MUD 13 de noviembre de 2016
@unidadvenezuela
Los
economistas Henkel García y Luis Oliveros consideran que sí hay mecanismos para
frenar y hacer retroceder el dólar paralelo, pero consideran que será muy
difícil que el actual gobierno tome las medidas para ello.
Sobre
el particular, Oliveros considera que para lograr bajar el dólar paralelo es
fundamental generar confianza en el sector cambiario y para lograrlo es
necesario liberar el control de cambio. No obstante, no cree que el actual
gobierno asuma una medida de esa índole, entre otras cosas, porque “a algunos
personeros del gobierno al parecer les gusta mantenerlo”.
Corrupción,
disponer de ingresos en dólares o hacer negocios con el Estado, como
importaciones, son algunas de las razones por las que esos funcionarios
preferirían que se mantenga el actual sistema cambiario, según comentó Oliveros
a Prensa Unidad Venezuela.
“El
control de cambio no genera bienestar a los venezolanos, le genera bienestar a
un grupito que se está haciendo millonario a costa de los venezolanos y de las
reservas internacionales del país”, aseguró.
Agregó
que es fundamental que exista voluntad política para liberar el control. “El
gobierno de Maduro nunca lo va a hacer. Se necesita un cambio de gobierno de
verdad y un gobierno de calidad cuya prioridad sea la gente, que no haga
conciertos y rumbas por allí a costa del hambre y las medicinas de la gente.
Este gobierno no está interesado en mejorar la calidad de vida”,
enfatizó.
Falta
de recursos
El
director de la firma Econométrica, Henkel García, considera que el gobierno sí
tiene instrumentos para bajar el dólar paralelo, pero para ello tendría que dar
un giro de 180 grados en su política económica.
“Por
ejemplo si decide aumentar las liquidaciones en Dicom eso podría tener un
efecto positivo en el paralelo, tal como se hizo con Sitme y Sicad II. Eso no
soluciona los problemas gravísimos de la economía venezolana, pero desde el
punto de vista del paralelo podría ayudar”, dijo.
Otra
medida que, en su opinión, podría adoptarse, es un proceso de legalización del
paralelo y que el gobierno también interviniese en ese mercado. “Eso también
podría tener un efecto de contención del paralelo. El mercado negro dejaría de
serlo y se convertiría en una cotización paralela tal como teníamos en los
controles anteriores. En los controles anteriores estaba, por ejemplo, la
figura de permuta”, explicó.
Por
ello aseguró que el gobierno tiene herramientas para manejarlo, pero para
adoptarlas necesita recursos, “y eso es lo que no me queda muy seguro porque el
gobierno tiene un déficit de divisas importante, lo que tampoco le permite
implementar esas medidas de manera eficaz. Pero en teoría tendría las
herramientas”, insistió.
También
considera que los resultados ese tipo de decisiones dependen del momento en que
se hagan. “Si tomas ese tipo de medidas de flexibilización de la parte
cambiaria, pero lo haces en una época de crispación política, por supuesto que
va a ser bastante difícil que tenga efectos positivos. Si lo hace en un
ambiente de armonía social, allí podría tener algún tipo de efecto positivo”,
expresó.
Fábrica
de pobreza
Sobre
el reciente aumento del salario mínimo, Oliveros comentó que los venezolanos
prefieren que no le aumenten el sueldo con tal de que puedan mantener a raya la
inflación. Destacó que el gobierno no tiene política antiinflacionaria,
“por el contrario, pareciera que al gobierno le gusta y alimenta la inflación”.
“Maduro
ha creado el espiral de pobreza más grande de nuestra historia, y todavía no
hemos visto lo peor. El gobierno de Maduro tiene una fábrica de pobreza. La
única fábrica en Venezuela que funciona las 24 horas, los 365 días del año y
con una alta productividad en el gobierno de Maduro, es la de generar pobres.
Cada día Maduro genera más pobres”, aseguró.
De
acuerdo con sus estimaciones, la inflación a finales de 2016 podría ubicarse en
500%. “Seguramente a final de año el BCV publicará algún tipo de cifras. Hay
que estar muy pendiente, porque seguramente las van a maquillar.
Independientemente del maquillaje del BCV, Venezuela tiene por segundo año consecutivo
una inflación de tres dígitos. Es el tercer año en el que el producto interno
cae 20%. El segundo país del mundo con más alta inflación no llega a 40%. La
inflación promedio de la región es de 5% y en el mundo es menor a 4%”, dijo.
Al
referirse a la emisión de billetes de alta denominación considera que el
gobierno prácticamente está reconociendo que la reforma monetaria de 2008 fue
un rotundo fracaso. “Estoy convencido de que para la salida económica debe
haber una salida política. Este gobierno no tiene interés alguno en arreglar el
problema económico de los venezolanos. El gobierno no está interesado en eso,
sino en mantenerse en el poder”, concluyó.
Inflación
y escasez
Al
consultado sobre el mismo tema, García señaló que todo aumento salarial debe ir
acompañado con medidas destinadas a aumentar la producción y la productividad,
porque de lo contrario el alza salarial se va en dos cosas: inflación y
escasez.
Agregó
que en el caso venezolano la oferta de bienes no ha venido por el incremento en
la producción, que es la manera adecuada, sino por las importaciones baratas.
“El gobierno vio en algún momento que había una relación entre el
consumo, la cantidad de productos disponibles, y los niveles de
popularidad, y lo que hizo fue utilizar de una manera muy poco ortodoxa eso”,
dijo García al recordar que fue el propio Jorge Giordani, quien lo admitió.
Indicó
que esa es una manera muy poco sana de aumentar el poder de compra y las
consecuencias aún las estamos pagando. “Eso Giordani lo dijo más claro. Él dijo
que se usaron los recursos de manera extrema y que había que hacer
correcciones… A partir de 2012 casi todas, por no decir todas, las variables
macroeconómicas empezaron a deteriorarse. El dólar negro, la liquidación de
divisas, todo. El PIB no cayó pero comenzó a desacelerarse progresivamente. Era
una economía que estaba viviendo una ficción, creada solamente para que Chávez
le ganara a Capriles en ese momento”, dijo García en la entrevista Prensa
Unidad Venezuela.
En
cuanto a la inflación que se espera para finales de 2016, el experto estimó que
se ubicará entre 530% y 550%.
Sobre
la emisión de los billetes de alta denominación dijo que es una medida
necesaria desde el punto de vista de las transacciones, debido a la pérdida de
valor del bolívar.
García
advirtió que si esos nuevos billetes no salen en diciembre, la escasez de
efectivo será otro problema que tendrán que enfrentar los venezolanos “porque
va a escasear el efectivo, más que el año pasado. Se va a recrudecer esa
escasez. La gente debe tomar sus previsiones, porque es un mes en el que se
hacen muchas transacciones, sobre todo en efectivo”.
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