
tanto en los medios de comunicación como en la política. Porque que haya
descerebrados narcisistas pintándose un fingido luto en la barriga es
consecuencia y también responsabilidad de los engreídos que desde sus escaños,
o desde los estudios de una radio o televisión buscan ser la noticia y/o
explotar lo más sádico que puedan sacar de la misma.
Yedezenia Gainza
@Yedzenia
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