Por Rafael Viloria
En el país a partir de hoy
01-11-2015 se inicia un proceso que en el ambiente deportivo se le podría
denominar una carrera contra reloj. Es decir, girar en el marco de una meta, en
sentido retrospectivo. En el caso al que me quiero referir: seis (6) de
diciembre de 2015. Momento para poner en vuelo, cualquier “imaginación” que se
nos pueda ocurrir. En lo particular se refiere a un acontecimiento político,
que por primera vez está lleno de un mar de “presagios” a eso lo voy a
denominar “un día antes.”
Presagiar: anunciar o
prever por señales o signos algo que va a ocurrir en este caso cada uno de los
ciudadanos de este país probablemente tengamos nuestros propios presagios. El
gobierno asegura que resultará triunfador en las mesas electorales organizadas
promovidas y ejecutadas; en el marco de lo que así dispone el artículo 186º de
la Constitución Bolivariana de Venezuela. El C.N.E. está facultado para
garantizar tan delicada responsabilidad, en el marco del artículo 63º
constitucional.
Por el otro lado la MUD,
presagia su propio criterio, seremos los triunfadores. Muchas personas,
extrañamente muy poco o casi nadie emite opinión del rol que jugaran los que no
son parte activa, de un lado u otro, Niní creo que les llaman. Resulta que esos
ciudadanos también tienen sus propios presagios, al igual que todos también
piensan, se expresan, actúan; es decir también pueden animarse a ir al baile y
decidir, pueden de hecho y de derecho tomar decisiones.
En el orden expuesto resulta
oportuno y necesario señalar como está el país el día antes de las elecciones,
que por analogía está vinculado al “presagio”, como lo ven más de treinta (30)
millones de venezolanos que están inmersos en una “aciaga incertidumbre”, que
impide tener conciencia de lo que ocurrirá el día de las elecciones
Una incertidumbre que es
cierta, indelegable, dura de vencer, es que a las elecciones del (6) de
diciembre iremos con la conciencia full de que en Venezuela las cosas no están
bien. En ese no estar bien los venezolanos tenemos que reconocer el “grado de
corresponsabilidad” en tan aciaga situación. Si tan solo nos detuviéramos a
leer algunos artículos de nuestra constitución, pudiéramos darnos cuenta del
grado de obligación que nos asiste en el deber y el derecho. “el habernos
quedado, aparentemente tranquilos como si la cosa no fuera con nosotros, tiene
al país inmerso en una profunda crisis integral, en lo social en lo económico y
lo político. Veamos:
Artículo 1º: La República
Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta
su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz
internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos
irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la
inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.
Artículo 2º: Venezuela
se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación,
la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia,
la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político.
Artículo 3. º: El Estado tiene como
fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su
dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de
una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y
bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos
y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el
trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.
Artículo 4. ° La República
Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado en los términos
consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad
territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5. ° La
soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente
en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente,
mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos
del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Artículo 6. ° El
gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas
que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
Artículo 7. ° La
Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico.
Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a
esta Constitución
En el marco de un día antes
estaremos concurridos masivamente al cumplimiento de un deber ciudadano: votar
para prepararnos a lo que será una nueva gestación, un nuevo embarazo un nuevo
parto; por analogía, trabajar muy duro para rescatar la patria que ahora está
amenazada extrañamente por el propio presidente: “…tenemos que triunfar
como sea, lo contrario, en un escenario hipotético negado, para defender la
“revolución”; que no va a ser entregada jamás, obligara a activar una junta
cívico militar que junto con el “pueblo” garantice la “paz…”
Un día antes, tenemos que
estar preparados para entender que la convocatoria es hacia la unión de
voluntades, hacia una causa común la patria, no es un momento para pensar en
triunfadores y derrotados es el momento de cumplir el deber de hacer que el
genio de América, baje tranquilo al sepulcro.
El siete (7) de diciembre, no
un día de celebración para el “triunfo”, o de tristeza para quien resulte
“derrotado”. El gran triunfador tendrá que ser “la patria”. Cómo hacer para
convertir la “crisis” integral, social, económica y política, en una “oportunidad
para el cambio” cual ave fénix convertir los errores en aciertos, en escuelas
que nos permita el desarrollo de una verdadera “revolución” social democrática
que se parezca a los venezolanos. Ella solo será posible, si logramos un nivel
real de “unión”, de solidaridad y tolerancia, de encuentro nacional de todos
los que aquí vivimos, convivimos y coexistimos en sana paz.
El día posterior debe tener
espacio para la sana controversia que no promueva aciagas confortaciones que
impidan la posibilidad de hacer causa común, en un mismo norte común. Todo a lo
que a esto le sea común lo debemos defender en el marco de nuestra carta magna,
lo contrario por principios natural y humano debe ser rechazado.
Más cantos de sirenas, no
queremos seguir oyendo; porque ellos solo contribuyen a desviar el rumbo del
barco de los navegantes. En ese barco lleva como capitán a la “libertad” y como
tripulación al pueblo, su rumbo la democracia social. Un día después la
resultante de la convocatoria, deberá dar inicio a la `preparación política tal
cual así está establecido en la carta magna en lo referente al “poder
legislativo nacional”.
Un día después no es cierto
que aparecerá la bola mágica que todo lo resolverá, será el inicio de un
proceso que tendrá que ser muy diligente, oportuno, eficaz; al que deberán
concurrir voluntades y disposiciones de todos los actores de la vida nacional.
Hombres, mujeres, estudiantes, educadores, productores del campo, empresarios,
microempresarios, cooperativistas, etc. tendremos que hacer causas comunes en
el propósito de reconstruir la patria. Así habremos logrado que el genio de
América baje tranquilo al sepulcro.
Ex Presidente de CECONAVE
20-11-15
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